Una iniciativa ciudadana de abajo hacia arriba por la ruralidad campesina en Medellín
Para el Movimiento Político Feminista de Mujeres Estamos Listas y la Corporación Ecológica y Cultural Penca de Sábila es satisfactorio comunicar que durante el 2021 se ha avanzado en la construcción participativa ciudadana de una propuesta de política pública para la ruralidad campesina en el municipio de Medellín.
En un año de profundos movimientos sociales, culturales y políticos en nuestro país, en medio de la pandemia Covid-19, este proceso participativo ha significado esperanza y posibilidad de cambio para las comunidades que se han vinculado, manifestando la urgente necesidad de que el Gobierno Municipal atienda especialmente a una población amenazada por situaciones como la expansión urbana, la falta de articulación institucional para la atención de sus necesidades, la competencia nacional e internacional en producción de alimentos que afecta la soberanía alimentaria de un municipio que cuenta con más del 70% del territorio rural.
Es por esto que el proceso de construcción se ha enfocado en identificar los problemas prioritarios de la población rural campesina, así como las alternativas y propuestas de solución a los mismos, con el fin de que la política pública sea una disposición para que el Concejo y el Gobierno Municipal encaminen acciones concretas que dignifiquen la vida campesina en la segunda ciudad más importante del país.
Desde el mes de mayo de 2021 se han instalado diez Mesas Campesinas Agropecuarias sectoriales en los cinco corregimientos de Medellín, en donde han participado 272 personas. Las mesas se configuran como el espacio amplio de participación campesina en la construcción de la Política Pública. Así mismo se han realizado a la fecha dos encuentros exclusivamente de mujeres campesinas y rurales en San Cristóbal y San Antonio de Prado con el objetivo de identificar las problemáticas que enfrentan las mujeres en sus corregimientos y priorizar sus necesidades en la construcción de la política pública.
Además de esto, se han conformado tres grupos focales en los cuales han confluido población campesina, académicos y académicas de diferentes universidades de la ciudad y personas que viven, habitan y sienten la importancia de preservar y proteger la vida campesina en nuestro municipio; también se realizó un grupo focal con medios de comunicación comunitaria vinculados a los corregimientos.
Consideramos esta propuesta ciudadana como una oportunidad de continuar aportando en la construcción de paz para la ciudad y el país y en el marco de un malestar social que exige del Estado compromisos reales y concretos en la materialización de derechos.
Invitamos a medios de comunicación nacionales, locales y corregimentales para acompañar y acercarse a este proceso de construcción participativa ciudadana, para contarle al municipio de Medellín que la continuidad de la vida y el territorio rural campesino es un asunto que nos interesa a todas y todos.
Situación de las mujeres rurales y campesinas en los cinco corregimientos de Medellín
La Red Intercorregimental de Mujeres de Medellín junto con la Corporación Ecológica y Cultural Penca de Sábila, el martes 5 de octubre, llevaron a cabo el encuentro Dialogo: Territorio y Vida Digna, situación de las mujeres rurales y campesinas de los corregimientos de Medellín, un espacio de conversación frente a la vulneración de Derechos y violencias que enfrentan las mujeres y el accionar desde la Secretaría de las Mujeres de Medellín en los cinco corregimientos.
En el dialogo participaron: Marina Molina, lideresa de San Sebastián de Palmitas, y Diana Sierra, lideresa de San Cristóbal; quienes hicieron énfasis en dos de las problemáticas que enfrentan las mujeres en la ruralidad, por una parte los diferentes obstáculos para lograr autonomía económica debido a que el trabajo doméstico, las labores de cuidado y los qué haceres en la finca campesina siguen sin ser reconocidos ni remunerados, además de la persistencia de las violencias basadas en género contra las mujeres y la falta de cobertura de mecanismos de atención en los corregimientos de la ciudad.
Las participantes evidenciaron la constante revictimización a la que se ven expuestas ante los operadores de justicia presentes en los corregimientos. Por su parte, las funcionarias de la Secretaría de las Mujeres aunque llegaron una hora tarde al evento, alcanzaron a manifestar las limitaciones en términos de recursos, ejecución y articulación con las demás secretarías para dar solución a las problemáticas que enfrentan las mujeres de la ciudad.
Entre las violencias contra las mujeres rurales y campesinas se resaltó la violencia política en los escenarios de participación y toma de decisiones como las JAC, las JAL y los CCP, con denuncias concretas de San Cristóbal y San Sebastián de Palmitas donde las lideresas enfrentan situaciones de persecución, hostigamiento y desprestigio por defender los Derechos Humanos de las mujeres. Allí se puso la alerta frente a la necesidad de un acompañamiento permanente a las mujeres lideresas para erradicar las prácticas machistas y misóginas que limitan la participación.
Como alternativa a las diferentes problemáticas evidenciadas, las mujeres retomaron la figura del Distrito Rural Campesino y las diferentes propuestas que han realizado durante todos estos años en sus etapas de diagnóstico y formulación para transversalizar de manera efectiva el enfoque de género; pese a su descontento frentes a la Resolución de aprobación donde no quedó ni una de sus propuestas.
Por su parte, Lesly Lopera, funcionaria de la Secretaría de las Mujeres, anunció que hace parte de la mesa técnica de seguimiento al DRC donde busca posicionar las propuestas de las mujeres. También informó el inicio de la etapa de socialización en todas las veredas priorizadas, espacios donde será fundamental que las mujeres posicionen sus propuestas.
Con miras a promover mayores escenarios para la exigibilidad de Derechos para las mujeres rurales y campesinas, se considera importante seguir fomentando estos espacios de dialogo con la Administración Municipal, con el fin de hacer seguimiento y veeduría a la Política Pública para las mujeres urbanas y rurales de Medellín y a la transversalización del enfoque de género en el Distrito Rural Campesino.
El 19 de junio de 2021 tuvo lugar la Novena Asamblea Campesina de Medellín en el corregimiento San Sebastián de Palmitas. Al evento asistieron campesinos, campesinas, líderes, lideresas y jóvenes de los cinco corregimientos de Medellín, con el fin de discutir y reflexionar acerca de los territorios rurales campesinos de Medellín.
La jornada estuvo mediada por una metodología participativa que permitió escuchar diversas voces, exponiendo las preocupaciones y necesidades que hoy se plantean las campesinas y campesinos de los corregimientos para garantizar su permanencia en los territorios. De esa manera, se reiteró la importancia de la implementación del Distrito Rural Campesino para que no solo se piense la ruralidad, sino también se gestione, garantizando la vida digna y la permanencia de las campesinas y los campesinos en Medellín. Por su parte, la Red Intercorregimental de Mujeres realizó una presentación artística y compartió su pronunciamiento.
Desde los diferentes corregimientos se realizó la construcción del pronunciamiento que recoge todas esas exigencias y reivindicaciones que seguirán siendo la ruta para proteger la vida y la economía campesina. A continuación compartimos las palabras de la comunidad campesina de Medellín:
PRONUNCIAMIENTO NOVENA ASAMBLEA CAMPESINA DE MEDELLÍN
Campesinas y campesinos de los cinco corregimientos del municipio de Medellín, nos hemos vuelto a encontrar en la 9na Asamblea Campesina de Medellín “Por la defensa del territorio, la economía y la vida campesina”. En este espacio de reflexión, discusión y toma de decisiones, nos pronunciamos públicamente para exigir el cumplimiento de nuestros derechos como campesinos y campesinas, fortalecer la organización comunitaria en nuestros territorios y encaminar acciones de defensa y permanencia en el territorio rural campesino con justicia social y equidad de género.
Después de varios meses viviendo el aislamiento provocado por la pandemia a causa del covid-19, nos volvemos a encontrar en Asamblea para reafirmarnos en la defensa por el territorio, la economía y la vida campesina desde el poder colectivo que produce la unión de las organizaciones de mujeres, jóvenes y campesinas/os de los cinco corregimientos de Medellín quienes, a través de la producción agropecuaria, la defensa de los derechos, el resguardo de semillas y de los bienes comunes, aportamos Soberanía, Seguridad y Autonomía Alimentaria en los territorios rurales y los centros urbanos de este municipio. Es importante resaltar que los efectos de la pandemia expresados en cifras del DANE, demuestran que en el año 2020 la pobreza monetaria ascendió a 42,5%, lo que significa que 21 millones de personas en el país viven en esta condición. Frente a este panorama de injusticia social y de inequidad en el acceso a los alimentos, es la pequeña economía campesina quien ha aportado una salida solidaria y cercana a las demandas alimentarias y ambientales que ejercen los grandes centros poblados hacia los territorios rurales.
Esta 9na Asamblea Campesina de Medellín, se desarrolla en medio de un estallido social que reclama justicia social, económica y ambiental, y pone en el escenario la participación de las mujeres, las juventudes, las y los trabajadores y la comunidad campesina, afectada especialmente por las políticas neoliberales, y profundizadas en el actual gobierno del presidente Iván Duque, del partido Centro Democrático. En medio de esta coyuntura se han presentado graves violaciones a los Derechos Humanos por parte de la fuerza pública, según la Corporación Jurídica Libertad, en Antioquia desde el 28 de abril al 10 de junio de 2021 se han registrado: 710 privaciones de la libertad, 2 asesinatos, 73 desapariciones, 57 judicializaciones, 42 lesiones personales, 141 torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes, 19 comparendos, 10 amenazas y un sin número de violencias de género contra mujeres y diversidades sexuales, se han presentado graves casos de violencia sexual.
Pese a este panorama de paro nacional y condiciones desfavorables que ha dejado el aislamiento social, las comunidades organizadas y en movimiento, hemos levantado nuestros mandatos, propuestas y alternativas, para decir NO a la política de muerte y pobreza, NO a la política extractivista en los territorios, NO a la militarización de la vida de las juventudes, NO a la muerte de líderes y lideresas sociales, NO a la falta de salud y educación de las niñas y los niños, NO a la violencia de género contra las mujeres y diversidades sexuales y NO a la criminalización, la invisibilización y abandono de las comunidades campesinas.
Consideramos que la alcaldía municipal de Medellín en cabeza del alcalde Daniel Quintero, debe adelantar acciones de carácter urgente para proteger la vida y economía campesina, el agua, la soberanía alimentaria y los Derechos Humanos de las mujeres rurales y urbanas, e incluir directamente en su Programa de Gobierno las propuestas derivadas de la Agenda Ciudadana que se viene construyendo durante varios años con las comunidades campesinas, juventudes y mujeres de los corregimientos: San Cristóbal, Santa Elena, San Sebastián de Palmitas, Altavista y San Antonio de Prado. Una propuesta de “EcoCiudad”, debe integrar con especial atención a las comunidades campesinas y a los territorios rurales, no sólo como un lugar objeto de conservación ambiental, sino como un espacio donde se están tejiendo alternativas y propuestas de vida fundamentales para enfrentar la crisis climática que atravesamos.
Manifestamos con bastante preocupación, la desatención por parte de la alcaldía municipal a quienes habitamos los territorios rurales. El abandono y la negligencia en el control a la creciente parcelación en suelo rural ha venido afectando el modo de vida campesino, ha encarecido el valor de las tierras y con ello se ha dado el aumento desproporcionado de los impuestos, además de la afectación de las fuentes hídricas por vertimientos y las altas demandas en el uso del agua para otras actividades que compiten con la producción de alimentos.
Desde la mesa de cada corregimiento reunidas en esta Asamblea, manifestamos la situación y demanda actual de nuestros territorios:
Solicitamos de manera urgente, la implementación del Distrito Rural Campesino, figura de ordenamiento y gestión del territorio rural, instrumento incluido en el Plan de Ordenamiento Territorial actual. Según su agenda, exigimos que se lleve a cabo la Fase 3 de socialización y las fases siguientes. Es necesario que se destinen recursos propios y específicos para su implementación, así mismo que se brinde información clara y oportuna sobre el desarrollo del DRC a la veeduría y a la comunidad campesina en general. Necesitamos que la producción y economía campesina del municipio, sea incentivada a través de subsidios, acompañamiento técnico, mejoramiento de vías, exoneración de peajes (ubicados en la jurisdicción del municipio de Medellín), que se implementen subsidios en el cobro de impuestos y políticas especiales para pensión, salud y educación, así mismo que se establezcan consideraciones especiales en la clasificación del SISBEN. Es muy importante para nosotros y nosotras la promoción de mercados campesinos; es a través de la comercialización directa, la soberanía alimentaria y las redes de economía solidaria, como se asegura la permanencia de nuestras comunidades en el territorio y la alimentación sana de todas y todos. Frente a esto exigimos que se cumpla e implemente lo establecido en la ley 2046 del 6 de agosto de 2020, la cual establece mecanismos para promover la participación de pequeños productores locales agropecuarios.
Es necesario que en Medellín se formule una nueva política pública para la ruralidad; con la implementación de nuevos planes y proyectos con enfoque de género y la implementación del Distrito Rural Campesino con recursos propios, aseguramos alimentación y sostenibilidad tanto para las zonas rurales, como para las urbanas, en constante crecimiento y densificación. La Asamblea Campesina propone la definición de espacios amplios y renovados de participación, nos interesa la consolidación de las Mesas Campesinas y Agropecuarias como estrategia de concertación colectiva; las voces de las mujeres rurales, las juventudes, las niñas y los niños y los pequeños productores de alimentos, deberán ser la hoja de ruta de programas y proyectos que pongan en un lugar protagónico una política de protección al campesinado, a las mujeres rurales y campesinas, la protección a la vida en todas sus dimensiones y el goce de todos los derechos.
Finalmente, estamos comprometidas y comprometidos, para que el Municipio de Medellín y el Valle de Aburrá, se asuma y se construya como un escenario de paz territorial para el país. Es protegiendo la vida campesina, el agua, el territorio y haciendo efectivos los derechos campesinos y derechos humanos de las mujeres, como se hace paz, no hay paz en Colombia sin dignificación de campesinas y campesinos.
¡Juventudes, hombres y mujeres campesinas del municipio de Medellín, construímos propuestas para defender la vida y el territorio, y proponemos acciones para su defensa!
El Distrito Rural Campesino (DRC) aparece en 2014 gracias a la participación y la organización de las diferentes comunidades campesinas de la ciudad que vieron la necesidad de crear una figura de protección que les dotara de derechos y garantías para la defensa del territorio y su permanencia en él. Esta medida fue incluida en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de ese momento, pero 6 años después siguen sin culminar todas las fases de su constitución. Así mismo, sigue en riesgo el futuro de su implementación en el nuevo Plan de Desarrollo Municipal de la administración actual.
Este reto se plantea como una necesidad urgente y una oportunidad para repensar la influencia campesina, en la ciudad, tanto en lo histórico como en lo cultural. El 70% del territorio de Medellín se caracteriza por estar ubicado entre el borde de expansión urbana y el borde de conservación de alta montaña, lo que quiere decir que la mayoría de su territorio es rural y que se encuentra enmarcado en las 54 veredas y los 5 corregimientos que hacen parte de sí: San Sebastián de Palmitas, San Antonio de Prado, San Cristóbal, Altavista y Santa Elena.
Al respecto, el 2 de julio de 2020 realizamos un conversatorio en compañía del medio de comunicación Al Poniente por medio de Facebook Live. A través de la reflexión sobre la realidad campesina, no solo de quienes viven en la ruralidad, sino también de aquellas familias que tuvieron que migrar a la ciudad como efecto del conflicto armado que ha vivido Colombia a lo largo del tiempo.
En este conversatorio titulado “La Medellín Rural” estuvieron presentes Mariana Soto, quien es trabajadora social y coordinadora del Programa de Mujeres y Justicia de Género; Vanesa Sierra, socióloga y encargada del subprograma de Juventud; Armando Cano, campesino, técnico en agroecología y coordinador del Programa Soberanía Alimentaria y Economía Solidaria; finalmente, Héctor Lugo, ingeniero mecánico, magister en hábitat, miembro y fundador de la Corporación.
Se dio inicio a la jornada con la afirmación que hizo Héctor Lugo acerca de la nueva ruralidad que se reconoce como transformadora de su propio territorio: “La ruralidad ya no hace referencia a lo que está por fuera de la ciudad. La ruralidad de hoy es multifuncional, lo que se traduce en la conservación, la sostenibilidad, la posibilidad de contar con agua para las diferentes funciones y las formas de habitar el espacio de aquellos hombres y mujeres que actúan sobre él”..
Los principales retos que se expusieron durante la jornada son la posibilidad de construir una economía solidaria que vaya en concordancia con las condiciones de aquellos campesinos y campesinas que han dado su vida por cultivar la tierra sin ningún tipo de prestación social, el establecimiento de una ruta de acción diferenciada para la atención de la mujer campesina y el reconocimiento de su trabajo como una posibilidad económica que pueda garantizarle a ella su propia autonomía, la posibilidad de acceso a la educación superior y, con ello, al transporte, los materiales y las condiciones necesarias para garantizarle la joven y al joven campesino que el trabajo de la tierra también puede ser una posibilidad para construir un proyecto de vida digno.
Como conclusión, la pandemia demostró que la población rural campesina tiene propuestas y formas organizativas para generar soluciones a los problemas ambientales del Valle de Aburrá y de los municipios aledaños. Sin embargo, para que eso ocurra será necesario repensar el modelo de desarrollo sobre el cual se están pensando nuestras ciudades en relación con el campo.
La invitación es empezar a preguntarse cómo, desde la acción individual, se pueden cambiar esas situaciones que nos afectan a todos desde las diferentes aristas del problema. Por eso, apoyar el consumo local y las economías solidarias campesinas pueden ser el primer paso para replantear la forma en la que nos relacionamos tanto con el territorio como con las comunidades campesinas y las personas que habitan la ciudad.
Encuentre aquí la transmisión del conversatorio por la de cuenta Facebook del medio de comunicación Al Poniente: ‘La Medellín rural’
La Alianza por el territorio y la vida campesina en el Valle de Aburrá invitó el día 12 de marzo de 2020 al Foro: El futuro de la Medellín Rural. Les compartimos el video de la trasmisión.
Organizaciones que integran la Alianza:
Comunicado de Prensa 001
Medellín, 5 de febrero de 2020
El “campo” es un bien protegido por la Constitución Nacional y un asunto de Medellín
El pasado 16 de diciembre de 2019, el ex alcalde Federico Gutiérrez firmó la Resolución 201950118486 por la cual se adoptó el instrumento de planificación complementaria de segundo nivel, Distrito Rural Campesino para el Municipio de Medellín (DRC). Según el numeral 4 del artículo 485 del Plan de Ordenamiento Territorio (acuerdo 048 de 2014): “los Distritos rurales campesinos se adoptarán por resolución y tendrán fuerza vinculante para la inversión pública, el programa de planeación y gestión participativa, así como de soporte para la revisión y ajuste de mediano plazo del POT y la realización de proyectos e infraestructuras públicas”.
Con este instrumento de Planeación y gestión del territorio, mujeres y hombres campesinos tienen la oportunidad de permanecer en sus territorios en condiciones dignas y brindando soberanía alimentaria,
economía y vida para Medellín, así como lo contempla nuestra Constitución Política de 1991 en los artículos 58, 64, 65 y 66 en los que asigna a la propiedad una función social y ecológica, consagra como DEBER del ESTADO la protección y promoción del Desarrollo Rural, ordena mejorar la calidad de vida de la POBLACIÓN CAMPESINA, proteger la producción de alimentos y facilitar el acceso a la tierra (…).
Así mismo, asignó a los Municipios, como entidades fundamentales de la división político-administrativa del Estado, la función de prestar los servicios públicos que determine la ley, construir las obras que demande el progreso local, ORDENAR EL DESARROLLO DE SU TERRITORIO, promover la participación comunitaria, el mejoramiento social y cultural de sus habitantes, entre otras funciones dictadas por la ley. Por esta razón, más de 600 mujeres y hombres de 43 veredas de los 5 corregimientos fueron convocadas en el proceso participativo para la segunda fase de formulación del Distrito Rural Campesino (DRC), quienes dejaron más de 200 propuestas que quedaron consignadas y en espera a ser implementadas por el Plan de Desarrollo de la actual administración.
Es importante que los habitantes de Medellín conozcan la resolución que acoge el DRC y sepan que en el artículo 485 del acuerdo 48 de 2014 que “ (…) este instrumento de planificación de segundo orden debe garantizar un abordaje conjunto e integrado del territorio, identificando aquellas zonas que por sus características, diferencias y su modelo, desarrollen, precisen y den énfasis con programas y proyectos, con miras a consolidar el modelo de desarrollo rural del POT”, para su realización se definieron 5 fases: Diagnóstico, formulación, socialización, reglamentación y una última, de implementación y seguimiento. Las comunidades esperan la tercera fase de socialización para conocer los contenidos, la zonificación final y los proyectos que fueron adoptados finalmente en el proceso de participación.
Más información: 314 656 51 95
La interlocución con el Concejo es clave para que el Distrito Rural Campesino de Medellín sea realidad. El pasado 16 de diciembre nos encontramos las organizaciones campesinas ACAB, Campo Vivo, la Mesa Campesina de Altavista, la Veeduría al Distrito Rural Campesino de Medellín, el Comité de impulso de la Asamblea Campesina, la tienda de comercio justo Colyflor, la Red Intercorregimental de Mujeres, Mixtos del Campo, CORCAM, con la concejala Dora Saldarriaga y los concejales Luis Bernardo Velez y Daniel Duque en un espacio organizado por la Corporación Penca de Sábila en el auditorio Torre de la Memoria de la Biblioteca Pública Piloto.
Las asociaciones y organizaciones asistentes hacen parte de la Asamblea campesina del Valle de Aburrá, presentaron su colectivo y sus acciones concretas en la defensa de la permanencia digna de las comunidades en los territorios, las problemáticas y necesidades principales que existen en los corregimientos con el fin de crear una agenda campesina conjunta para el próximo año.
La falta de reconocimiento por parte de la administración municipal, la desarticulación de las dependencias administrativas frente a la ruralidad y la invisibilización existente de las realidades campesinas de la ciudad, son retos que tendrá el Concejo para el año 2020.
“Parece mentira que en Medellín se tenga que salir de las veredas en mula”
La falta de vías, los gravámenes fiscales en los territorios, la presión y expansión urbanística, el impuesto predial, el aumento de los costos de los servicios públicos, las dificultades para acceder a derechos básicos como salud, educación contextualizada y pertinente, son algunas de las problemáticas históricas a las que se enfrentan las comunidades campesinas de la ciudad. Como respuesta, las familias campesinas venden la finca y/o se desplazan, pero también se organizan para lograr incidencia política y permanecer en sus territorios de forma digna.
El concejal del movimiento Independientes, Luis Bernardo Velez reconoció que la ruralidad campesina se encuentra en un riesgo inmenso y señaló que es importante volver a revisar el Plan de Ordenamiento Territorial y los alcances para el Distrito Rural Campesino, que aun no tiene instancia administrativa, pues no hay dependencias en la alcaldía adonde ir a preguntar por el mismo.
La concejala del movimiento político Estamos Listas, Dora Saldarriaga del corregimiento de Santa Elena, insistió en que a las comunidades campesinas se les ha robado la voz frente a la planeación de sus territorios, no existen estudios detallados sobre las zonas de reserva forestal de los corregimientos y convocó a las personas asistentes a conversar con el movimiento sobre la ruralidad de la ciudad el 11 de enero a las 2:00 p.m.
Por último, Daniel Duque del Partido Alianza Verde insistió en la desarticulación existente en la alcaldía municipal frente a los retos de la ruralidad campesina y que por ello es necesario incluir el DRC en un acuerdo municipal.
Tres voces que se comprometieron a plantear incluso una reflexión en el Concejo de la ciudad sobre la ruralidad campesina y el Distrito Rural Campesino para Medellín. La administración municipal tiene la responsabilidad de acercarse y entender las complejidades rurales campesinas para generar acciones y sobre todo, la garantía del cumplimiento de lo propuesto en el DRC, así como de un diálogo abierto con las comunidades para agenciar procesos reales de participación.
Te invitamos a conocer más sobre el Distrito Rural Campesino y los corregimientos de Medellín en los siguientes vídeos:
Una vez más, nos encontramos como comunidades y organizaciones campesinas en la VIII Asamblea Campesina del Valle de Aburrá para reafirmar y construir la ruta a seguir durante este 2019 en la exigencia de la garantía de nuestros derechos con el objetivo de una vida digna. Desde el año 2013, este espacio de participación ha generado intercambios de experiencias y saberes alrededor de la vida campesina en los corregimientos de Medellín y en los municipios del Valle de Aburrá. Las organizaciones campesinas, asociaciones productivas, redes de mujeres, mesas ambientales, redes juveniles, prensa alternativa y comunitaria, entre otras, nos reunimos en la movilización de los territorios rurales campesinos.
Unimos la voz en la urgencia de reconocimiento de la Declaración de derechos campesinos, aprobada por la ONU el pasado 17 de diciembre de 2018. Este instrumento jurídico internacional fue adoptado con el apoyo de 121 países, 8 votos en contra y 54 abstenciones. Colombia se abstuvo de votar, lo que representa el desconocimiento histórico del contexto rural campesino. Se ignora el papel fundamental que campesinas y campesinos aportamos a la sociedad desde la producción de alimentos, la protección y defensa de los territorios y bienes comunes; lo que aumenta la desigualdad y se profundizan las brechas urbano-rurales, las violencias y los procesos de desarraigo y despojo de tierras.
Mientras en la Declaración, compuesta por 28 artículos, se incluyen el derecho a la tierra, al agua, a las semillas, a las formas de producción agro-ecológicas, a un medio ambiente intacto y el derecho de definir sus propios objetivos económicos y alimentarios, en Colombia y en el Valle de Aburrá, continuan las vulneraciones y denegaciones constantes de nuestros derechos. En esta ocasión rechazamos el aumento en el impuesto predial, las exigencias tributarias del Estado y la falta de políticas claras sobre el uso y la distribución de la tierra en los territorios rurales campesinos del Valle de Aburrá. En estos vídeos, las campesinas y campesinos narramos la situación.
Durante esta semana, compartiremos más vídeos relacionando esta problemática en los territorios rurales campesinos del Valle de Aburrá.
Ante estas situaciones, seguimos en la construcción del Distrito Rural Campesino para Medellín, la figura de gestión social y ordenamiento del territorio incluida en el Plan de Ordenamiento Territorial de Medellín, que busca proteger y garantizar la permanencia de la vida campesina. En su segunda fase “formulación participativa”, se han generado espacios para que las comunidades campesinas participen con sus propuestas y que permitirán conservar y mejorar la calidad de vida de todas y todos. Entre éstas, la garantía plena de derechos que permitan permanecer en el campo, el acceso a la tierra, la titulación compartida de la tierra y la protección y conservación del territorio con gente.
Finalizamos la VIII Asamblea Campesina del Valle de Aburrá con una movilización que buscaba la exigencia de legitimidad de los procesos adelantados por las organizaciones que integran la Asamblea y la autonomía en nuestros territorios rurales, así como la reparación por el incumplimiento de nuestros derechos. La movilización que salió desde la Universidad de Antioquia, terminó con un plantón en el Parque Berrío en el que se rechazó el aumento del impuesto predial a través de una quema simbólica del documento.
Encuentre aquí el Pronunciamiento de la VIII Asamblea Campesina del Valle de Aburrá.