Segunda Asamblea Campesina del Norte del Valle de Aburrá
El pasado 29 de mayo de 2021 se realizó de manera virtual y presencial la segunda Asamblea Campesina del Norte del Valle de Aburrá. Esta Asamblea tuvo la particularidad de tener en simultáneo 4 nodos conectados virtualmente en los municipios del norte: Barbosa, Girardota, Copacabana y San Félix (Bello). Participaron 95 mujeres y hombres, 32 personas conectadas en modo virtual y 63 personas de manera presencial.
Esta juntanza fue de gran valor simbólico para campesinos y campesinas, porque a pesar de las dificultades relacionadas con el Covid y la movilidad, lograron llegar a los lugares de encuentro, cumpliendo todos los protocolos de bioseguridad y con la firme convicción de hacer presencia para mostrar que la ruralidad en el norte del Valle de Aburrá sí existe, permanece y resiste.
A continuación, compartimos las palabras de la comunidad campesina del norte, a través del pronunciamiento público.
PRONUNCIAMIENTO SEGUNDA ASAMBLEA CAMPESINA DEL NORTE DEL VALLE DE ABURRÁ
Nosotras y nosotros, mujeres y hombres campesinos de los municipios de Bello, Copacabana, Girardota y Barbosa, hemos vuelto a encontrarnos en un espacio regional de reflexiones, pensando y encaminando acciones por la defensa y la permanencia de la vida campesina en el territorio, la gestión comunitaria del agua y los bienes comunes, con justicia social y equidad de género, en el Valle de Aburrá.
Después de largos meses viviendo la pandemia causada por la COVID-19 (nuevo coronavirus conocido como SARS-CoV-2), nos encontramos en la juntanza, observamos nuestros rostros y reconocemos que, aunque esta pandemia nos ha puesto grandes retos, también nos ha dado muchas oportunidades para demostrar la importancia de la producción campesina, que alimenta no solo nuestras comunidades, sino también grandes ciudades.
Esta Segunda Asamblea Campesina, realizada en medio de un estallido social nacional que reclama justicia económica, social, ambiental y la garantía de los Derechos Humanos, es una inmensa oportunidad para recoger las diferentes experiencias y análisis, que por parte de las organizaciones comunitarias, acueductos veredales, organizaciones sociales y de mujeres, ONG’s, sectores académicos y otros, han venido realizado alrededor de la construcción de propuestas, que lastimosamente, muy pocas veces son tenidas en cuenta de manera directa en las diferentes instancias e instrumentos gubernamentales, como los Planes de Desarrollo, Planes Básicos y de Ordenamiento Territorial y Políticas Públicas.
Consideramos que todos los gobiernos municipales del norte del Valle de Aburrá, deben adelantar acciones para proteger la vida campesina, el agua, la soberanía alimentaria y los Derechos Humanos de las mujeres, e incluir directamente en sus programas de gobierno, las propuestas derivadas de la Agenda Ciudadana Campesina que venimos construyendo durante varios años en esta subregión de Antioquia. También manifestamos, que los gobiernos deben revisar y observar el proceso que se está desarrollando en Medellín, frente a la construcción e implementación del Distrito Rural Campesino, como figura de ordenamiento y gestión territorial, para la permanencia de la cultura, la economía y la vida campesina, además, las Políticas Públicas para la ruralidad y la equidad de género. El proceso del Distrito Rural Campesino, consideramos será de suma importancia que se multiplique en todo el territorio del Valle de Aburrá.
Observamos con especial preocupación, la creciente política extractivista a gran escala, la densificación de los territorios, la presencia de grupos armados, el cambio del uso del suelo, la agroindustria, las violencias contra las mujeres rurales y campesinas y la inoperancia de las rutas de atención, la falta de canales directos de comercialización de productos y alimentos producidos por manos campesinas, que enfrentamos en el norte del Valle de Aburrá proveniente de un modelo de desarrollo nacional que desconoce la presencia territorial de poblaciones que históricamente han desarrollado su proyecto de vida en los territorios rurales y que atenta contra la vida, el agua y la permanencia en el campo. Creemos que estas problemáticas, posibilitan el detrimento de la población campesina e imposibilitan que sea protagonista de los destinos de su territorio.
Declaramos y exigimos la necesidad de garantías óptimas para habitar la ruralidad, la creación de figuras e instrumentos, tanto de ordenamiento, como de gestión del territorio rural campesino, que contengan: protección de bienes comunes, programas, proyectos y recursos para la producción y comercialización campesina, exoneración de impuestos, titulación compartida de la tierra y la vivienda, rutas de atención a las violencias contra las mujeres, protección de ecosistemas estratégicos, educación contextualizada, reconocimiento de los derechos del campesinado, entre otros.
Somos conscientes de que en el norte del Valle de Aburrá (Bello, Copacabana, Girardota y Barbosa), se comparten problemáticas y amenazas a nuestro territorio y valoramos este espacio de encuentro para planear acciones conjuntas como la realización de foros, conversatorios y acciones de incidencia al gobierno municipal, participación en la Asamblea Campesina del Valle de Aburrá, y otros escenarios en donde se evidencie lo que se viene presentando, como el proceso de urbanización acelerado, el uso minero del suelo contrario a la vocación de protección campesina y ambiental de la región y el desentendimiento con el cuidado de todos los bienes comunes como el agua, entre otras problemáticas.
Finalmente, estamos comprometidas y comprometidos para que el Valle de Aburrá se asuma y se construya como un escenario metropolitano de paz territorial para el país. Es protegiendo la vida campesina y el agua como se hace la paz, no hay paz en Colombia sin dignificación de campesinas y campesinos, es decir, haciendo sustancial la democracia que tanto hemos deseado para el país.
¡Jóvenes, hombres y mujeres campesinas del Norte del Valle de Aburrá, construimos nuestro territorio y proponemos acciones en su defensa!
29 de mayo de 2021.