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Actual ajuste al POT de Medellín desplazará población campesina y pondrá en peligro el acceso a los alimentos de la ciudad

Campesinas y campesinos proponen incentivar la producción agropecuaria y bienestar a sus familias

La comunidad campesina de Medellín se pronuncia ante la propuesta de nuevo POT – Plan De Ordenamiento Territorial en la mesa poblacional del CTP – Concejo Territorial de Planeación

La expansión urbana, especulación inmobiliaria, megaproyectos privados y públicos, grupos armados ilegales y desmesurado impuesto predial. Son solo algunas de las problemáticas a las que se enfrentan a diario, aproximadamente 50.000 campesinas y campesinos de los cinco corregimientos de Medellín. Ante esta y otras situaciones el pasado 13 de junio, en Foro especial para la población campesina de Medellín organizado por el CTP – Concejo Territorial de Planeación, se le exigió mediante un pronunciamiento público al nuevo POT, que, entre otros, se proteja y amplíen los territorios donde vive, habita y produce la comunidad campesina. El POT que deberá entrar en debate en el Concejo de Medellín a mediados del segundo semestre del presente año, es quien tiene la responsabilidad de estudiar y acoger las exigencias de la comunidad y la ciudadanía del municipio o continuar de espaldas al campesinado, su abandono institucional y al desplazamiento de una población que tradicionalmente ha sido marginada y ha perdido su patrimonio por la voracidad de la especulación del suelo y de la inmobiliaria urbana, quedando en su mayoría en precarias y denigrantes condiciones de vida. Lo que históricamente ha conducido a engrosar los cinturones de miseria del municipio en asentamientos subnormales.

“No queremos ser poblaciones y territorios en vía de extinción. Donde la Alcaldía de Medellín nos tiene en total abandono”

Con la firma del pronunciamiento púbico, dirigido al Concejo Territorial de Planeación, al Concejo Municipal, al Departamento Administrativo de Planeación, al señor alcalde Aníbal Gaviria Correa y a la opinión pública se exige “La especial protección de nuestro territorio rural campesino” en el nuevo POT del municipio de Medellín.
En lo siguiente se cita de manera directa el pronunciamiento público entregado por la población campesina:

“El POT de Medellín, que se encuentra actualmente en un proceso de revisión y ajuste, es una importante herramienta para modelar y estructurar el desarrollo territorial. Siendo tres cuartas partes del territorio suelo rural, Medellín es un municipio rural. Es por esto que la comunidad campesina debe incidir en la toma de decisiones sobre el proyecto de futuro de Medellín.

Como lo expresa la Ley 388 de 1997 “el ordenamiento del territorio se debe hacer de manera concertada, por los municipios o distritos y las áreas metropolitanas, en ejercicio de la función pública que les compete en su jurisdicción y para regular la utilización, transformación y ocupación del espacio, de acuerdo con las estrategias de desarrollo económico y en armonía con el medio ambiente y las tradiciones históricas y culturales”.

La concertación que exige esta ley se debe entender como una inclusión de los intereses, manifestaciones culturales y tradiciones campesinas en las políticas públicas, en la asignación de beneficios económicos y sociales a hombres y mujeres campesinas, en el fortalecimiento de la economía y en la especial protección de las fincas y territorios campesinos. Son más de 50 mil hombres y mujeres campesinas, viviendo en 52 veredas del municipio con una vocación eminentemente agrícola, trabajando y cultivando una gran proporción del suelo rural municipal (aproximadamente el 70% del porcentaje total del territorio municipal), donde se producen alimentos y servicios ambientales para la ciudad y la humanidad. Los campesinos y las campesinas en sus territorios rural campesinos aportan a la soberanía alimentaria que se entiende como “el derecho a una alimentación saludable y culturalmente apropiada, producida mediante métodos ecológicamente racionales y sostenibles, y el derecho a definir sus propios sistemas de alimentación y agricultura” (La Vía Campesina).

El territorio rural campesino actual es más grande de lo que quiere reconocer el propuesto Proyecto de Tomo V del POT. Según el Plan de Desarrollo rural sostenible, elaborado por la Universidad Nacional y contratado por la Alcaldía de Medellín; la extensión total de los corregimientos es de 26.273,32 ha, de estas el 40.90% son de bosque natural fragmentado (6.322,09 ha) y plantación forestal (4.427,77 ha) y el 49.80% (13.107 ha) son de producción agropecuaria. Esto muestra que casi el 50 % de los corregimientos es de dedicación agropecuaria. Según el nuevo POT, en el artículo 59 áreas para el aprovisionamiento de alimentos y en el artículo 23 áreas de protección para la producción, el área de producción agrícola se reduce a 11.455 hectáreas (43.6%), es decir, se reduce por 1652 ha el suelo para la producción de alimentos. Esto significa la pérdida de su territorio rural campesino para aproximadamente 1000 familias campesinas si tuviesen predios de 1.5 ha en promedio.

Es notoria la debilidad del POT en resolver los problemas presentes en el territorio rural del municipio. La debilidad institucional se expresa en una falta de seguimiento y evaluación y el desconocimiento de las necesidades y demandas de la población rural campesina para garantizar las condiciones para una vida digna. Si se compara las necesidades y las propuestas hechas por la comunidad en la revisión del POT en el año 2006 con las necesidades y propuestas presentadas actualmente, se puede detectar que son más o menos las mismas; muestra de que poco ha cambiado para la población rural campesina en los últimos 8 años de vigencia del POT. En las encuestas de calidad de vida que realiza la ciudad de Medellín se muestra una gran brecha entre el suelo rural y el suelo urbano del municipio, siendo el índice en los corregimientos 10 puntos porcentuales por debajo del promedio de las comunas urbanas. Otros indicadores como las condiciones de hábitat, salud, educación y soberanía alimentaria son muy críticos (DAP, 2011).

Los múltiples conflictos en el territorio, la débil inclusión y participación de la comunidad campesina en las políticas públicas y las inadecuadas políticas de desarrollo rural ponen en riesgo la permanencia del territorio, la economía y la vida campesina en el municipio. La expansión urbana incontrolada en el suelo rural, que no atiende el POT, el desconocimiento institucional y la política de conservación sin gente dejan cada vez menos suelo para la producción agropecuaria campesina.

Así vemos en aumento la expropiación de las tierras y fincas campesinas con la supuesta intención del interés general y la protección ambiental. Las tierras se han convertido en grandes extensiones reforestadas con pinos y eucaliptos para la producción de maderas y celulosa para papel que solo producen beneficios para el interés particular y privado que no aporta a la biodiversidad, ni a la comunidad campesina. Así el territorio campesino es convertido en paisaje, con proyectos turísticos que prohíben a los campesinos su actividad agropecuaria y se ven obligados de buscar su sustento en otras actividades económicas como el de vendedores ambulantes de empanadas y artesanías, perdiendo así la cultura y economía campesina.

Como lo expresa la resolución de los derechos campesinos de la ONU, los campesinos tienen derechos a la tierra y al territorio: “… a poseer tierras colectiva e individualmente, para la vivienda y para nuestros cultivos; a labrar nuestra propia tierra, obtener productos agrícolas, criar ganado… recolectar y pescar en nuestros territorios; derecho a trabajar y a disponer de las tierras no productivas de las que dependemos para nuestra subsistencia; derecho a gestionar, conservar y aprovechar los bosques y las áreas de pesca; derecho a la seguridad de la tenencia y a no ser desalojados forzosamente de las tierra y los territorios. Ninguna relocalización puede tener lugar sin el consentimiento libre, previo e informado de los campesinos afectados y el posterior acuerdo de una compensación justa y transparente, y, donde sea posible, con la opción de retornar; derecho a beneficiarnos con la reforma agraria. No se deben permitir los latifundios. La tierra debe cumplir con su función social. Se deben aplicar límites en la propiedad de la tierra cuando éstos sean necesarios con el fin de asegurar un acceso equitativo a las tierras.”

Las campesinas y los campesinos, de los 5 corregimientos, no quieren que en los próximos 12 años se pierda el territorio rural campesino. Se exige una especial protección del territorio rural campesino y su actividad agropecuaria a través de una figura jurídica de protección, según las particularidades y las necesidades de cada territorio, cómo las que están contempladas en la Constitución Política de Colombia.

Los campesinos y las campesinas de los corregimientos somos también ciudadanos y ciudadanas de Medellín por lo tanto tenemos iguales derechos que los habitantes de las zonas urbanas: agua potable, saneamiento básico rural, zonas de deporte y recreación, vías de penetración a las veredas de acuerdo a su territorio, sin que lo anterior signifique el cambio del uso del suelo y el cobro injustificado de altos impuestos.

En este sentido exigimos no solamente áreas para producción agrícola sino también una figura jurídica que le de especial protección a nuestras tierras, porque sólo así se puede garantizar la permanencia de la vida y la economía campesina en el municipio de Medellín.

Reiteramos así la exigencia de la especial protección al territorio campesino para:
1. No ser poblaciones y territorios en vía de extinción.
2. No seguir siendo desconocidos, invisibilizados ante la construcción colectiva de territorio y ciudad.
3. Defender nuestras fuentes de ingresos que dependen de la economía y producción agropecuaria.
4. Proteger nuestra cultura campesina.
5. Seguir siendo proveedores de bienes y servicios, y que se nos reconozca las cargas y beneficios ambientales.
6. Preservar la sociedad campesina.
7. Disminuir los cordones de miseria ya que muchos campesinos venden su finca, en muchas ocasiones bajo presión, y se van a vivir a las periferias de la ciudad.
8. Evitar la venta de la tierra y disminuir el cambio en la vocación y otros usos de los suelos en los territorios.
9. Conservar los bancos de semillas y seguir siendo custodios y custodias de las mismas, para promover la autonomía, la soberanía alimentaria y proteger la biodiversidad, la fauna y flora nativa.
10. Que se nos respeten nuestros derechos como población campesina.
11. Como organizaciones campesinas, poder seguir apostándole a formas de producciones agroecológicas con autonomía para producir con acceso a créditos blandos, a subsidios a producciones campesinas, seguros por pérdidas de cosechas y acceso a la comercialización directa y estar dispuestas a compartir experiencias y saberes.
12. Evitar que la gente de la zona urbana se siga ubicando en las zonas rurales y no seguir siendo territorio para la expansión urbana.
13. Visibilizar la situación de la población campesina ante los altos costos de los impuestos prediales, ya que muchos campesinos y campesinas tienen que vender su tierra para pagar deudas de predial.
14. Exigir el reconocimiento de los beneficios tributarios para los predios con producción agropecuarios.
15. Que no se siga afectando la economía campesina por la falta de garantías en los mercados.
16. Que no se expropien nuestros territorios y que el municipio de Medellín apoya la legalización y titularización gratuita de predios de familias campesinas productoras.
17. Acceso a proyectos de vivienda nueva rural campesina y a subsidios que tiene el municipio de Medellín para la reubicación, reasentamiento y dotación de aquella comunidad campesina que carece de ella.
18. No seguir siendo desconocidos y desinformados ante la formulación de proyectos que se quieran implementar en los corregimientos.
19. Que no se nos impongan a la fuerza todo tipo de megaproyectos sin habernos hecho consulta previa, libre e informada.
20. En los territorios declarados como reservas naturales y de conservación permitir la permanencia de los campesinos, con producción agrícola y territorios patrimoniales.

Somos campesinos y campesinas y nuestro territorio es un derecho fundamental para quienes lo habitamos, pues tenemos la misión de producir los alimentos para el abastecimiento de esta sociedad, de la humanidad y los encargados de la conservación de nuestras aguas, bosques y especies nativas.
Que permanezcan las tierras y territorios, la economía y la vida campesina”
Mayor información:
284 68 68, 311 770 82 18
corpenca@une.net.co
Programa de gestión social y ambiental del territorio
Corporación Ecológica y Cultural Penca de Sábila

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