15 de febrero de 2023, Carta enviada a Congresistas

Apreciados Congresistas,

Reciban un cordial saludo de parte de las organizaciones sociales de base que realizamos agroecología en nuestros territorios y que llevamos años en las luchas sociales, escalando la agroecología para que nuestro país sea territorio de vida y de paz.

Como es de su conocimiento, al haber participado en el Encuentro Nacional de Agroecología en septiembre del año anterior, las organizaciones sociales de base, venimos dialogando y trazando una ruta de incidencia que nos permita escalar la agroecología como Política Pública Nacional, reconociendo los pasos que se han dado en los Proyectos del Ley en curso. Además, hemos posicionado en los diferentes canales dispuestos por el Gobierno Nacional, los resultados de este encuentro de cara a la construcción del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026.

En este sentido, nos alegra encontrar en las bases del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026, la pretensión de la adopción de la Ley de Agroecología, además de la creación del Programa Nacional de Agroecología que permitiría avanzar en la transición de una agricultura convencional hacia una producción agroecológica, para restaurar los agroecosistemas y sociedades que han sido degradadas a lo largo y ancho del país con la revolución verde, al tiempo que se promueve la Soberanía Alimentaria y el Derecho Humano a la Alimentación.

Sin embargo, vemos con preocupación que en el borrador del Proyecto de Ley por el cual se expide el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026 ‘Colombia Potencia Mundial de la Vida’, no se refleja el diseño, ejecución y seguimiento del programa, ni de la Política Pública Nacional de Agroecología con un responsable claro, como debería ser en este caso el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. De otro lado, en el documento denominado Plan Plurianual de Inversión 2023-2026, no se refleja la inversión para programas productivos con base agroecológica, más que la línea 8 de inversión nacional “inclusión productiva y financiera de pequeños y medianos productores rurales; y promoción de la agroindustria sostenible, y de la agricultura y ganadería regenerativa”, teniendo este tipo de agricultura (regenerativa) un registro como marca e imagen ante a la Oficina Española de Patentes y Marcas -OEPM, lo que puede tímidamente apalancar proyectos para el campesinado, más no las transformaciones propias que hemos concebido desde el Movimiento Agroecológico y Social.

La situación también preocupa al invisibilizar al campesinado y no reconocerlo como “actor diferencial para el cambio”, si bien no iba a hacer un Plan Nacional de Desarrollo con capítulos étnicos, en este apartado del plan se ubican los actores diferenciales, realizando nuevamente por parte de un Gobierno,
la discriminación positiva. Es de su conocimiento y de los caminos propios de sus luchas como sujetos
sociales y políticos y ahora como congresistas, que un reconocimiento diferencial del campesinado podría apalancar escenarios distintos en pro de nuestro bienestar y reconociendo nuestros derechos como actores de especial protección constitucional, tal como lo consagra la Sentencia C-077-17 de la Corte Constitucional y también tener en cuenta la C-028-18.

En ese orden de ideas, pasamos de tener unas bases del PND con dos elementos fundamentales como la Ley y el Programa Nacional de Agroecología, a no ser incluido en el proyecto de Ley y al minimizarlo con una línea de inversión que se acerca, pero no contempla la agroecología propiamente desde sus principios básicos.

La agroecología sin el campesinado es jardinería, la agroecología sin campesinado es negar las propuestas de vida digna que hemos construido por décadas en contraposición de una economía extractivista, guerrerista y violenta. La agroecología sin campesinado es negar que ésta se constituye de los conocimientos y saberes que de generación en generación hemos logrado mantener para relacionarnos con la naturaleza y nuestro territorio, y aquí también están nuestros hermanos afrodescendientes e indígenas.

No pretendemos una división étnica, sino el reconocimiento de los derechos que hemos reivindicado y conquistado a través de nuestras luchas y que han sido negados históricamente. La Agroecología ha sido nuestra forma de vivir y resistir ante los embates de un contexto mundial que también nos afecta. Por eso proponemos que en cada uno de los ejes de transformación del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026 se incluya la Agroecología, de tal manera que se garantice su materialización. Para ello hemos realizado una exhaustiva revisión del articulado, incluyendo en algunos de ellos lo fundamental de los programas nacionales en los que se basaría la Política Pública Nacional de Agroecología. Además, proponemos que en eje de transformación 3. Derecho humano a la alimentación, se incluya el
siguiente artículo:

PROGRAMA NACIONAL DE FOMENTO A LA PRODUCCIÓN CON BASES AGROECOLÓGICAS

Artículo XX: El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, liderará la formulación, adopción, ejecución y evaluación de la Política Pública Nacional de Agroecología, la cual se orientará al fortalecimiento de la economía campesina, la transición energética en la producción agropecuaria, la diversificación productiva, la soberanía alimentaria y a garantizar el derecho humano a la alimentación. Para ello el MADR, promoverá la articulación interministerial e intersectorial y garantizará la participación de organizaciones sociales de base y nacionales con procesos de agroecología.
Parágrafo: créese la mesa de trabajo intersectorial e interministerial, garantizando la participación de organizaciones sociales de base que viabilece la formulación, adopción, ejecución y evaluación de la Política Pública Nacional de Agroecología.


Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, les solicitamos sean ustedes la voz de nuestras organizaciones en el Congreso, para que se logre visibilizar el campesinado y la agroecología en esta Ley y que logremos sentirnos incluidos en el gobierno del Cambio.

Las organizaciones sociales abajo firmantes, nos ponemos en disposición para encontrarnos con ustedes y crear un Frente Parlamentario que analice y discuta nuestra propuesta y garantice las peticiones hacia el PND. Nos mantenemos unidas y en movilización para seguir reivindicando nuestros derechos, porque Colombia Potencia Mundial de la Vida es con nosotros y nuestras formas de construir país. Estamos del lado de la paz y seguiremos aportando en esta construcción.

Organizaciones firmantes: https://drive.google.com/file/d/1D_tq_ysixjGv26evNxgjQ0K-DcSDpCKC/view?fbclid=IwAR2hcv-8pnFm6yeCT3G_jD7NwI-BjiGTfia7uwHvKuNwJweY_7hE0-RUBo0

Ceremonia de Premiación, 2 de diciembre de 2020. Javier Márquez Valderrama.

El miércoles 2 de diciembre a las 10 a.m. (Colombia), Ciudades Transformadoras 2020 realizó una ceremonia virtual en donde se dieron a conocer los ganadores en las diferentes categorías. La Corporación Ecológica y Cultural Penca de Sábila fue la ganadora en la categoría alimentos como un reconocimiento a los aportes, la promoción y la transformación de la vida y de las comunidades campesinas de Medellín. En las categorías Agua, Vivienda y Energía, ganaron respectivamente Chile, Brasil y Bulgaria.

La humanidad se enfrenta a una crisis climática y ambiental en medio de grandes desigualdades sociales. No obstante, el Premio Ciudades Transformadoras evidencia que Sí son posibles nuevas formas de vivir y habitar los territorios, SÍ es posible un mundo mejor, SÍ es posible construir las soluciones locales para promover cambios globales.

Este premio reconoce los aportes que durante 32 años ha hecho la Corporación Penca de Sábila a la permanencia de la vida campesina en Medellín a través de la promoción de la producción agroecológica, la constitución de organizaciones campesinas, de mujeres y juveniles, la creación del Circuito Económico Solidario Colyflor que garantiza condiciones de comercio justo para las familias campesinas, la movilización social por los derechos campesinos, el impulso al Distrito Rural Campesino como figura jurídica de protección, la constitución de la Alianza por el territorio y la vida campesina con universidades públicas y privadas de la ciudad y de la Asamblea Campesina del Valle de Aburrá.

Es sin duda también un reconocimiento para las familias campesinas, organizaciones de mujeres y juveniles de los corregimientos de Medellín que han persistido en la transformación agroecológica, en la asociatividad, la economía solidaria y en la exigencia de sus derechos, en fin, en la construcción de otro mundo posible.

Video – Promoción de la Campaña

Cubrimiento en medios

Además, logramos un cubrimiento amplio en medios de comunicación tanto locales como nacionales, lo que nos sumó reconocimiento y el apoyo de diferentes personas y organizaciones.

Telemedellín: https://telemedellin.tv/corporacion-penca-sabila-nominada-al-premio-ciudades-transformadoras/417076/

Hora 13 Noticias H13N: https://h13n.com/corporacion-penca-de-sabila-capacita-a-campesinos-en-la-conversion-de-huertas-agroecologicas/

Caracol Radio: https://caracol.com.co/emisora/2020/10/29/medellin/1603991938_357424.html

El Tiempo: https://www.eltiempo.com/colombia/medellin/el-distrito-rural-campesino-una-utopia-posible-en-medellin-545072

El Colombiano: https://www.elcolombiano.com/antioquia/corporacion-penca-sabila-de-medellin-finalista-en-concurso-de-ciudades-transformadoras-PL13900197

En este video la asesora jurídica Bibiana Salazar, de la Comisión Consultiva de la Red Nacional de Acueductos Comunitarios explica en detalle los contenidos de la iniciativa legislativa. La Red es un proceso de articulación a nivel nacional de organizaciones que agrupan diferentes asociaciones, redes y federaciones de acueductos comunitarios, constituida para luchar por el fortalecimiento y reconocimiento de la gestión comunitaria del agua.

Esta iniciativa legislativa se ha construido y socializado en las regiones a través de asambleas y talleres desde el 2011. Se trata de una ley propia construida durante años de trabajo mediante la cual se exigirán los derechos fundamentales y colectivos de las comunidades organizadas, que son defensoras de derechos humanos en cuanto autogarantizan el derecho fundamental al agua, así como los derechos de la naturaleza, los derechos de los ríos y manantiales, los derechos del agua.

La gestión comunitaria del agua la realizan en Colombia más de 12 mil organizaciones conocidas como los acueductos comunitarios. Somos herencia ancestral y construcción cultural y una de las más ricas expresiones de la gestión ambiental participativa existentes en nuestro país.

Mayor información

Documento completo de la iniciativa legislativa Por el derecho a la autogestión comunitaria del agua

Campaña Regional en Antioquia

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Whatsapp: 321 771 92 43 o comunicaciones@yellow-hedgehog-611243.hostingersite.com

Sigue la campaña, lo que sucede en Antioquia y en Colombia

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ley propia azul oscura

Comunicado No.1

El 20 de octubre de 2017 la Registraduría Nacional del Estado Civil entregó al Comité de Promotores y Promotoras los formularios para la recolección de firmas de la iniciativa legislativa “Por el derecho a la autogestión comunitaria del agua”.

La Red Nacional de Acueductos Comunitarios de Colombia es un proceso de articulación de organizaciones que agrupa diferentes asociaciones y redes de acueductos comunitarios, constituida para luchar por el fortalecimiento y reconocimiento de la gestión comunitaria del agua.

Esta iniciativa legislativa se ha construido participativamente y socializado en las regiones desde el 2011. Se trata de una ley propia mediante la cual se exigirán los derechos fundamentales y colectivos de las comunidades organizadas: el derecho a la autogestión comunitaria del agua, el derecho individual al acceso y suministro de agua y el derecho colectivo al agua. La gestión comunitaria del agua la realizan en Colombia más de 12 mil organizaciones. El proyecto busca la protección y el fortalecimiento de esta práctica histórica, reconociéndola como unas de las expresiones más ricas de la gestión ambiental participativa existentes en nuestro país.

El Comité Promotor está conformado por organizaciones que hacen parte de la Red Nacional de Acueductos Comunitarios de Colombia:

25 de octubre de 2017.

RED NACIONAL DE ACUEDUCTOS COMUNITARIOS DE COLOMBIA.

Encuentre aquí el proyecto de ley completo, los formularios y el protocolo de diligenciamiento

Fuente: Red Nacional de Acueductos Comunitarios de Colombia

Es los solsticios de invierno y de verano muchas culturas celebran alrededor del mundo. Es tiempo del INTI RAYMI, homenaje al sol en la noche más larga del año, es tiempo del WILKA KUTI, la vuelta del sol en AIMARA y para el pueblo Mapuche el WE TRIPANTU. Invertidos los solsticios, muestran en su manera de celebrarse, los sincretismos que la globalización colonialista y la resistencia cultural a ella, que hace más de 500 años impuso a las Américas. El fuego arde en hogueras desde tiempos de los celtas y los romanos. La vuelta del sol, su cercanía, pues el siempre está allí, dándonos la energía que garantiza los ciclos de la vida en el planeta, es una celebración, una fiesta de la humanidad. La iglesia católica situó allí el nacimiento de Jesús, superponiendo esta fiesta de natividad a la del SOL INVICTUS, el sol victorioso. Tiempo de cercanía del sol y de renacimiento, tiempo de inventarios y nuevos propósitos. Un ciclo.

Un año convulso ha sido este para nuestro país. Un año marcado por el proceso que ha conducido a los acuerdos de paz. Para lograrlo fue elegido el presidente Santos, de otra manera no hubiese sido posible y hasta necesaria su reelección. El voto de opinión, el voto que decide programáticamente, el voto comprometido e informado, se fue a su reelección haciendo de tripas corazón. Y bueno es su resultado a pesar de las zancadillas y la trapisonda de quienes se oponen a una paz negociada. El nobel de paz es una especie de cierre de esta compleja etapa y lo vemos más que un premio a la individualidad del presidente, un reconocimiento al proceso vivido en Colombia, a las víctimas que se han hecho centro del proceso de acuerdo, a la fuerza guerrillera de las FARC-EP que supo mantener la calma y el compromiso con los acuerdos a pesar la agresividad de sus detractores. Qué claridad la que han expresado en el objetivo de convertir la guerrillerada en una nueva fuerza política que asume el reto de aportar a la construcción de democracia en Colombia. Democracia entendida como la comprendió Estanislao Zuleta:

Debemos tener en cuenta que la democracia es un término que se emplea con mucha soltura. Se puede decir, por ejemplo, de un país, que tiene una gran democracia, porque sus leyes permiten, no prohíben la oposición, la libre expresión, la organización política de los opositores, la libre elección de los gobernantes, etc.; pero eso es una democracia en un sentido muy restringido. Ese tipo de democracia me parece necesaria, pero es restringida; no se trata de que no sea valiosa o que deba ser abolida por un totalitarismo. Pero hay otra democracia que ya no piensa solo en los derechos sino en la a participación real de la gente en aquellas cosas que afectan su vida; una democracia no solamente política, sino más real. Este concepto de democracia no tiene solamente en cuenta lo que está permitido o prohibido, sino lo que es posible; es una democracia donde existen posibilidades reales.

El maestro Zuleta nos habla de una democracia posible, de una democracia participativa, de una democracia genuina en la que toda la nación, su pueblo, decida su presente y su futuro. Y en sus palabras siempre nos invitó, nos invita a pensar con autonomía, a educarnos en una cultura política informada, crítica, propositiva. En un diálogo con Aida Calero, publicado en Conversaciones con Estanislao Zuleta, sobre el contexto de negociación durante el gobierno de Belisario Betancurt y describiendo a este personaje suis generis de nuestra historia política que fue pionero, tal vez el pionero de este acuerdo de paz, premonitoriamente Zuleta decía también que:

No nos engañemos en cuanto a Colombia. En nuestro país hay libertad de todo; todo el mundo puede opinar lo que quiera, por ejemplo, pero preguntémonos: ¿Qué puede opinar una población que no puede entender el proceso que vive la nación? Porque para opinar se necesita un mínimo de formación. Una nueva organización democrática no puede ser, por lo tanto solamente política, un partido para votar. Claro que se vota, y dos o diez candidatos exponen sus programas, pero lo hacen a una población ignorante.

Y describe así el primer reto de esta época que estará signada por la aplicación de los acuerdos. Su despliegue, su implementación en medio de un campo minado si se puede aplicar la metáfora a lo que ya vimos en la campaña pasada para refrendar los acuerdos y en el envalentonamiento de sectores que recordaron los aciagos tiempos de Laureano Gómez, que saboteó los acuerdos en aquella con idénticos argumentos. Da tristeza ver cómo se obstaculiza un acuerdo que puede permitir una sociedad reconciliada consigo misma y su entorno. Una sociedad que pueda pasar la hoja de la horrenda violencia y poder discutir asuntos vitales como la defensa de la economía, la cultura y el territorio rural campesino que en el primer punto de los acuerdos permitirá un desarrollo en su aplicación. Ni siquiera estamos hablando de una reforma agraria integral, que no se logra con el llamado desarrollo rural integral, pero sí abre el escenario para las reivindicaciones campesinas, agrarias, que pasan por el reconocimiento de la comunidad campesina y sus derechos a la cultura, la tierra y el territorio. A la legalización de la propiedad sobre la tierra garantizando la propiedad compartida por hombres y mujeres. Es urgente aplicar figuras jurídicas de protección como las zonas de reserva campesina, el Distrito Rural Campesino de Medellín y otras figuras de conservación con la gente y de incentivos a la agricultura familiar campesina.

Que la agenda de país se vuelque a la discusión del llamado modelo de desarrollo, a los problemas que generan graves y dramáticos conflictos ambientales y sociales que desplazan gente de los territorios, que rompen las culturas indígenas, campesinas y negras y generan ciudades invivibles, insustentables.

Cuando decimos que la paz es territorial y la democracia debe ser real, estamos hablando de cómo vivir mejor y es imposible vivir mejor sin agua de calidad, ese mismo Congreso que ha refrendado el acuerdo y debe legislar en esta dirección, acaba de negar por segunda vez el derecho humano al agua, que de alguna manera está implícitamente incluido en el bloque de constitucionalidad pero que merece lugar destacado en nuestra carta constitucional. De nuevo con leguleyadas, ha sido denegado este derecho y la política de privatización de las fuentes y el servicio público de agua y saneamiento avanza erosionando la autonomía municipal y despojando a las comunidades del derecho a la autogestión del agua, histórica garantía del acceso y suministro de agua en la ruralidad colombiana y los barrios populares de nuestras ciudades.

También en estos días escuchamos las palabras ideología de género en boca de quienes lideraron la oposición a los acuerdos y su refrendación el 2 de octubre. Quieren con ella denostar la inclusión de los derechos asociados con las libertades y las diversidades sexuales. Y lograron las iglesias cristianas y la católica, sin que hubiese una relación directa y sin que estuviesen allí incorporadas medidas nuevas, “limpiar” el texto de esta ideología. Limpiar es un verbo que se usa también para justificar la acción criminal contra la gente que delinque en los barrios y veredas y lo que es más grave, contra lo distinto, lo diferente y allí la gente de orientación sexual distinta a lo heteronormativo, es víctima, es objetivo. Es decir todo lo planteado en estos acuerdos de paz está ya legislado, está incluido en nuestro ordenamiento jurídico de manera directa, por la jurisprudencia y por el bloque de constitucionalidad. Pero se dieron el lujo de hacer limpieza. Qué macabro, han caído asesinadas personas de la llamada población LGTBI, muchas mujeres y el indignante caso de la niña yanacona Yuliana que nos tiene consternados pensando en las miles de Yulianas. Por eso compartimos la preocupación de Antonio Caballero cuando en su reciente columna advierte sobre lo que llama la nueva matazón que de manera trágica repite la muerte selectiva de personas defensoras del ambiente, los territorios, los derechos y también vinculadas con movimientos sociales y políticos como la Marcha Patriótica, la UP, el Congreso de los Pueblos.

En su conferencia de abril de 2015 Brigitte Baptiste, en la cátedra Héctor Abad Gómez de la Universidad de Antioquia expresó a modo de pregunta:

¿En dónde quedan en todo este discurso, en toda esta evolución de los sistemas complejos, la mujer, el hombre, lo femenino, lo masculino? A mi manera de ver quedan exclusivamente en el terreno de la creatividad artística y en el sentido del disfrute. Ya no es necesario delimitar la condición de sexo o de género de nada ni de nadie, a menos que la usemos para gozarla. De resto se convierte en un atributo de discriminación y de abuso de poder, autoritario, y por tanto inaceptable. Por ello la verdadera liberación a la que estamos aferrados en este momento es asumir nuestras masculinidades o feminidades como construcciones deliberadas, ricas, llenas de sentidos, con las cuales nos sintamos satisfechas o satisfechos.

Y más adelante señala “No hay realmente ningún contenido moral en la definición de las sexualidades, salvo que atenten contra la voluntad y el bienestar de terceros; esa sería la regla ética”. Es una respuesta clara a las falacias de la ideología de género tan usadas para desinformar y atemorizar a la gente.

Esta mezcla de asuntos morales, religiosos y políticos es nefasta para una cultura democrática que hoy tiene sentidos estéticos, éticos renovados, pues la democracia intensa es respeto a las diversidades, reconocimiento a los derechos de la naturaleza, justicia ambiental, social y de género. Es imposible la paz en democracia sin el reencuentro con nuestra historia y nuestra memoria, con el reconocimiento de las devastadoras consecuencias de la guerra contra las personas, las familias, las comunidades, el territorio y los bienes comunes y públicos naturales y sociales. Renovamos nuestros compromisos con la construcción de un país en paz, sustentable, democrático y justo. Les deseamos un renacimiento en familia y comunidad que permita la renovación de propósitos y vínculos en la construcción de una democracia posible para nuestra sociedad. Felices fiestas y feliz año nuevo.

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Nuestro compromiso feminista y ambientalista se reafirma en esta penumbra que se ha impuesto por el auge inusitado de falacias que van contra la construcción democrática de una sociedad basada en los ideales de la igualdad, la solidaridad, la diversidad, el respeto y reconocimiento a las diferencias y su trato democrático que implica y contiene la comprensión del vinculo con la naturaleza de la somos parte. El reconocimiento ético de la naturaleza hecha territorio, es decir, agua, aire, energía, bosque, vegetación, agricultura, alimentos y entonces calidad de vida.

Entre el pesimismo y la perplejidad  vividas el 2 de octubre y la esperanza y alegría luego, cuando nos encontramos en estas sucesivas marchas y manifestaciones diversas convocadas como para exorcizar ese No que significó dar la espalda a las víctimas de las violencias desatadas en estos años, muchos años, más de 50 años de conflicto bélico. Movilizaciones en las que jóvenes y mujeres de manera principal han puesto el empeño de la resistencia a la mortífera violencia. Hemos marchado como nunca y nos hemos reafirmado en nuestro trabajo.

Estamos en noviembre, un mes marcado por una fecha muy importante definida así como una conquista de los movimientos de mujeres, el día del no a la violencia contra las mujeres, es también un mes definitivo en las negociaciones con las FARC – EP y el ELN. Este 25 de noviembre habrá de ser otro día de movilización creativa.

Nuestro compromiso ha sido siempre con la paz y la democracia. Nuestro sueño, y a él dedicamos todo nuestro esfuerzo colectivo está en la búsqueda de una sociedad pacífica, reconciliada con su diverso territorio, garante de la vida y los derechos de las mujeres, las juventudes, las comunidades campesinas, indígenas y negras, respetuosa de la dignidad del trabajo y las gentes trabajadoras.

La paz para Penca de Sábila tiene nombres, propósitos, claves. La concreción de derechos y políticas y por eso la paz se llama distrito rural campesino concebido como paisaje cultural y natural garante de los derechos de las familias campesinas que habitan en Medellín. Un distrito rural como el perfilado en el Plan de Ordenamiento Territorial puede ser aporte y referente en la lucha por la defensa del territorio, la vida, la cultura y la economía campesina en Colombia. La paz para nosotros se llama Ley propia como así la denominaron los acueductos comunitarios, una ley propia de iniciativa popular que garantice el derecho a la gestión colectiva del agua y el derecho humano al agua.

La paz tiene el nombre de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, de sus derechos humanos, del derecho a la tenencia segura de sus tierras y bienes, a la plena participación social y política. La paz para nuestra organización tiene el nombre de los derechos juveniles. La paz para nosotras tiene los colores del arco iris, de las disidencias sexuales y la defensa de las diversidades y las libertades.

Para Penca de Sábila la paz es Bio-diversidad.

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Durante los días 23, 24 y 25 de septiembre de 2016 en la ciudad de Medellín, Colombia logramos reunirnos como acueductos comunitarios y organizaciones acompañantes para reflexionar, discutir y construir nuestros lineamientos políticos y estratégicos, intercambiar experiencias de las acciones locales por la defensa de los acueductos comunitarios, presentar denuncias ante la política nacional de privatización de la gestión pública y comunitaria del agua, y discutir nuestra ley propia, mediante la cual exigimos consagrar el derecho a la autogestión comunitaria y el derecho colectivo al agua.

En los auditorios Camilo Torres de la Universidad de Antioquia y Gerardo Molina de la Universidad Nacional nos encontramos para discutir y encontrar alternativas para la defensa y protección de la gestión comunitaria del agua.

Durante el VI Encuentro logramos  consolidar y validar el proyecto de ley propia, definiendo mecanismos y estrategias de participación e incidencia política con propuestas viables y consensuadas, que permitirán concertar y exigir en todos los ámbitos el respeto a la gestión comunitaria del agua, teniendo en cuenta un eventual acuerdo con las guerrillas y sus implicaciones políticas y sociales para la construcción de la paz en nuestros territorios.

El tercer día del Encuentro, domingo, fue destinado para la realización de tres recorridos territoriales a acueductos comunitarios de Antioquia. Las delegaciones regionales se dividieron en grupos de 40-50 personas para visitar a estas organizaciones. Estos recorridos buscan el intercambio de experiencias entre los gestores comunitarios del agua, no solo para identificar propuestas y dificultades alrededor de las tecnologías implementadas sino también para dialogar sobre conflictos de los usos del suelo y fortalezas a nivel organizativo. Visitamos el Acueducto Multiveredal Rodrigo Arenas Betancur del Municipio de Fredonia, el Acueducto Juan-Cojo las cuchillas y el Acueducto La Meseta del Municipio de Girardota; y el Acueducto El Chuscalito del Municipio de La Unión.

 

Compartimos la Declaración de Medellín, VI Encuentro Nacional de Acueductos Comunitarios

Fuente: http://redacueductoscomunitarios.co/declaracionviencuentronacional/

Mujeres y hombres procedentes de veredas, corregimientos, municipios y barrios, del llano y la montaña, de la costa y la sabana, de los páramos y el altiplano, de las selvas y de las ciudades de Colombia, deliberamos con optimismo durante los días 23, 24 y 25 de septiembre acerca de la construcción de nuestra ley propia, y con esperanza seguimos acordando estrategias para el fortalecimiento y reconocimiento de la gestión comunitaria del agua.

Mas de trescientos representantes de las comunidades organizadas de Cundinamarca, Boyacá, Santander, Tolima, Meta, Guaviare, Casanare, Huila, Nariño, Cauca, Valle del Cauca, Bolívar, Guajira, Magdalena, Antioquia y Bogotá, nos reunimos nuevamente en asamblea con el objetivo fundamental de deliberar y acordar las acciones políticas para defender nuestro derecho a la gestión colectiva del agua y para confluir en un mismo caudal.

En un país donde se profundiza una política que impone la extracción ilimitada de los bienes comunes que sustentan nuestra vida en los territorios, se aplican y crean leyes que nos desconocen como comunidades organizadas, y se entregan servicios esenciales para la población al mercado; levantamos nuestras voces y propuestas, conocedoras de que la única manera de proteger nuestros territorios y el agua, es a través de la cooperación, la construcción de alternativas, la ayuda mutua, la resistencia y la movilización permanente y colectiva.

Vivimos un momento histórico en Colombia. El ruido del conflicto armado amaina con los acuerdos de paz logrados entre el gobierno nacional y las FARC-EP. Consideramos que esta situación puede brindar un escenario favorable, para movilizarnos en un aguacero democrático por la defensa del agua y su gestión comunitaria.

Nuestra propuesta es una ley para acueductos comunitarios, una ley propia construida durante años de trabajo, acordada en el III Encuentro Nacional en la ciudad de Cartagena. Este tiempo nos ha permitido dialogar, tejer confianzas, crear y nutrir una propuesta que recoge nuestras diversidades.

Durante estos días consolidamos la ley propia, con el compromiso de emprender una gran campaña nacional e internacional en defensa de la gestión comunitaria del agua basada en la promoción y la recuperación de la democracia participativa. Nos comprometemos a lo que esta campaña exige: todo un proceso de formación, comunicación, movilización política y el trabajo permanente en nuestras comunidades. A partir del acumulado que tenemos de cinco encuentros nacionales y dos audiencias públicas en el Congreso de la República, abriremos un gran debate nacional y emprenderemos la acción y movilización amplia y pública.

Contaremos con el apoyo de países y movimientos por la justicia hídrica que también buscan la transformación de un modelo social y económico inequitativo, bajo los principios de la sustentabilidad y la equidad, como la RED VIDA y la Plataforma de Acuerdos Público-Comunitarios de las Américas. Consolidaremos alianzas nacionales con movimientos, organizaciones y diversos sectores sobre la base del respeto a la autonomía y la iniciativa comunitarias.
Nos comprometemos a continuar promoviendo en nuestros territorios estrategias y acciones de fortalecimiento para cada acueducto comunitario, con el impulso de acuerdos municipales, ordenanzas departamentales, alianzas entre comunidades organizadas y organizaciones de apoyo, entre otras.

Hemos elegido un escenario de acción para nuestra defensa que podemos significar como un campo de derechos. Vamos a exigir nuestros derechos fundamentales y derechos colectivos, así como los derechos del agua y la naturaleza, donde compartimos y nos relacionamos todos los seres vivos.

Para finalizar, los participantes de este encuentro nos solidarizamos con la valiente y heróica lucha de nuestra compañera Máxima Acuña de Perú, y le enviamos un fraternal saludo para que continúe su resistencia contra el capital trasnacional.

RED NACIONAL DE ACUEDUCTOS COMUNITARIOS DE COLOMBIA
25 de septiembre de 2016

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5 de Junio de 2016 Día Nacional del Campesino y la Campesina y Día Mundial del Medioambiente, tiempo de la Gran Minga Nacional y con la emoción de haber sido partícipes de la 8ª Marcha Carnaval por el Agua.

ESTA ES NUESTRA PAZ

“Tengo un país atravesado en la garganta
Vengo de una tierra que le sobra corazón y voluntad”
Martha Gómez

Venimos de la Asamblea de Movimientos Sociales por la Justicia Climática del 2015 en Bogotá y nos hicimos presentes en Ibagué el 3 de junio de 2016, comprometidos con la histórica Octava Marcha Carnaval por el Agua y en contra de la Minería, liderada por el Comité Ambiental. A Ibagué hemos traído nuestros cantos, nuestras consignas y nuestras luchas, para tejer con la diversidad del ambientalismo y del movimiento social esa gran fuerza, que con cada lucha apasionadamente edifica otros mundos posibles.

Reconocemos que la lucha contra de la minería, por la defensa del agua y la vida, que hoy protagoniza Ibagué y el Tolima contra la trasnacional minera Anglo Gold Ashanti manifiesta el rechazo de los colombianos ante las políticas extractivistas y la entrega de nuestra soberanía. Esta movilización se inserta en los propósitos de la Gran Minga Nacional a la que respaldamos incondicionalmente.

Este 4 de junio de 2016, en la Universidad del Tolima, y el 5 de junio en el Sindicato de Maestros del Tolima, SIMATOL, llegamos expresiones organizativas de muchos rincones de Colombia: de Antioquia, Caldas, Tolima, Huila, Valle del Cauca, Boyacá, Cundinamarca, Bogotá y Tolima. Acá estamos los defensores de los páramos, los custodios de las semillas, los protectores de las selvas, los que luchamos contra la minería depredadora y los megaproyectos petroleros y de fracking, hidroeléctricos, forestales y agroindustriales que homogeneizan los paisajes y empobrecen nuestras sociedades; somos también los que construimos con nuestras comunidades otras economías solidarias ajenas al lucro, subvirtiendo el individualismo que instala el capital y el consumismo. Se han unido también otros que no pudieron estar, pero que están listos para acometer las tareas desde la Costa Atlántica y Pacífica, el Nororiente, la Orinoquia y la Amazonia. Caminamos la palabra, valoramos nuestras experiencias colectivas, reflexionamos sobre nuestros retos de articulación y los peligros de afrontar las luchas solitariamente.

El encuentro nos permitió constatar los daños profundos del sistema capitalista, extractivista y voraz que, apoyado por el armamentismo y aún maquillado “verde”, generaliza la hambruna, degrada los suelos, sedimenta los ríos y destruye los territorios hídricos, contamina el aire, enloquece el clima con su adicción al petróleo y la ganadería extensiva, erosiona la riqueza genética de la biodiversidad, y empobrece poblaciones y culturas. Ese capitalismo está destruyendo las reservas ambientales y los territorios campesinos de los bordes urbanos para aglomerar en condiciones indignas e inicuas a grandes cantidades de hermanos y hermanas. Nuestro examen de las condiciones de la ciudad nos indican la necesidad de fortalecer la agenda ambiental urbana de los movimientos sociales en defensa de los bienes comunes, que también se representan en empresas estatales, municipales y departamentales de servicios públicos.

Vemos a la institucionalidad ambiental, como a todo el Estado, impregnada de corrupción y negligencia criminal, entregando al capital y a las élites económicas decisiones sobre el patrimonio ambiental, convirtiendo a la naturaleza en mercancía y a las gentes en objetos inermes y en clientelas electorales.

Hemos decidido ser Agenda Ambiental en Movimiento: un proceso mancomunado y solidario para cocrear y para actuar colectivamente por una sociedad en paz, justa y sustentable y de cara a procesos de articulación global – local. Nos sumamos al momento de esperanza y certeza que significan los acuerdos de paz con las insurgencias, y los entendemos como escenarios propicios para impulsar una agenda ambiental que reconozca la autonomía y diversidad territorial de los pueblos en defensa de la vida.

Hemos consensuado una agenda así:

1. Impulsar consultas populares en varios municipios de Colombia contra la minería contaminante y la explotación petrolera y el fracking con el acompañamiento del Comité ambiental del Tolima.
2. Acogemos la iniciativa de impulsar una moratoria nacional minera articulada a estas consultas populares.
3. Realizar el 5 de junio de 2017 una jornada nacional contra el extractivismo antecedida de ferias, marchas y carnavales en nuestros territorios veredales, corregimentales, barriales, municipales y regionales.
4. Respaldar a la red nacional de acueductos comunitarios de Colombia en su iniciativa de construir desde abajo su ley propia para la Gestión Comunitaria del Agua.
5. Trabajar con y desde las comunidades locales por la recuperación y conservación de los territorios hídricos para garantizar la soberanía y la justicia hídrica en nuestro país.
6. Incidir en las agendas de país en todos los ámbitos, alternativas de sustentabilidad y paz que históricamente y en el presente ya construyen comunidades y organizaciones como aportes a una sociedad, sustentable, justa, democrática y en paz. Es nuestra manera comprometida y crítica de participar y entender los escenario de los postacuerdos.

La Agenda Ambiental en Movimiento es el compromiso ambientalista desde el movimiento social con la vida, un compromiso para volver la mirada hacia las batallas que vendrán y alegrarnos porque estaremos acompañados y porque sabemos que con la poesía, la semilla y el canto, en un gran abrazo nacional y solidario estaremos en las grandes movilizaciones que se avecinan, de pie y felices clamando justicia, deponiendo los individualismos porque así lo hemos aprendido de nuestras gentes; así nos lo enseñan los ríos que también son nubes, y entre el día y la noche son las aguas que corren, las olas que agitan y las venas de la madre tierra. Estamos acá unidos y unidas en ser para los otros, para ser comunalidad, para hacer en convivencialidad, para construir los mundos sustentables que le legaremos a nuestros renacientes.

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Firmas:
● Comité Ambiental en Defensa de la Vida. Tolima
● Red de Comités Ambientales del Tolima.
● Comité Páramo Cruz Verde.
● Colectivo Ambiental William Barrios Villavicencio/Meta.
● Movimiento en cuidado y defensa del Territorio Kumanday.
● Grupo de Estudios Jurídicos y Sociojurídicos de la Universidad de Caldas.
● Mesa Hídrica del Piedemonte Llanero Villavicencio/Meta.
● Río Blanco Aula Ambiental, Guayabetal Cundinamarca.
● Asociación Ambiente y Sociedad Colombia.
● Coordinación Nacional de Pueblos, Organizaciones, Lideresas y Líderes Indígenas CONPI Colombia.
● Autoridades Indígenas Tradicionales de Colombia. Gobierno Mayor. (15 Comunidades Indígenas del Putumayo)
● Corporación Aguachica Modelos de Paz.
● Asoverde Energías Limpias.
● Casa de Colores La Calera.
● Fundación Alma.
● No a los Proyectos UPNE.
● Fuerza Común.
● Fundación Trenza.
● Plataforma Social Engativa.
● Mesa Ambiental de Engativá.
● Mesa de Cerros.
● Mesa Ambiental de Occidente (Bogotá)
● Veeduría de La Calera a la Perimetral de OrientePOB
● Veedurías medio ambientales de la CaleraCundinamarca.
● Veeduría de Ubaque.
● Comité Dinamizador del Tolima.
● Colectivo SocioAmbiental Anibal Patiño.
● Red Universitaria por la PazRed Unipaz Nodo Centro.
● ECOFONDO Nacional.
● Asamblea regional centro oriental de Ecofondo. ARECO.
● Corporación Penca de Sábila.
● ENDA Colombia.
● Corporación SOS Ambiental.
● Campaña al Aire Libre en el Valle de Aburrá Antioquia.
● Asociación Departamental de Acueductos Comunitarios de Antioquia, ADACA.
● Mesa de Educación, Instituto de Estudios Ambientales, Universidad Nacional de Colombia Sede Palmira.
● Comité Departamental en defensa del Agua y la Vida de Antioquia.
● Colectivo Agrario Abya Yala
● Comité Apoyo técnico ASTRACAVA
● Comité Municipal en Defensa del Agua y la Vida Palmira Valle
● Ecoaldea Atlántida
● Red Intercultural Territorios de Vida del Centro Cauca
● Corporación ECORECUPERAR
● Red Nacional del Agua.
● Mesa Ecuménica por la Paz
● Coalición de movimientos y Organizaciones Sociales de Colombia Comosoc
● Asamblea Mandato Popular del Centro de Bogotá
● Mesa de Consejos Locales del Consejo Consultivo de Ambiente de Bogotá
● Consejo de Planeación Local de Santa Fe, Localidad 3. de Bogotá
● Asociación de Juntas Comunales de la Localidad de Santa Fé. Bogotá.
● Mesa Ambiental de Cerros Orientales de Bogotá
● Colectivo de Investigación en Problemas SocioAmbientales.
● Grupo Ecológico Inem Grei. Villavicencio.
● Red de Mujeres Ambientalistas del Meta.
● Caminata Sagrada.
● Humitos Sagrados de Colombia
● Freskiemos el ambiente (freskiemoselambiente@gmail.com)

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Nos reunimos hoy 12 de mayo de 2016 en la ciudad de Medellín para discutir las nuevas amenazas de privatización y despojo de los bienes comunes naturales y culturales y de instituciones populares y públicas a través de políticas gubernamentales, firma de tratados internacionales, venta de organismos estatales, en el marco de un modelo económico que profundiza el extractivismo y la destrucción de los bienes naturales, el agua, el aire, los suelos, la biodiversidad, las culturas y los paisajes y los territorios.

Hace más de dos décadas se dio la entrada oficial al neoliberalismo en el país. La constitución de 1991 y leyes posteriores, en especial la 142 y 143 de 1994 de servicios públicos y mediante la que se establece el régimen para la generación, interconexión, distribución, y comercialización de electricidad en el territorio nacional, que sumadas a la política empresarial para el manejo de los mismos, implementada mediante decretos, establecieron un cambio en la concepción de los servicios públicos y en quiénes pueden prestarlos, otorgando un papel principal a la actividad empresarial, desarrollada por privados, entidades de economía mixta o sociedades por acciones de capital en principio estatal, con la posibilidad futura de venta a cualquier interesado. Todo ello, amparado en los argumentos de eficiencia económica, eficacia y ausencia de corrupción, afirmando de otro lado, la falta de competencia, la carencia de fondos del Estado, los altos costos que implica la prestación de los servicios, la incapacidad de las comunidades organizadas, rurales y urbanas para la autogestión de servicios esenciales, su atomización y la insostenibilidad financiera. De esta manera se permitió y permite que los servicios públicos como finalidad del Estado sean entregados al sector privado, acabando con el modelo netamente estatal y con la gestión de los mismos por parte de organizaciones comunitarias con arraigo en los territorios.

La privatización de los servicios públicos implica la pérdida de soberanía y la mercantilización de los bienes comunes asociados a dichas actividades, como el agua y el gas, el detrimento del patrimonio público y la denegación de los derechos humanos que se garantizan a través de ellos, como el acceso y suministro de agua potable, energía y gas para todas las personas sin exclusión y a bajo costo, lo que vulnera el principio democrático que inspira nuestro sistema de gobierno y el derecho ciudadano a participar en la toma de decisiones sobre nuestros servicios, nuestro territorio y los bienes que lo conforman, priva a las comunidades de la gestión autónoma y del derecho a constituirse en instancias válidas de representación en los escenarios locales y departamentales.

Denunciamos la democratización de las empresas estatales como una estrategia al servicio de la privatización de lo público, cuyo propósito final es el fraccionamiento del capital estatal en acciones que se venden, intercambian, acumulan o monopolizan pocos, rechazamos también los mecanismos administrativos de toma de posesión y liquidación de organizaciones comunitarias que garantizan el agua a amplios sectores de la población y las declaramos como patrimonio público- comunitario, histórico y cultural de nuestra Nación.

La privatización tiene un impacto social negativo en relación a las tarifas, la pérdida del patrimonio público, comunitario y ambiental, pone en riesgo la permanencia de los habitantes en el territorio, crea inseguridad energética e hídrica y vulnera derechos humanos.

Aparece como nueva amenaza el acuerdo internacional sobre el comercio de servicios TISA, que Colombia está negociando en compañía de otros 49 países, estrategia del corporativismo y las multinacionales para apropiarse de los servicios que garantizan derechos y que aún son gestionados por el Estado y las comunidades. La privatización de los servicios en diversas partes del mundo ha sido un fracaso y por ello en más de 346 ciudades se han realizado procesos de remunicipalizacion de los servicios de agua y saneamiento; aun así, el mercado continúa en la búsqueda de acuerdos que garanticen la entrega del sector a los privados y la posesión sobre los servicios públicos esenciales existentes y los que puedan prestarse en el futuro.

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En este contexto, identificamos las diversas formas de resistencia promovidas en las últimas décadas por las organizaciones sindicales, comunitarias, no gubernamentales y solidarias, inspiradas en principios humanistas y ambientalistas en defensa de los bienes comunes, los derechos humanos y la soberanía nacional. La organización, investigación, formación, articulación, movilización y la lucha creativa han sido esenciales para denunciar y disminuir los efectos de la privatización.

Los sindicatos, los acueductos comunitarios, las organizaciones ambientalistas y de economía solidaria nos vemos en la necesidad de defender la gestión pública y comunitaria de los servicios y fortalecer la participación ciudadana en la toma de decisiones que afecten nuestros bienes comunes, derechos humanos y patrimonio público-comunitario. Continuaremos denunciando y divulgando los efectos de la privatización, articulándonos en acuerdos público- público-, público-comunitario, comunitario-comunitario y solidarios apoyando e intercambiando nuestras resistencias creativas tanto a nivel nacional como internacional para contrarrestar los efectos de los acuerdos público-privados –APP- promovidos por las instituciones financieras internacionales y las multinacionales. Así mismo, nos comprometemos a discutir y fortalecer la campaña contra el acuerdo TISA que se desarrolla a nivel global.

Medellín, 12 de mayo de 2016.

Sindicato Nacional de Trabajadores de ISAGEN, SINTRAISAGEN.
Sindicato de Trabajadores de Acuavalle SA ESP, SINTRACUAVALLE.
Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema Nacional Ambiental, SINTRAMBIENTE.
Sindicato Nacional De Trabajadores de ISA, SINTRAISA.
Sindicato de Trabajadores de la Industria Energética, SINTRAE.
Sindicato de Industria de los Trabajadores Profesionales de las Empresas de Servicios Públicos Domiciliarios, Complementarios y Conexos, SINPRO.
Unión de Sindicatos de EMCALI, USE.
Internacional de Servicios Públicos, ISP.
Asociación Departamental de Acueductos Comunitarios de Antioquia, ADACA.
Plataforma de Acuerdos Públicos Comunitarios de Las Américas.
Cooperativa Confiar.
Corporación Ecológica y Cultural Penca de Sábila.
Comité Departamental en Defensa del Agua y de la Vida de Antioquia.
Amigos del Medio Ambiente, AMA.
Fundación Darién

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Los acuerdos públicos comunitarios surgen como alternativa a las amenazas de privatización que frente a la gestión pública y comunitaria del agua se vienen presentando en las últimas décadas. La promoción de la cooperación entre instituciones públicas, sindicatos y/o asociaciones, mediante acuerdos publico comunitarios favorecen esta gestión pública y comunitaria del agua y contribuyen a mantener su cualidad de gestión sin ánimo de lucro y garante del acceso y suministro de agua como un servicio público de calidad, manejo solidario y sostenible.

En esta perspectiva surge el Acuerdo Público-Comunitario (APC) para fortalecer la gestión comunitaria del agua que realiza el Acueducto Comunitario San Andrés, localizado en la vereda San Andrés, en el municipio de Girardota-Antioquia.

Los Sindicatos SINTRACUAVALLE y SINTRAMBIENTE, el Acueducto La Sirena (Cali), la Corporación Ecológica y Cultural Penca de Sábila, la Asociación de Acueductos Comunitarios de Girardota (GIRAGUAS) y la Asociación Departamental de Acueductos Comunitarios de Antioquia (ADACA) formaron una alianza respaldada por la Plataforma de Acuerdos Público Comunitarios de las Américas, con el objeto de promover el apoyo solidario a esta comunidad organizada que gestiona el sistema de acueducto y a la comunidad beneficiaria y fortalecer el proceso organizativo y el mejoramiento del sistema de acueducto comunitario mediante asesoría y acompañamiento permanente.

Para construir el plan de trabajo se tuvieron en cuenta las problemáticas identificadas en 2014 durante el Encuentro Internacional URCOLBO, observadas a través del recorrido territorial realizado por los componentes del sistema y la relación de la comunidad con el sistema. De acuerdo con lo anterior se planteó un proceso de fortalecimiento integral al Acueducto Comunitario San Andrés de Girardota, mediante una agenda desarrollada en dos momentos, uno de fortalecimiento organizativo y otro de acompañamiento técnico, pero ambos ejecutados de manera sinérgica.

Pasantía de intercambio en Cali, Valle del Cauca

La pasantía de intercambio entre el Acueducto Comunitario San Andrés, Girardota (Antioquia) y el Acueducto Comunitario de La Sirena, Cali (Valle del Cauca) fue realizada en el marco de la celebración de los 50 años de SINTRACUAVALLE, sindicato de la Empresa Pública ACUAVALLE, entre los días 26, 27 y 28 de febrero de 2015. El 28 de febrero se llevó a cabo la visita al Acueducto Comunitario La Sirena donde participaron 2 integrantes de la junta administradora del acueducto comunitario de San Andrés y 2 personas representantes de la comunidad, quienes tuvieron la oportunidad de conocer sus experiencias y prácticas, especialmente a nivel técnico y organizativo.

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Pasantía de intercambio, visita técnica en Girardota, Antioquia

Los días 26, 27 y 28 de marzo de 2015,  4 empleados de SINTRACUAVALLE y SINTRAMBIENTE visitaron el Acueducto de San Andrés en Girardota, en Antioquia. El objetivo general de este intercambio fue el fortalecimiento de la gestión comunitaria del agua en la Vereda San Andrés y mejorar la prestación del servicio a través del intercambio de saberes y experiencias y conocimientos horizontal, solidario y sin fines de lucro. El intercambio consistió en propiciar el análisis sobre las diferentes propuestas para el sistema de acueductos de la vereda San Andrés y realizar los análisis fisicoquímico, bacteriológicos y el aforo de la quebrada el Cedro que abastece el acueducto y de la quebrada La Correa, que potencialmente puede suplir las necesidades del acueducto acorde al crecimiento de la población. Se hizo una valoración general de las condiciones geográficas, ambientales y de saneamiento de la micro-cuenca de la quebrada El Cedro (fuente actual del acueducto) y de la quebrada La Correa.

Intercabio 26-27-28 marzo de 2015 (15)

Otras actividades para el fortalecimiento del Acueducto Comunitario de San Andrés

Durante el 2015 se han realizado asambleas informativas, como espacios de reunión de los/as asociados/as de la organización comunitaria para informarse y dialogar sobre temas relacionados con el acueducto; reuniones de acompañamiento a la junta directiva del acueducto comunitario, reuniones por sectores de la Vereda San Andrés, encuentros y asamblea de delegados/as, y otros recorridos técnicos por el sistema de acueducto.

15 08 reforma estatutos delegados

El acompañamiento a la organización del acueducto comunitario de la vereda San Andrés ha posibilitado el encuentro entre actores diversos que conviven en un mismo territorio. Cada espacio ha favorecido el reconocimiento, la construcción de confianzas, el intercambio de experiencias y la formación desde el diálogo de saberes.

Así mismo, de ha aportado a la cohesión de la Junta Directiva, del grupo de delegados/as y en general de la Asociación con la comunidad, lo cual se ve reflejado en la ejecución de un 90% de las actividades programadas que se han desarrollado de acuerdo a las necesidades y particularidades de la organización y en las que la participación se convierte en un indicador que deja ver cómo ha aumentado el sentido de pertenencia por la comunidad organizada del acueducto de San Andrés, asumiendo este como espacio y patrimonio de todos/as.

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