Una iniciativa ciudadana de abajo hacia arriba por la ruralidad campesina en Medellín

Para el Movimiento Político Feminista de Mujeres Estamos Listas y la Corporación Ecológica y Cultural Penca de Sábila es satisfactorio comunicar que durante el 2021 se ha avanzado en la construcción participativa ciudadana de una propuesta de política pública para la ruralidad campesina en el municipio de Medellín.

En un año de profundos movimientos sociales, culturales y políticos en nuestro país, en medio de la pandemia Covid-19, este proceso participativo ha significado esperanza y posibilidad de cambio para las comunidades que se han vinculado, manifestando la urgente necesidad de que el Gobierno Municipal atienda especialmente a una población amenazada por situaciones como la expansión urbana, la falta de articulación institucional para la atención de sus necesidades, la competencia nacional e internacional en producción de alimentos que afecta la soberanía alimentaria de un municipio que cuenta con más del 70% del territorio rural.

Es por esto que el proceso de construcción se ha enfocado en identificar los problemas prioritarios de la población rural campesina, así como las alternativas y propuestas de solución a los mismos, con el fin de que la política pública sea una disposición para que el Concejo y el Gobierno Municipal encaminen acciones concretas que dignifiquen la vida campesina en la segunda ciudad más importante del país.

Desde el mes de mayo de 2021 se han instalado diez Mesas Campesinas Agropecuarias sectoriales en los cinco corregimientos de Medellín, en donde han participado 272 personas. Las mesas se configuran como el espacio amplio de participación campesina en la construcción de la Política Pública. Así mismo se han realizado a la fecha dos encuentros exclusivamente de mujeres campesinas y rurales en San Cristóbal y San Antonio de Prado con el objetivo de identificar las problemáticas que enfrentan las mujeres en sus corregimientos y priorizar sus necesidades en la construcción de la política pública.

Además de esto, se han conformado tres grupos focales en los cuales han confluido población campesina, académicos y académicas de diferentes universidades de la ciudad y personas que viven, habitan y sienten la importancia de preservar y proteger la vida campesina en nuestro municipio; también se realizó un grupo focal con medios de comunicación comunitaria vinculados a los corregimientos.

Consideramos esta propuesta ciudadana como una oportunidad de continuar aportando en la construcción de paz para la ciudad y el país y en el marco de un malestar social que exige del Estado compromisos reales y concretos en la materialización de derechos.

Invitamos a medios de comunicación nacionales, locales y corregimentales para acompañar y acercarse a este proceso de construcción participativa ciudadana, para contarle al municipio de Medellín que la continuidad de la vida y el territorio rural campesino es un asunto que nos interesa a todas y todos.

El Subprograma de Participación y Organización Juvenil acompaña en el proceso de formación y fortalecimiento organizativo a dos colectivos juveniles: REDAJIC (Red Ambiental y Cultural Juvenil Intercorregimental) conformada por jóvenes que habitan los corregimientos de Medellín y a la que se han sumado jóvenes de la zona urbana, y REJUVE (Revolución Juvenil Verde) del corregimiento de San Félix del municipio de Bello.


Este proceso de acompañamiento se realiza a través de diferentes actividades como recorridos territoriales para identificar problemáticas socioambientales y generar un vínculo de apropiación con la ruralidad; cineforos y talleres formativos desde la educación popular con temas diversos
relacionados con el ambientalismo, el feminismo y las diferentes expresiones de resistencia juvenil. Con este proceso se pretende generar una conciencia crítica que le apueste a la defensa del territorio rural y la transformación de las relaciones desiguales entre hombres y mujeres.


Ante el distanciamiento social causado por la pandemia, las actividades presenciales se suspendieron, dando paso a nuevos procesos de adaptación para mantener el vínculo con los y las jóvenes, para esto se hizo necesario realizar los encuentros de manera virtual, evidenciando los múltiples obstáculos que tiene la juventud rural para acceder a una conectividad estable. A partir de eso, se ha optado por hacer encuentros con grupos pequeños donde se pueda cumplir con unas normas mínimas de bioseguridad, como el uso de tapabocas, alcohol para desinfectar y mantener una distancia prudente.


El pasado 6 de septiembre se retomó la presencialidad con un recorrido territorial con el grupo REJUVE en la vereda Charco Verde del corregimiento de San Félix, se pudo recorrer la cuenca de la quebrada La García, fuente hídrica fundamental que nace del Páramo de las Baldías y
abastece de este líquido vital a las comunidades campesinas.

¿En qué queda la participación ciudadana en la discusión del Plan de Desarrollo de Medellín

31 de marzo de 2020

Por mandato de ley los instrumentos de planificación nacionales y locales deben ser participativos, en los artículos 1, 2, 311, 318 y 342 de la Constitución Nacional y los artículos 3, 31 y 35 de la Ley 152 de 1994 se garantiza la participación representativa, libre y bien informada de la ciudadanía colombiana; en la Ley 152 se consideran entre otras cosas, las responsabilidades y funciones de los  Consejos Territoriales de Planeación para garantizar la participación representativa en la discusión del Plan Nacional de Desarrollo, en los Planes de Ordenamiento Territorial y en los Planes de Desarrollo Municipales.  

El 14 de marzo del año en curso, el Consejo Territorial de Planeación (CTP) comenzó la discusión participativa del anteproyecto del Plan de Desarrollo de Medellín en los corregimientos, donde habitan más de 500.000 personas y más de 50.000 campesinas y campesinos, pero debido a la amenaza mundial del COVID-19, el proceso de participación quedó suspendido y solo se logró hacer un taller en San Cristóbal con una baja asistencia: entre 10 y 15 personas, por lo cual la comunidad en diferentes eventos y por diferentes medios, llamaron la atención del CTP para que repitiera el encuentro de San Cristóbal y garantizara los talleres participativos en los demás corregimientos de San Antonio de Prado, Altavista, San Sebastián de Palmitas y Santa Elena, garantizando la legitimidad del proceso participativo. 

Es importante tener en cuenta que un Plan de Desarrollo que no esté respaldado por un proceso participativo es inconstitucional y es por esto que le solicitamos al Alcalde, al Consejo Territorial de Planeación y al Concejo de Medellín que no le den curso al Plan de Desarrollo hasta que no haya un proceso de participación legítimo. La pandemia es una realidad innegable, pero no por ello se deben desconocer los derechos constitucionales de las comunidades y menos cuando se pudo constatar el interés de la comunidad por participar en la construcción del Plan de Desarrollo que regirá el futuro de Medellín en los próximos 4 años.

En varias oportunidades la Corporación Penca de Sábila ha llamado la atención sobre la necesidad de considerar con respeto y de acuerdo a la ley a la comunidad y la ciudadanía, garantizando su representatividad y  la participación libre y bien informada. Nos sumamos al llamado de diferentes organizaciones sociales que piden que el Consejo Territorial de Planeación se abstenga de dar concepto sobre el Plan de Desarrollo y que la administración y el Concejo municipal amplíe los plazos, para que de esta manera exista una participación real y suficiente que legitime el Plan de Desarrollo de Medellín.

Corporación Penca de Sábila

Más información: 314 656 51 95

 

Este sábado 6 de  abril de 2019 en el auditorio 10-206 de la Universidad de Antioquia se realizará la ceremonia de graduación de la primera cohorte del Diplomado Construcción Social del Territorio, un proceso integral en educación-investigación-acción con énfasis en el fortalecimiento de la organización y participación en los territorios. Se graduará un grupo de 29 estudiantes: 23 mujeres y 6 hombres de los cinco corregimientos de Medellín y los municipios Bello y Girardota, quienes cursaron 3 módulos con un total de 120 horas de trabajo teórico-práctico.

Este diplomado es el primer proceso de la Escuela de Pensamiento y Acción Campesina, gestionada por la Alianza por el territorio y la vida campesina, que busca desarrollar diferentes modalidades pedagógicas de tipo educativo y formativo para el fortalecimiento de las organizaciones existentes, el surgimiento de nuevas y la ampliación de la participación de las comunidades campesinas.

De 9:00 a.m. a 11:00 a.m. los y las estudiantes socializarán los productos del diplomado y a las 11:00 a.m. se realizará el acto de graduación.

 

 

Chiva

Pronunciamiento Público

Durante el segundo semestre de 2017, la Universidad Nacional de Colombia sede Medellín inició mediante contrato con Planeación Municipal, la primera fase de la implementación del Distrito Rural Campesino denominada diagnóstico participativo, delegando su ejecución en la Escuela Urbano Regional de la Facultad de Arquitectura, con el fin de poner en marcha lo ordenado en el POT de Medellín mediante el Acuerdo 048 de 2014.

Hemos celebrado que después de tres años de la aprobación del POT, se comenzara a desarrollar esta figura de ordenamiento y gestión del territorio rural campesino, pues la consideramos una oportunidad para la garantía plena de los derechos de hombres y mujeres campesinas de la ciudad, quienes hasta ahora no han vislumbrado en toda su historia de vida en el campo, la presencia de un gobierno municipal comprometido con el desarrollo de la economía y la vida campesina.

Como se ha hecho evidente, los diferentes conflictos sobre usos del suelo que existen en el territorio rural campesino de Medellín vulneran los derechos campesinos, y estamos convencidos que mediante la implementación del Distrito se puede dar solución a muchos de ellos, generando salidas tanto para la conservación ambiental y ecosistémica como para la permanencia en los territorios de las poblaciones campesinas con su especial modo de vida.

Queremos expresarnos sobre el proceso de participación en la fase de diagnóstico que adelanta la Escuela Urbano Regional con el fin de generar la discusión sobre la vinculación de la comunidad campesina, sus propuestas y necesidades en la implementación del Distrito Rural Campesino; además, frente al desconocimiento de la obligación constitucional para generar espacios amplios de participación en el desarrollo de todas las acciones que ejecuten las autoridades públicas, y más cuando se trata de transformaciones territoriales que afectan los derechos fundamentales.

Por lo tanto, expresamos nuestra insatisfacción con el proceso de participación que viene realizando la Escuela Urbano Regional, pues lo consideramos de muy baja cobertura, mal informado y sin el suficiente proceso para recoger información de la comunidad y devolver los resultados de la consulta. Hasta ahora se ha realizado únicamente un taller corregimental con escasa presencia de la comunidad. El corto tiempo de ejecución impidió que se generara un proceso participativo amplio e incluyente, con encuentros veredales por corregimiento y que permitiera hacer un necesario ejercicio de actualización, retroalimentación y validación de la información con la comunidad.

Manifestamos que la exigencia a todas las autoridades públicas de promover en sus acciones mecanismos y procesos de participación y organización están consignadas en diferentes normas constitucionales, legislativas y municipales, tales como el artículo 1, 2 y 3 y el artículo 103 de la Constitución Política de Colombia donde se reconoce que las actuaciones del Estado se encaminan reconociendo la soberanía del pueblo y la necesaria participación en el destino y planeación del territorio. A su vez, la Corte Constitucional en Sentencia C-150-15 entiende que la participación es un derecho de los ciudadanos y eje medular del ordenamiento constitucional actual y expresa que esto implica para el Estado “el deber de implementar medidas que procuren optimizar el desarrollo de las diversas formas de participación y que, al mismo tiempo, eviten retroceder injustificadamente en los niveles de protección alcanzados.”

De la misma manera, el POT de Medellín en su artículo 5 contiene dentro de los principios rectores del Plan, la participación ciudadana y democrática, donde se priorice en todo momento el diálogo y la concertación. Añadido a esto, en el mismo POT en su artículo 483 sobre los objetivos del Distrito Rural Campesino, expresa en el numeral 3:

Impulsar la conformación y consolidación de organizaciones campesinas que integre al gobierno municipal y los corregimientos con las comunidades y sus organizaciones, para construir de manera conjunta y participativa políticas públicas que impulsen el progreso y el bienestar de los pobladores rurales del municipio, así como el desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental del campo.

En dicho sentido, observamos que en todas las fases del Distrito, el gobierno municipal o quien las ejecute, debe no solamente proteger el principio y el derecho a la participación sino también promoverla como un deber constitucional y como una forma de potenciar la organización campesina en la ciudad para un mejor desarrollo de estos espacios de derechos campesinos.

Invitamos a todas las organizaciones sociales y comunitarias de los corregimientos para que se manifiesten y acompañen todo este proceso de transformación del campo en nuestra ciudad, exigiendo suficiente tiempo y recursos que garanticen la calidad y cobertura del proceso de participación para la implementación de las 6 fases del Distrito Rural Campesino de Medellín.

 

Medellín, 20 de noviembre de 2017.

 

CORPORACIÓN ECOLÓGICA Y CULTURAL PENCA DE SÁBILA

Por: Programa de Gestión Social y Ambiental del Territorio. Corporación Penca de Sábila.

En las horas de la noche del 27 de octubre de 2014 el Concejo de Medellín aprobó el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) con una vigencia de 12 a 14 años. Esta aprobación dio lugar a las protestas y movilizaciones de la ciudadanía por el inconformismo con este POT, debido a que hay varios temas cruciales que no se han resuelto de manera satisfactoria.
Entre estos temas están la ordenación del suelo rural y la inclusión de la población campesina de manera transversal y estructural en el POT.

Gracias a las múltiples movilizaciones, pronunciamientos e intervenciones que hizo la comunidad campesina para exigir su reconocimiento y una especial protección de sus territorios, veredas y fincas campesinas, se logró incidir en el proyecto de acuerdo del POT.

La exigencia de la comunidad por una especial protección de la ruralidad campesina se expresó con claridad en los diferentes espacios de participación como en las sesiones del Consejo Territorial de Planeación, las sesiones territoriales del Concejo Municipal, el Cabildo abierto y la audiencia pública. La comunidad propuso diferentes figuras para proteger la economía y la permanencia de los y las campesinas en los corregimientos. En San Cristóbal, una reserva de la sociedad civil y un distrito rural agrario; en San Antonio de Prado la figura de suelo de reserva comunitaria para producción agrícola y pecuaria; en Altavista, una zona de reserva campesina; y en San Sebastián de Palmitas, la protección y el fortalecimiento de la economía y producción campesina del corregimiento.

En general la comunidad planteó que fueran incluidos sus derechos, sus identidades, sus necesidades y sus propuestas agroalimentarias:

“Somos campesinos y campesinas y nuestro territorio es un derecho fundamental para quienes lo habitamos pues tenemos la misión de producir los alimentos para el abastecimiento de esta sociedad, de la humanidad y los encargados de la conservación de nuestras aguas, bosques y especies nativas” (Pronunciamiento público campesino, 13 de junio 2014).

“Son 12 años cumplidos del actual POT y no queremos que la historia se repita: Que nos expropien las tierras y nuestras fincas campesinas con la supuesta intención del interés general y la protección ambiental”

“Nos hemos convertido en paisaje y nos han tratado como vendedores y vendedoras ambulantes de empanadas y artesanías, somos espectadores ante la horda de turistas que pasan por nuestros lados sin dejar un céntimo de beneficio a nuestra economía, solo las empresas privadas se lucran de lo que tienen nuestras tierras” (Pronunciamiento público campesino, 30 de noviembre 2013).

Estas exigencias no podían ser ignoradas y el Departamento de Planeación incorporó en la última versión del POT los Distritos Rurales Campesinos para los corregimientos de Medellín. Los Distritos Rurales Campesinos corresponden a las “áreas de producción, planificación y gestión del suelo rural, que permite encaminar y orientar acciones para garantizar la permanencia de las actividades productivas, socioeconómicas y culturales de los campesinos el cual podrá ser formulado por iniciativa comunitaria o de la administración municipal”1. Según el POT estos tienen como objetivo planificar, gestionar y promover las economías campesinas y sociales, a escala veredal y corregimental, con una visión regional, que permitan el reconocimiento y el fortalecimiento de la producción agroalimentaria.

La incorporación de los Distritos rurales campesinos es un avance en el reconocimiento de la vida y economía campesina en el municipio de Medellín, pero quedan dudas sobre el proceso de reglamentación que se define en los próximos 6 a 12 meses y por supuesto sobre la fase de implementación. En este proceso se debe garantizar la plena participación de la comunidad campesina con mecanismos de participación amplios y bien informados. Se requiere un proceso de participación que vaya más allá de la socialización y la información a una participación con incidencia, de consulta previa y espacios para la afirmación de propuestas por parte de la comunidad.

Por ahora Planeación y el Concejo de la Ciudad reconocen que lo campesino es parte de la ruralidad y que comparte un espacio de alta significación con lo suburbano y la Estructura Ecológica Principal. Pero todavía falta dirimir tensiones y conflictos, por ejemplo la tensión entre la conservación sin gente y la exigencia que ha hecho la comunidad campesina de ser integrada en los programas de conservación y de protección de las fuentes de agua.

La comunidad desconoce cómo han sido incluidas sus propuestas, es más desconfía de si en el proceso de negociación de la ciudad quedaron recursos suficientes para darle forma y fortaleza a los Distritos Rurales Campesinos. La mayoría de los recursos, de la riqueza que produce el suelo urbano y rural, se destinaron para el Río Centro, Río Sur, el Parque del Río, el Cinturón verde y la transformación del Centro, y la comunidad se pregunta si algo quedará para el manejo integral de barrios y la tierra campesina.

Esta preocupación se justifica porque el proceso participativo del POT fue deficiente en las fases de consulta, revisión y formulación. Este proceso mostró deficiencias en el acceso a la información, debido a que no fue de pleno conocimiento de la población la versión final para su aprobación. La versión final del POT, la que se erradicó ante el Concejo municipal no fue socializada a la comunidad y el CTP (Consejo Territorial de Planeación) emitió su concepto sobre la versión 4 que no es la versión final (Concepto CTP, 2014, p.4). De esta manera, con información incompleta, se ha restringido la participación de la comunidad y su efectiva inclusión en el POT. Además la comunidad en general desconoce el documento final del proyecto de acuerdo lo que pone en duda su legitimidad.

Una cantidad de temas sensibles como el estudio de los riesgos, las densidades habitacionales en suelo rural, el cobro de plusvalías, los operadores urbanos, quedaron pendientes de una reglamentación posterior a la aprobación del 27 de octubre. La democracia está en los detalles y parte de estos son las normas, las reglamentaciones, ellas fijarán las condiciones para la implementación. En este sentido quedan muchas inquietudes sobre la reglamentación e implementación del POT que es ahí donde realmente se define la capacidad de lograr un equilibrio territorial y una mayor equidad y justicia social. En estos momentos no hay claridad sobre los mecanismos que se adoptarán en el POT para garantizar que se involucre a la ciudadanía: a la comunidad campesina, a mujeres y hombres, a la juventud, a la población en situación de discapacidad, al barrio etc., en la reglamentación y en su posterior implementación, y cómo se garantizará que esta ciudadanía implicada ejerza el seguimiento, el control y participe tanto como en las decisiones como en su implementación.

Este nuevo POT muestra avances en la regulación del suelo rural y establece figuras de planificación como las Unidades de Planificación Rural y el Distrito Rural Campesino, que brindan la posibilidad de una mayor y mejor articulación de dinámicas y deficiencias en el desarrollo rural, pero sin una ruta clara para la participación de la comunidad campesina y un reconocimiento del territorio históricamente construido, quedan muchas dudas sobre la capacidad y voluntad de la actual administración municipal para reglamentar junto con la comunidad los Distritos Rurales Campesinos enunciados en este nuevo POT.

[1] Acuerdo 268 (2014), Pliego de modificaciones, cuarta parte, p.1539.
 

Contáctanos

Carrera 50 #59-27
Medellín, Colombia
contacto@corpenca.org

Síguenos