Mujeres y justicia de género

Nosotras decimos ¡NO!

Comunicado Mesa de Trabajo Mujer de Medellín
5 de mayo de 2021

Nosotras, organizaciones comunitarias y de mujeres rurales y urbanas de la ciudad, articuladas y hermanadas en la Mesa Trabajo Mujer de Medellín, instancia del movimiento social de mujeres por tres décadas, declaramos:

  • La movilización social es un derecho humano y constitucional de toda la ciudanía colombiana, por lo tanto, las manifestaciones en el marco del Paro Nacional son legítimas.
  • La militarización de la vida civil es un riesgo enorme para la vida y la democracia, pues estas estructuras se instituyen bajo preceptos patriarcales de disciplinamiento, verticalidad y violencia. La vida civil democrática, por el contrario, está envuelta en el debate y la contradicción. Las manifestaciones públicas y colectivas de las diferencias son parte estructural de la democracia y su resolución debería darse sólo bajo las formas civiles y políticas de tramitar los conflictos. La expresión del descontento ciudadano no debe ser motivo ni justificación para el uso desproporcional de la violencia contra personas desarmadas.
  • La actual militarización de las ciudades en forma de asistencia militar, además de agravar la situación humanitaria, manda un terrible mensaje sobre el devenir de la democracia en Colombia. La muerte y el baño de sangre que hemos visto por estos días es producto de ver el mundo bajo las lógicas patriarcales de la eliminación física del contradictor/a.

Es por ello que:

  • Nosotras decimos NO a la militarización, porque estamos hastiadas de la guerra y la violencia, conocemos todas sus facetas y rostros, sabemos cómo ha sido, la hemos padecido. Testigas del oprobio de la muerte, la desaparición forzada, el desplazamiento forzado, victimas sobrevivientes del horror.
  • Nosotras decimos NO a la militarización de cuerpos de mujeres jóvenes violadas por la fuerza pública durante las protestas, un crimen perpetrado como pena y castigo contra las mujeres por ejercer sus derechos humanos a la movilización, la participación, la libertad.
  • Nosotras decimos NO a la militarización del cuerpo y la vida de las mujeres, a través del disciplinamiento patriarcal que pone en riesgo la conquista de los derechos humanos que con tanto esfuerzo y durante generaciones hemos debido conquistar. Nuestros
  • derechos como mujeres son nuestro más valioso legado para las futuras generaciones. Reconocemos que las jóvenes movilizadas en la manifestación luchan por los derechos de todas nosotras y de las generaciones venideras. A ellas nuestro respeto y admiración.

Como Mesa hacemos un llamado al cambio, en la dirección de una paz estable y duradera, con justicia social y diálogo permanente, por ello:

  • Solicitamos al gobierno nacional, departamental y local desistir de la asistencia militar para el tratamiento de la movilización social.
  • Exigimos garantías para las personas que se manifiestan, especialmente para las mujeres, que la violación y las demás violencias basadas en género sean proscritas como arma de guerra, disciplinamiento y dominación por parte de la fuerza pública.
  • Instamos al gobierno nacional, local y departamental a hacer uso de la Mesa Territorial de Garantías para el trámite de la situación humanitaria generada por el uso desproporcional de la fuerza, tejer canales de diálogo.
  • Exigimos respeto y garantías para el ejercicio de la democracia, la movilización, la ciudadanía y el diálogo social.
  • Exigimos a todas las instancias de justicia y organismos de control, cumplir con su rol de garantes de los derechos humanos de las mujeres.
  • Solicitamos a la comunidad internacional apoyar la ciudadanía, verificar el cumplimiento de los derechos humanos, la democracia y la paz en nuestro país.

Nosotras, mujeres de muchas generaciones, caminantes de muchos derechos instamos al Gobierno Nacional, Departamental y Local a garantizar Una Vida Libre de Violencias como camino democrático hacia la paz.

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