4ª Asamblea Campesina del Valle de Aburrá
La Asamblea Campesina del Valle de Aburrá reivindica los derechos de campesinas y campesinos, a la soberanía alimentaria y a la generación de figuras jurídicas y de ordenamiento territorial que brinden especial protección al Territorio Rural Campesino
El pasado 21 de noviembre del año en curso en la Universidad San Buenaventura, cerca de doscientas personas se congregaron en la IV Asamblea Campesina del Valle de Aburrá, con el fin de dialogar y concretar acciones de incidencia y movilización por la defensa del territorio, la economía y la vida campesina.
En las voces de 200 hombres y mujeres que participaron en esta IV Asamblea se exigieron condiciones dignas para las más de 300.000 personas campesinas que habitan el Territorio Rural Campesino del Valle de Aburrá.
Con una jornada cercana a las ocho horas en medio del diálogo, la Cuarta Asamblea Campesina del Valle de Aburrá se enfocó en la socialización de las problemáticas y en concretar acciones que visibilicen la presencia del territorio y la comunidad campesina, que se exija la garantía de derechos a mujeres y hombres, y se promuevan alternativas de producción agropecuaria con enfoque agroecológico y comercio justo. El encuentro que se ha realizado de manera ininterrumpida en los últimos 4 años congregó cerca de doscientas campesinas, campesinos y personas con interés en apoyar sus luchas en los cinco corregimientos de Medellín y otros municipios como Barbosa, Girardota, Copacabana, Bello, Sabaneta, Caldas, Itagüí, Ebéjico y Marinilla.
El Valle de Aburrá tiene una extensión de 1.152 km2, su ruralidad corresponde al 70.4% (812 km2) y el área urbana al 29.6% (340 km2). Toda la región representa menos del 2% de la extensión del territorio antioqueño y en ella viven más de 3 millones de personas, cerca del 58% de toda la población del departamento de Antioquia. Esta población día a día se alimentan de productos que vienen de las manos campesinas que habitan la ruralidad del Valle de Aburrá, alimentos “cero kilómetros” ecológicamente hablando por la cercanía a las zonas urbanas.
Para la comunidad campesina los mayores conflictos se siguen centrando en la falta de títulos compartidos de las propiedades (compartidos para él y ella), lo que les impide acceder a créditos. Los altos costos en el transporte; desatención y privatización de los acueductos comunitarios; así mismo en los incrementos desmesurados en el impuesto predial unificado, en muchas ocasiones conllevan a lotear y vender áreas de la finca para poder pagar. La falta de canales de comercialización directa y a precios justos de los productos golpea fuertemente la economía de la familia campesina, sus ingresos no son suficientes para llevar una vida digna. A estas condiciones se suma la falta de condiciones para una salud adecuada y oportuna, de educación contextualizada, de acceso a la educación media y universitaria y a vivienda campesina.
Según lo manifestaron mujeres y hombres que participaron de la IV Asamblea Campesina, la presión inmobiliaria y especulación en el uso del suelo, la violencia generalizada y en específico la violencia que se ejerce contra las mujeres y por supuesto, la falta de políticas públicas contextualizadas para el desarrollo rural campesino integral, desplazan a la comunidad campesina de sus espacios vitales. La falta de oportunidades laborales, para la formación técnica y universitaria y el crecimiento cultural y personal de la juventud conducen al abandono del campo, de las tradiciones y ponen en crisis el cambio generacional.
Las diferentes mesas de trabajo (5 mesas de los corregimientos de Medellín y la mesa de los municipios del Valle de Aburrá), coincidieron en resaltar la falta de garantías en materia de seguridad social para la población campesina, ya que muchas personas no disponen de una pensión para la vejez, “¿cuándo se pensiona una mujer campesina?”, preguntan.
La Asamblea celebró que, como respuesta a la movilización de la comunidad campesina de los cinco corregimientos de Medellín durante el 2014, el Concejo Municipal integrara al Plan de Ordenamiento Territorial -POT_ (Acuerdo 48 de 2014) la figura de Distrito Rural Campesino:
“Como parte de los mecanismos que permiten proteger, conservar y mejorar las zonas de producción agropecuaria, se estableció en el capítulo II subsistema de planificación complementaria (Artículo 454), la figura del Distrito Rural Campesino (Artículos 481 a 485) como el instrumento mediante el cual, se encaminan acciones físico espaciales, económicas, culturales y sociales, que permiten articular y orientar programas y proyectos, en pro del mejoramiento, permanencia, promoción, planificación y gestión del territorio rural campesino. El cual requiere ser planificado, reglamentado y puesta en ejecución con la participación activa de las comunidades campesinas y sus organizaciones sociales y productivas”. Juan Manuel Patiño, Subdirección de Ordenamiento territorial y estratégica de ciudad. Febrero 10 de 2015.
Quedan grandes retos para los próximos años, y en especial el 2016, ya que se debe incidir y exigir que las nuevas administraciones municipales incluyan programas y presupuestos para sus comunidades campesinas a través de los Planes de Desarrollo. Asimismo, que en Medellín se reglamenten los Distritos Rurales Campesinos acompañado de instrumentos que lo financien a través macroproyectos; las plusvalías de los megaproyectos como Parques del Río o las mismas obligaciones urbanísticas; que se replanteen las Directrices Metropolitanas de Ordenamiento Territorial Rural del Valle de Aburrá; y que para los demás municipios del Valle de Aburrá en los planes o esquemas de ordenamiento territorial se instalen figuras de especial protección al Territorio Rural Campesino.
Dentro de las grandes acciones en esta versión de la IV Asamblea Campesina del Valle de Aburrá, se acordó:
- Consolidar y fortalecer el Comité de Asamblea Campesina como espacio de articulación, movilización y participación ciudadana. Donde asisten diferentes actores (organizaciones, personas naturales campesinas y no campesinas) que tienen relación o interés en la protección y/o promoción de la soberanía alimentaria, la defensa del territorio rural campesino, visibilización del campesinado, entre otros.
- Exigir a Corantioquia y otras entidades responsables el cierre definitivo del Centro Industrial del Sur -CIS- El Guacal “Relleno Sanitario El Guacal”, cuyas disposiciones de residuos sólidos están afectando negativamente el entorno ambiental y social, en especial la contaminación de las fuentes hídricas del municipio de Heliconia, y el corregimiento de San Antonio de Prado en Medellín.
- Solicitar cabildos abiertos y audiencias públicas para presentar propuestas de la comunidad campesina.
- Promover la agroecología en los municipios a través de los planes y esquemas de ordenamiento territorial y planes de desarrollo.
- Fortalecer los CMDR – Consejos Municipales de Desarrollo Rural a través de la participación de la comunidad campesina y el seguimiento o implementación de los PAM – Programa Agropecuario Municipal.
- Que los programas de reforestación sean con especies nativas y la conservación ambiental incluya las comunidades.
- Exigir un cambio en el modelo de asistencia técnica de las Alcaldías, el cual está centrado principalmente en el uso de agrotóxicos.
- Tomas culturales y de intercambio de semillas criollas por territorios.
- Garantizar el acceso al agua como bien común.
- Generar articulación social y promover redes comunitarias para el consumo de productos campesinos agroecológicos dentro de la economía solidaria.
- Titularización de predios de manera compartida, para él y ella.
- Claridad y destinación, en las áreas rurales, de zonas especiales para la producción de alimentos por parte de campesinas y campesinos con garantías a través de: seguros, subsidios, reducción de impuestos y servicios públicos.
- Educación superior gratuita y contextualizada para el campo, a través de ubicación de sedes universitarias en las áreas rurales o facilitar la movilidad.
- Promover actividades de educación ambiental y justicia de género con niñas, niños y jóvenes de las veredas.
- Utilizar para las actividades agropecuarias, de manera concertada con él o la titular, los predios baldíos en las veredas.
- Exigencia y construcción colectiva y social de políticas públicas para el desarrollo rural campesino.
- Mejorar vías de acceso. Así mismo como la instalación y/o mejoramiento de servicios públicos incluido el acceso al Internet.
- Movilizaciones y plantones para el reconocimiento y reivindicación de derechos de campesinas y campesinos, aprobados por el Consejo de Derechos de la ONU a través de la resolución A/HRC/21/L23 en el 2012.
La comunidad campesina de Medellín y el Valle de Aburrá, la Corporación Ecológica y Cultural Penca de Sábila y algunas ONG a través de la 4ta Asamblea Campesina del Valle de Aburrá reivindicamos los derechos de campesinas y campesinos, a la soberanía alimentaria y a la generación de figuras jurídicas y de ordenamiento territorial que brinden especial protección al Territorio Rural Campesino.
¡Los Distritos Rurales Campesinos, espacios de derechos y soberanía alimentaria!
Comunicado #1. Medellín, 21 de noviembre de 2015
Mayor información: 284 68 68 – corpenca@une.net.co