Mujeres y justicia de género

Día internacional por la eliminación de las violencias contra las mujeres

25 DE NOVIEMBRE

¡NI UNA MENOS, VIVAS NOS QUEREMOS!

En conmemoración del 25 de noviembre, una vez más, salimos a las calles a denunciar las violencias sistemáticas que se ejercen contra las mujeres y que se evidencian en:

  • La violencia sexual a la que estamos expuestas en todos los espacios que habitamos y sin distinción de edad.
  • La violencia física y su máxima expresión el feminicidio, que termina diariamente con la vida de 12 mujeres en América Latina.
  • El acoso callejero que está tan normalizado en nuestra sociedad, que hace que ninguna mujer pueda habitar el espacio público con tranquilidad.
  • La explotación sexual que cosifica nuestros cuerpos volviéndolos mercancías para el placer de otros.
  • La violencia psicológica que afecta gravemente nuestra salud mental.
  • La violencia económica y patrimonial que limita nuestra autonomía, libertad de decisión y el acceso a la propiedad.
  • La violencia institucional expresada en el maltrato y revictimización de las mujeres.
  • Los constantes ataques de sectores conservadores y religiosos contra los derechos sexuales y reproductivos conquistados y por conquistar y que con la llamada “ideología de género” impiden que las mujeres puedan recibir formación y atención para la vivencia de una sexualidad responsable, segura, placentera y una maternidad decidida.
  • La violencia política que nos impide la participación paritaria en cargos de elección popular.

Por estas y todas las violencias manifestamos nuestra indignación y rechazo, porque ninguna violencia puede ser justificada, silenciada o minimizada. Instamos a la denuncia pública y legal, y exigimos al Estado la atención integral, oportuna y con enfoque de género, la implementación de rutas de atención que operen las 24 horas y tengan en cuenta las particularidades del territorio rural. Llamamos a la construcción de relaciones sociales justas y equitativas, al reconocimiento de las mujeres como sujetas políticas y de derechos, y a la erradicación de la cultura sexista, machista y misógina.

Rechazamos la constante amenaza, asesinato y desplazamiento de lideresas sociales que refleja la crisis humanitaria que vive Colombia, que hace de nuestros cuerpos botín de una guerra que repudiamos a viva voz.

Contra la injusticia, la desigualdad y la inequidad, defendemos los bienes comunes, el agua, las semillas nativas, nuestros conocimientos y organizaciones.

Somos mujeres lideresas defensoras de los derechos humanos, de la vida y los territorios y serlo no puede seguir significando una amenaza para nuestras vidas, por esto:

  • Rechazamos la militarización de nuestros territorios y nuestras vidas y exigimos al Estado y los gobiernos, políticas pertinentes, concertadas y que respeten nuestra autonomía personal y colectiva.
  • Exigimos una vida libre de violencias y sin miedo para las mujeres de la ruralidad.
  • Las mujeres campesinas y rurales rechazamos todo tipo de violencias.
  • ¡Ruralidad sin violencia es nuestra exigencia! Por una ruralidad sin violencia contra las mujeres.
  • Nuestros cuerpos no son objeto de consumo ¡No a las violencias machistas!
  • La negación de la igualdad, la libertad y los derechos de las mujeres son causas de las violencias machistas.
  • Exigimos rutas de atención a las violencias contra las mujeres campesinas y rurales.

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