Declaración Foro Alternativo Mundial del Agua
Dakar, Senegal. 2022
EL AGUA, UN PATRIMONIO COMÚN Y UN DERECHO UNIVERSAL
Nosotras, representantes de movimientos campesinos, mujeres, jóvenes, ONGs, trabajadores y sindicatos, comunidades religiosas y de fe, y Pueblos Indígenas de todos los continentes, que trabajamos colectivamente para defender nuestro derecho al agua y al saneamiento, nos reunimos en Dakar del 21 al 26 de marzo de 2022 para el Foro Alternativo Mundial del Agua (FAME). El FAME reunió a cientos de participantes de todos los continentes, en torno a paneles, conferencias, talleres, exposiciones, visitas, proyecciones de documentales, etc. Tuvo lugar en un contexto de estrés hídrico a escala planetaria, la creciente crisis climática, la pandemia de la Covid, y la globalización económica neoliberal, perjudicial para las comunidades de todo el mundo. El tema del FAME fue «el acceso al agua y al saneamiento es una cuestión de salud pública y un barómetro de democracia».
Las siguientes realidades han propiciado ricos intercambios durante el foro:
- El agua dulce representa sólo el 2,8% de los recursos hídricos y está disminuyendo, sólo el 1% está en forma líquida y se utiliza de la siguiente manera: el 70% para la agricultura de riego, en particular la agroindustria, que sólo representa el 18% de las tierras cultivadas en el mundo en detrimento de la agricultura campesina; el 20% para las industrias y sólo el 10% para las necesidades domésticas.
- La escasez de agua afecta a casi el 40% de la población mundial; y las aguas subterráneas, que constituyen el 99% del agua dulce del planeta y son en gran medida invisibles, se están agotando rápidamente, lo que provoca una sequía generalizada.
- Tres (3) de cada 10 personas no tienen acceso a servicios de agua potable gestionados de forma segura.
- La carga de trabajo derivada de la falta de acceso al agua recae sobre los hombros de las mujeres, las jóvenes y las niñas y niños, que dedican 200 millones de horas a recogerla, hipotecando claramente su futuro.
- Más de dos mil millones de personas carecen de instalaciones básicas de higiene y saneamiento, como retretes y letrinas.
- Más de 700 niñas y niños menores de 5 años mueren cada día por enfermedades diarreicas debido al consumo de agua no potable o a la falta de higiene y saneamiento.
- Las inundaciones representan el 70% de las causas de muerte relacionadas con los riesgos naturales.
- Los y las activistas y organizadores por la justicia del agua y otras defensoras de los derechos humanos son objeto de continuos ataques por parte de los Estados y las empresas y son cada vez más víctimas de la violencia y la represión.
Ante la gravedad de esta situación, proclamamos:
- El agua es la base de la vida, como la tierra y el aire. Son nuestro patrimonio común. Sus ciclos naturales vitales deben ser respetados para la preservación de la biodiversidad y los ecosistemas a través de la agroecología.
- Para que las personas vivan con dignidad y en buena salud, el agua debe ser gestionada a todos los niveles, de forma concertada, inclusiva, equitativa y participativa, respetando los derechos de las comunidades de base, los Pueblos Indígenas, los equilibrios ecológicos, los conocimientos locales y tradicionales indígenas y los valores endógenos positivos y su libertad para hacer valer estos derechos sin represión ni violencia.
- El agua, como recurso vital, no es una mercancía que se pueda comercializar en la bolsa, ni un bien que se pueda privatizar en beneficio de los ricos y las empresas multinacionales. La privatización de los servicios de agua y la financiarización de este recurso enriquecen a las multinacionales en detrimento del pueblo.
- Todas las personas, independientemente de su capacidad de pago y de su lugar de residencia, deben tener garantizado el acceso al agua y al saneamiento.
- Es urgente aplicar de forma óptima, a todos los niveles, el Objetivo de Desarrollo Sostenible nº 6 (ODS6) que pretende garantizar el acceso de todos a las fuentes de agua potable y al saneamiento, pero también asegurar la gestión sostenible de los recursos hídricos de aquí a 2030.
- Las resoluciones adoptadas en 2010 por la Asamblea General de la ONU y el Consejo de Derechos Humanos reconocen que el acceso al agua y al saneamiento es un derecho. Debe integrarse en el derecho internacional y en las constituciones de todos los países, como ya se hace en Venezuela, Bolivia, Burkina Faso y Senegal, cuya constitución actual establece: «los recursos naturales pertenecen al pueblo».
- Las disposiciones del artículo 21 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y Otras Personas que Trabajan en las Zonas Rurales, relativas al derecho de los campesinos al agua, deben difundirse y aplicarse en todos los países.
- Los Estados-nación deben garantizar la plena aplicación sin reservas de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
El Foro Mundial Alternativo del Agua (FAME) reclama:
- Una convergencia de iniciativas y acciones para luchar por el respeto de los derechos al agua y al saneamiento, a la tierra y al medio ambiente.
- Una campaña internacional de sensibilización, de refuerzo de las capacidades de las comunidades rurales y urbanas y de los pueblos indígenas, y de defensa de la integración efectiva del derecho al agua y al saneamiento en las constituciones y las políticas públicas de todos los países.
- Reuniones regulares de la red para trabajar en pos de estos objetivos, para ampliar la resistencia global a la agenda corporativa del agua y para hacer realidad la justicia del agua para todos, mientras miramos hacia el Foro Alternativo Mundial del Agua 2024 en Bali, Indonesia. Aunque, más allá de un Foro Alternativo, somos el Foro Mundial Popular del Agua.
- La creación dentro del sistema de las Naciones Unidas de una Alta Autoridad Independiente para el Agua.
- La creación de una Conferencia Indígena de las Naciones Unidas sobre el Agua.
En Dakar, 25 de marzo de 2022.