Ante el recrudecimiento de las violencias que vivimos las mujeres, durante el mes de noviembre la Red Intercorregimental de Mujeres de Medellín, la Red Intermunicipal de Mujeres del Norte y la Corporación Penca de Sábila llevamos a cabo la campaña “En la calle, en la casa y en el campo: mujeres libres de violencia” a propósito del 25N, Día Internacional por la Eliminación de las Violencias contra las Mujeres. De esta manera, se movilizó información clave sobre las tipologías de violencia y sus diferentes manifestaciones, especialmente las que afectan la vida de las mujeres rurales y campesinas de Medellín y del norte del Valle de Aburrá. La movilización social es fundamental para posicionar la defensa de los derechos humanos de las mujeres en la agenda pública, con las diferentes acciones logramos visibilizar y denunciar las violencias que viven las mujeres, la inoperancia del Estado y las instituciones públicas y exigir rutas de atención con enfoque de género permanentes, eficientes y contextualizadas que atiendan de manera oportuna y digna los casos que se presentan.

Norte del Valle de Aburrá

En Copacabana, Girardota y Barbosa se socializaron los resultados de la caracterización de las  violencias contra las mujeres rurales y campesinas del norte del Valle de Aburrá, haciendo un fuerte llamado a las Administraciones Municipales y a la sociedad civil frente a las altas cifras que se presentan y el alto índice de casos de violencia institucional que se manifiesta cuando las mujeres víctimas acuden en búsqueda de información y atención y las mandan a buscar el directorio telefónico en la página web de las administraciones, las coaccionan para que concilien con los agresores, las culpabilizan, entre otros hechos que profundizan las violencias y las brechas que impactan a las mujeres rurales y campesinas: de género, campo-ciudad y digital.

Copacabana, 22 de noviembre. Se evidenció una creciente participación de mujeres jóvenes que asistieron por primera vez a una movilización y al Concejo municipal.

Para el caso de Copacabana, en articulación con la Comisión de Género del Concejo Municipal logramos llevar a cabo una sesión de control político en la que fueron invitadas Comisaría de Familia, Fiscalía y Programa de Equidad de Género de la Alcaldía, lamentablemente esta última fue la única que se presentó, la  funcionaria encargada se refirió al proceso de actualización de la política pública de equidad de género manifestando que debía ser “global”, evidenciando así el desconociendo del objetivo y alcance de esta herramienta de gestión y de las amplísimas brechas, desigualdades y violencias que viven las mujeres y en consecuencia, las obligaciones de los gobiernos con las mujeres para garantizar sus derechos humanos. Sin embargo, resaltamos este espacio como un precedente en el que se puso la situación de las mujeres en el escenario público y en el Concejo Municipal.

Barbosa, 24 de noviembre. Se realizó un foro con la Secretaría de las mujeres y posteriormente el plantón.

Girardota, 26 de noviembre. La institucionalidad no asistió al evento que había sido convocada. Las mujeres insisten en que es muestra de la falta de interés y en la exigibilidad de sus derechos.

Medellín

Al igual que en el norte, en la red corregimental se conmemoró la fecha por medio de plantones y pequeñas movilizaciones en los parques centrales de cada corregimiento. En San Antonio de Prado y San Cristóbal, las mujeres se acercaron a la historia de esta fecha que se conmemora en el mundo, a través del documental de Marisela Escobero y la rememoración histórica sobre las hermanas dominicanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, las mariposas, asesinadas el 25 de noviembre de 1960 por su oposición a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. En el caso de los corregimientos de la ciudad, se insistió en la denuncia de la violencia política e institucional de las que han sido víctima las mujeres que están participando en espacios políticos. En las actividades participaron las integrantes de la Red intercorregimental y en Palmitas, el colectivo de mujeres Arco Iris también estuvo presente.

San Antonio de Prado, 18 de noviembre.

San Cristóbal, 23 de noviembre.

San Sebastián de Palmitas, 28 de noviembre.

Una iniciativa ciudadana de abajo hacia arriba por la ruralidad campesina en Medellín

Para el Movimiento Político Feminista de Mujeres Estamos Listas y la Corporación Ecológica y Cultural Penca de Sábila es satisfactorio comunicar que durante el 2021 se ha avanzado en la construcción participativa ciudadana de una propuesta de política pública para la ruralidad campesina en el municipio de Medellín.

En un año de profundos movimientos sociales, culturales y políticos en nuestro país, en medio de la pandemia Covid-19, este proceso participativo ha significado esperanza y posibilidad de cambio para las comunidades que se han vinculado, manifestando la urgente necesidad de que el Gobierno Municipal atienda especialmente a una población amenazada por situaciones como la expansión urbana, la falta de articulación institucional para la atención de sus necesidades, la competencia nacional e internacional en producción de alimentos que afecta la soberanía alimentaria de un municipio que cuenta con más del 70% del territorio rural.

Es por esto que el proceso de construcción se ha enfocado en identificar los problemas prioritarios de la población rural campesina, así como las alternativas y propuestas de solución a los mismos, con el fin de que la política pública sea una disposición para que el Concejo y el Gobierno Municipal encaminen acciones concretas que dignifiquen la vida campesina en la segunda ciudad más importante del país.

Desde el mes de mayo de 2021 se han instalado diez Mesas Campesinas Agropecuarias sectoriales en los cinco corregimientos de Medellín, en donde han participado 272 personas. Las mesas se configuran como el espacio amplio de participación campesina en la construcción de la Política Pública. Así mismo se han realizado a la fecha dos encuentros exclusivamente de mujeres campesinas y rurales en San Cristóbal y San Antonio de Prado con el objetivo de identificar las problemáticas que enfrentan las mujeres en sus corregimientos y priorizar sus necesidades en la construcción de la política pública.

Además de esto, se han conformado tres grupos focales en los cuales han confluido población campesina, académicos y académicas de diferentes universidades de la ciudad y personas que viven, habitan y sienten la importancia de preservar y proteger la vida campesina en nuestro municipio; también se realizó un grupo focal con medios de comunicación comunitaria vinculados a los corregimientos.

Consideramos esta propuesta ciudadana como una oportunidad de continuar aportando en la construcción de paz para la ciudad y el país y en el marco de un malestar social que exige del Estado compromisos reales y concretos en la materialización de derechos.

Invitamos a medios de comunicación nacionales, locales y corregimentales para acompañar y acercarse a este proceso de construcción participativa ciudadana, para contarle al municipio de Medellín que la continuidad de la vida y el territorio rural campesino es un asunto que nos interesa a todas y todos.

Para muchos de los y las asistentes al 6° Festival de cine de Jardín 2021 convocado por el cineasta Víctor Gaviria con el tema “Campesinos, el corazón de la paz” fue una sorpresa escuchar que en Medellín existen comunidades campesinas y que habitan los corregimientos, menos aún sabían que el Distrito Rural Campesino es una figura de innovación, pionera en el país que tiene por objetivo la gestión y protección del territorio rural campesino del municipio.

El festival de cine de Jardín, realizado del 16 al 19 de septiembre de 2021, contó con una muestra cinematográfica exhaustiva: muestras audiovisuales y actividad académica que transcurre sobre las creencias costumbres, idiosincrasia e historias de resistencia que se constituyó en oportunidad de formación y tuvieron el propósito de estudiar, reafirmar y celebrar el rol fundamental del campesinado en los procesos históricos de Colombia, en el desarrollo de sus imaginarios como país y sus devenires políticos y económicos.

Póster oficial del evento
Póster oficial del evento

Allí estuvimos presentes con Héctor Manuel Lugo desde el programa de Gestión social y ambiental del territorio, con la charla “El hecho campesino, aunque usted no lo crea en Medellín hay campo, campesinas y campesinos”. Tuvimos como objetivo, mostrar la existencia de la ruralidad campesina, su extensión en el territorio, corregimiento por corregimiento, evidenciando las problemáticas que la ponen en riesgo, como la expansión urbana, la expansión de la frontera de conservación sin gente y cómo los predios campesinos ubicados en esas zonas se encuentran en conflicto y en riesgo con multiplicidad de actores sociales.

Algunas de las amenazas resaltadas fueron, el cobro de impuestos con tarifas calculadas con base a las dinámicas urbanas, la falta de interés de la administración municipal de ver a la ruralidad campesina y su centralización en la estructura urbana, generando la falta de atención y acceso a servicios y presupuesto para acciones y planes de mejoramiento eficaz de la vida campesina del municipio. El público asistente participó a través de preguntas relacionadas con las problemáticas generadas por la vía de occidente y la violencia generalizada en los corregimientos que ha afectado a la ruralidad campesina.

Fotografías: Sergio González.

Reconocemos que escenarios de conversación y de encuentro a través de festivales de cine como el 6° Festival de Jardín y otros que han ido creciendo en el departamento y el país, que priorizan a los campesinos y las campesinas como el corazón de la paz, es centrar de nuevo la importancia y la urgencia de la implementación del Acuerdo de Paz. También, que las afectaciones generadas por la guerra, sus diversas formas de violencia y el desconocimiento de campesinos y campesinas como sujetos políticos y de derechos, debilitan la economía, la vida y la cultura campesina del país.

La riqueza cultural y natural de la ruralidad campesina han sido retratadas por creadores y creadoras audiovisuales a lo largo de nuestra historia. El arte audiovisual permite acercarnos a ella desde otros puntos, otras miradas alejadas del prejuicio, el desconocimiento o los imaginarios sociales que siembran otro tipo de medios de comunicación. Hoy, cuando las crisis climáticas y de civilización que vivimos nos ha demostrado una y otra vez los aportes de nuestras comunidades campesinas, reivindicamos sus derechos y seguimos construyendo con las organizaciones, comunidades, acueductos comunitarios, otras formas de proteger la vida y la permanencia digna en nuestros territorios rurales.

El proceso de restauración en la Reserva Natural El Edén en Cocorná hace parte de los esfuerzos que la Cooperativa Confiar y la Fundación Confiar han realizado, de la mano de la Corporación Penca de Sábila y los líderes y lideresas de las comunidades aledañas, por proteger y restaurar ecosistemas estratégicos para la subsistencia de diferentes especies endémicas o que se encuentran en algún grado de amenaza.

Este proceso, además de la restauración, busca conservar y generar conectividad ecológica en los ecosistemas para la protección de las especies animales y vegetales que habitan el territorio y que se han visto afectadas por la fragmentación de bosques, la deforestación, la contaminación de las fuentes hídricas, el potencial para la generación de energía hidráulica, entre muchas otras.

Las Áreas Protegidas son estrategias cada vez más necesarias para conservar la biodiversidad que posee el municipio, tanto en especies de fauna como de flora. Por esta razón el Sistema Local de Áreas Protegidas (SILAP) de Cocorná, se estableció y determinó 5 especies que son Valores Objeto de Conservación, dentro de los objetivos de conservación y gestión del Subsistema de Áreas Protegidas Andes Occidentales (SAO), por su importancia y vulnerabilidad en los ecosistemas; 4 de estos los podemos encontrar en la Reserva Natural El Edén:

Torito Dorsiblanco o Capito (Capito hypoleucus) Es un ave endémica del valle del río Magdalena, de la vertiente oriental de la cordillera occidental y del norte de la cordillera central. Su hábitat preferencialmente son los bosques primarios y en buen estado de conservación. Debido a su rango restringido de distribución y la fragmentación de su hábitat, se encuentran declarados en estado Vulnerable (VU).
Tití Gris (Saguinus leucopus) Es un primate endémico de Colombia que se distribuye por los valles de los ríos Magdalena y Cauca en los departamentos de Antioquia, Bolívar, Caldas y Tolima. Es una especie con riesgo de amenaza Vulnerable (VU) a nivel nacional y mundial, siendo una de las principales razones la destrucción acelerada de su hábitat y el tráfico ilegal.
Aceite de maría (Calophyllum brasilienseEs una especie que se puede encontrar en el dosel del bosque húmedo tropical, se adapta bien a la sombra por lo que también se puede encontrar bajo el dosel. Debido a las características de la madera, es blanco para la tala con fines comerciales, por lo que su distribución se ha visto altamente reducida. 
Sistemas acuáticos asociados al municipio. Cocorná es un municipio que posee una alta biodiversidad de especies en fauna y flora, esto a su vez, está asociado a la gran riqueza hídrica que posee el municipio, con importantes ríos que recorren el territorio como: el Río Calderas, Río Cocorná, Río Melcocho, Río Santo Domingo, entre muchos otros. Los ecosistemas acuáticos asociados a estos ríos cada vez están más amenazados por la presión para la generación de energía, la explotación minera, la ganadería y la agricultura extensiva y la contaminación por actividades productivas.

El 19 de junio de 2021 tuvo lugar la Novena Asamblea Campesina de Medellín en el corregimiento San Sebastián de Palmitas. Al evento asistieron campesinos, campesinas, líderes, lideresas y jóvenes de los cinco corregimientos de Medellín, con el fin de discutir y reflexionar acerca de los territorios rurales campesinos de Medellín. 

La jornada estuvo mediada por una metodología participativa que permitió escuchar diversas voces, exponiendo las preocupaciones y necesidades que hoy se plantean las campesinas y campesinos de los corregimientos para garantizar su permanencia en los territorios.  De esa manera, se reiteró la importancia de la implementación del Distrito Rural Campesino para que no solo se piense la ruralidad, sino también se gestione, garantizando la vida digna y la permanencia de las campesinas y los campesinos en Medellín.  Por su parte, la Red Intercorregimental de Mujeres realizó una presentación artística y compartió su pronunciamiento.

Desde los diferentes corregimientos se realizó la construcción del pronunciamiento que recoge todas esas exigencias y reivindicaciones que seguirán siendo la ruta para proteger la vida y la economía campesina. A continuación compartimos las palabras de la comunidad campesina de Medellín:

PRONUNCIAMIENTO NOVENA ASAMBLEA CAMPESINA DE MEDELLÍN

Campesinas y campesinos de los cinco corregimientos del municipio de Medellín, nos hemos vuelto a encontrar en la 9na Asamblea Campesina de Medellín “Por la defensa del territorio, la economía y la vida campesina”. En este espacio de reflexión, discusión y toma de decisiones, nos pronunciamos públicamente para exigir el cumplimiento de nuestros derechos como campesinos y campesinas, fortalecer la organización comunitaria en nuestros territorios y encaminar acciones de defensa y permanencia en el territorio rural campesino con justicia social y equidad de género.

Después de varios meses viviendo el aislamiento provocado por la pandemia a causa del covid-19, nos volvemos a encontrar en Asamblea para reafirmarnos en la defensa por el territorio, la economía y la vida campesina desde el poder colectivo que produce la unión de las organizaciones de mujeres, jóvenes y campesinas/os de los cinco corregimientos de Medellín quienes, a través de la producción agropecuaria, la defensa de los derechos, el resguardo de semillas y de los bienes comunes, aportamos Soberanía, Seguridad y Autonomía Alimentaria en los territorios rurales y los centros urbanos de este municipio. Es importante resaltar que los efectos de la pandemia expresados en cifras del DANE, demuestran que en el año 2020 la pobreza monetaria ascendió a 42,5%, lo que significa que 21 millones de personas en el país viven en esta condición. Frente a este panorama de injusticia social y de inequidad en el acceso a los alimentos, es la pequeña economía campesina quien ha aportado una salida solidaria y cercana a las demandas alimentarias y ambientales que ejercen los grandes centros poblados hacia los territorios rurales. 

Esta 9na Asamblea Campesina de Medellín, se desarrolla en medio de un estallido social que reclama justicia social, económica y ambiental, y pone en el escenario la participación de las mujeres, las juventudes, las y los trabajadores y la comunidad campesina, afectada especialmente por las políticas neoliberales, y profundizadas en el actual gobierno del presidente Iván Duque, del partido Centro Democrático. En medio de esta coyuntura se han presentado graves violaciones a los Derechos Humanos por parte de la fuerza pública, según la Corporación Jurídica Libertad, en Antioquia desde el 28 de abril al 10 de junio de 2021 se han registrado: 710 privaciones de la libertad, 2 asesinatos, 73 desapariciones, 57 judicializaciones, 42 lesiones personales, 141 torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes, 19 comparendos, 10 amenazas y un sin número de violencias de género contra mujeres y diversidades sexuales, se han presentado graves casos de violencia sexual.

Pese a este panorama de paro nacional y condiciones desfavorables que ha dejado el aislamiento social, las comunidades organizadas y en movimiento, hemos levantado nuestros mandatos, propuestas y alternativas, para decir NO a la política de muerte y pobreza, NO a la política extractivista en los territorios, NO a la militarización de la vida de las juventudes, NO a la muerte de líderes y lideresas sociales, NO a la falta de salud y educación de las niñas y los niños, NO a la violencia de género contra las mujeres y diversidades sexuales y NO a la criminalización, la invisibilización y abandono de las comunidades campesinas.

Consideramos que la alcaldía municipal de Medellín en cabeza del alcalde Daniel Quintero, debe adelantar acciones de carácter urgente para proteger la vida y economía campesina, el agua, la soberanía alimentaria y los Derechos Humanos de las mujeres rurales y urbanas, e incluir directamente en su Programa de Gobierno las propuestas derivadas de la Agenda Ciudadana que se viene construyendo durante varios años con las comunidades campesinas, juventudes y mujeres de los corregimientos: San Cristóbal, Santa Elena, San Sebastián de Palmitas, Altavista y San Antonio de Prado. Una propuesta de “EcoCiudad”, debe integrar con especial atención a las comunidades campesinas y a los territorios rurales, no sólo como un lugar objeto de conservación ambiental, sino como un espacio donde se están tejiendo alternativas y propuestas de vida fundamentales para enfrentar la crisis climática que atravesamos.

Manifestamos con bastante preocupación, la desatención por parte de la alcaldía municipal a quienes habitamos los territorios rurales. El abandono y la negligencia en el control a la creciente parcelación en suelo rural ha venido afectando el modo de vida campesino, ha encarecido el valor de las tierras y con ello se ha dado el aumento desproporcionado de los impuestos, además de la afectación de las fuentes hídricas por vertimientos y las altas demandas en el uso del agua para otras actividades que compiten con la producción de alimentos.

Desde la mesa de cada corregimiento reunidas en esta Asamblea, manifestamos la situación y demanda actual de nuestros territorios:

Solicitamos de manera urgente, la implementación del Distrito Rural Campesino, figura de ordenamiento y gestión del territorio rural, instrumento incluido en el Plan de Ordenamiento Territorial actual. Según su agenda, exigimos que se lleve a cabo la Fase 3 de socialización y las fases siguientes. Es necesario que se destinen recursos propios y específicos para su implementación, así mismo que se brinde información clara y oportuna sobre el desarrollo del DRC a la veeduría y a la comunidad campesina en general. Necesitamos que la producción y economía campesina del municipio, sea incentivada a través de subsidios, acompañamiento técnico, mejoramiento de vías, exoneración de peajes (ubicados en la jurisdicción del municipio de Medellín), que se implementen subsidios en el cobro de impuestos y políticas especiales para pensión, salud y educación, así mismo que se establezcan consideraciones especiales en la clasificación del SISBEN. Es muy importante para nosotros y nosotras la promoción de mercados campesinos; es a través de la comercialización directa, la soberanía alimentaria y las redes de economía solidaria, como se asegura la permanencia de nuestras comunidades en el territorio y la alimentación sana de todas y todos. Frente a esto exigimos que se cumpla e implemente lo establecido en la ley 2046 del 6 de agosto de 2020, la cual establece mecanismos para promover la participación de pequeños productores locales agropecuarios.

Es necesario que en Medellín se formule una nueva política pública para la ruralidad; con la implementación de nuevos planes y proyectos con enfoque de género y la implementación del Distrito Rural Campesino con recursos propios, aseguramos alimentación y sostenibilidad tanto para las zonas rurales, como para las urbanas, en constante crecimiento y densificación. La Asamblea Campesina propone la definición de espacios amplios y renovados de participación, nos interesa la consolidación de las Mesas Campesinas y Agropecuarias como estrategia de concertación colectiva; las voces de las mujeres rurales, las juventudes, las niñas y los niños y los pequeños productores de alimentos, deberán ser la hoja de ruta de programas y proyectos que pongan en un lugar protagónico una política de protección al campesinado, a las mujeres rurales y campesinas, la protección a la vida en todas sus dimensiones y el goce de todos los derechos.

Finalmente, estamos comprometidas y comprometidos, para que el Municipio de Medellín y el Valle de Aburrá, se asuma y se construya como un escenario de paz territorial para el país. Es protegiendo la vida campesina, el agua, el territorio y haciendo efectivos los derechos campesinos y derechos humanos de las mujeres, como se hace paz, no hay paz en Colombia sin dignificación de campesinas y campesinos.

¡Juventudes, hombres y mujeres campesinas del municipio de Medellín, construímos propuestas para defender la vida y el territorio, y proponemos acciones para su defensa!

Descarga aquí la cartilla

Esta cartilla reúne las prácticas de bioingeniería y las biotécnicas aplicadas en el tratamiento de taludes localizados en terrenos que hacen parte de la Reserva Natural El Edén, en el municipio de Cocorná, sobre la autopista Medellín Bogotá, donde la participación de los líderes y lideresas del territorio ha sido fundamental para originar un proceso de formación, entrenamiento y capacitación por medio del Curso-taller de Bioingeniería de Taludes con Materiales Alternativos realizado en el 2019, en el cual se aportaron herramientas y técnicas y se fortalecieron destrezas y capacidades en los participantes en relación con el tratamiento de un talud; además, adquirieron la posibilidad de replicar estos conocimientos y herramientas sobre el estudio y la gestión ambiental social del fenómeno de la erosión y los deslizamientos de tierra en sus territorios.

El pasado 29 de mayo de 2021 se realizó de manera virtual y presencial la segunda Asamblea Campesina del Norte del Valle de Aburrá. Esta Asamblea tuvo la particularidad de tener en simultáneo 4 nodos conectados virtualmente en los municipios del norte: Barbosa, Girardota, Copacabana y San Félix (Bello). Participaron 95 mujeres y hombres, 32 personas conectadas en modo virtual y 63 personas de manera presencial.

Esta juntanza fue de gran valor simbólico para campesinos y campesinas, porque a pesar de las dificultades relacionadas con el Covid y la movilidad, lograron llegar a los lugares de encuentro, cumpliendo todos los protocolos de bioseguridad y con la firme convicción de hacer presencia para mostrar que la ruralidad en el norte del Valle de Aburrá sí existe, permanece y resiste.

A continuación, compartimos las palabras de la comunidad campesina del norte, a través del pronunciamiento público.

PRONUNCIAMIENTO SEGUNDA ASAMBLEA CAMPESINA DEL NORTE DEL VALLE DE ABURRÁ

Nosotras y nosotros, mujeres y hombres campesinos de los municipios de Bello, Copacabana, Girardota y Barbosa, hemos vuelto a encontrarnos en un espacio regional de reflexiones, pensando y encaminando acciones por la defensa y la permanencia de la vida campesina en el territorio, la gestión comunitaria del agua y los bienes comunes, con justicia social y equidad de género, en el Valle de Aburrá.

Después de largos meses viviendo la pandemia causada por la COVID-19 (nuevo coronavirus conocido como SARS-CoV-2), nos encontramos en la juntanza, observamos nuestros rostros y reconocemos que, aunque esta pandemia nos ha puesto grandes retos, también nos ha dado muchas oportunidades para demostrar la importancia de la producción campesina, que alimenta no solo nuestras comunidades, sino también grandes ciudades.

Esta Segunda Asamblea Campesina, realizada en medio de un estallido social nacional que reclama justicia económica, social, ambiental y la garantía de los Derechos Humanos, es una inmensa oportunidad para recoger las diferentes experiencias y análisis, que por parte de las organizaciones comunitarias, acueductos veredales, organizaciones sociales y de mujeres, ONG’s, sectores académicos y otros, han venido realizado alrededor de la construcción de propuestas, que lastimosamente, muy pocas veces son tenidas en cuenta de manera directa en las diferentes instancias e instrumentos gubernamentales, como los Planes de Desarrollo, Planes Básicos y de Ordenamiento Territorial y Políticas Públicas.

Consideramos que todos los gobiernos municipales del norte del Valle de Aburrá, deben adelantar acciones para proteger la vida campesina, el agua, la soberanía alimentaria y los Derechos Humanos de las mujeres, e incluir directamente en sus programas de gobierno, las propuestas derivadas de la Agenda Ciudadana Campesina que venimos construyendo durante varios años en esta subregión de Antioquia. También manifestamos, que los gobiernos deben revisar y observar el proceso que se está desarrollando en Medellín, frente a la construcción e implementación del Distrito Rural Campesino, como figura de ordenamiento y gestión territorial, para la permanencia de la cultura, la economía y la vida campesina, además, las Políticas Públicas para la ruralidad y la equidad de género. El proceso del Distrito Rural Campesino, consideramos será de suma importancia que se multiplique en todo el territorio del Valle de Aburrá.

Observamos con especial preocupación, la creciente política extractivista a gran escala, la densificación de los territorios, la presencia de grupos armados, el cambio del uso del suelo, la agroindustria, las violencias contra las mujeres rurales y campesinas y la inoperancia de las rutas de atención, la falta de canales directos de comercialización de productos y alimentos producidos por manos campesinas, que enfrentamos en el norte del Valle de Aburrá proveniente de un modelo de desarrollo nacional que desconoce la presencia territorial de poblaciones que históricamente han desarrollado su proyecto de vida en los territorios rurales y que atenta contra la vida, el agua y la permanencia en el campo. Creemos que estas problemáticas, posibilitan el detrimento de la población campesina e imposibilitan que sea protagonista de los destinos de su territorio.

Declaramos y exigimos la necesidad de garantías óptimas para habitar la ruralidad, la creación de figuras e instrumentos, tanto de ordenamiento, como de gestión del territorio rural campesino, que contengan: protección de bienes comunes, programas, proyectos y recursos para la producción y comercialización campesina, exoneración de impuestos, titulación compartida de la tierra y la vivienda, rutas de atención a las violencias contra las mujeres, protección de ecosistemas estratégicos, educación contextualizada, reconocimiento de los derechos del campesinado, entre otros.

Somos conscientes de que en el norte del Valle de Aburrá (Bello, Copacabana, Girardota y Barbosa), se comparten problemáticas y amenazas a nuestro territorio y valoramos este espacio de encuentro para planear acciones conjuntas como la realización de foros, conversatorios y acciones de incidencia al gobierno municipal, participación en la Asamblea Campesina del Valle de Aburrá, y otros escenarios en donde se evidencie lo que se viene presentando, como el proceso de urbanización acelerado, el uso minero del suelo contrario a la vocación de protección campesina y ambiental de la región y el desentendimiento con el cuidado de todos los bienes comunes como el agua, entre otras problemáticas.

Finalmente, estamos comprometidas y comprometidos para que el Valle de Aburrá se asuma y se construya como un escenario metropolitano de paz territorial para el país. Es protegiendo la vida campesina y el agua como se hace la paz, no hay paz en Colombia sin dignificación de campesinas y campesinos, es decir, haciendo sustancial la democracia que tanto hemos deseado para el país.

¡Jóvenes, hombres y mujeres campesinas del Norte del Valle de Aburrá, construimos nuestro territorio y proponemos acciones en su defensa!

29 de mayo de 2021.

Junto al Movimiento Político de Mujeres Estamos Listas estamos convocando a la comunidad de las veredas de los cinco corregimientos para formular participativamente una Política Pública para la ruralidad de Medellín.

Esperamos para este año, mediante grupos focales con las comunidades, profesionales y universidades, el establecimiento de 10 mesas campesinas agropecuarias, la reunión con instituciones, sectores y organizaciones de los corregimientos, formulemos una propuesta de Política Pública que se ocupe de la crisis de ruralidad, la inequidad territorial, el olvido de la economía y vida campesina, las violencias contra las mujeres rurales y campesinas, la dispersión administrativa y las problemáticas que han enfrentado históricamente las comunidades, la juventud y las mujeres campesinas del municipio de Medellín. A la fecha, hemos instalado 3 mesas campesinas en San Cristóbal y avanzan de igual manera los grupos focales.Pese a que el territorio rural es el 70% del municipio, las dinámicas municipales y de participación ciudadana, se han focalizado en la dimensión urbana, sin buscar alternativas para integrar a la ruralidad y sus comunidades.                                            

La pandemia ocasionada por el covid-19 mostró la falta de articulación, de relación con la comunidad y la vulnerabilidad de las comunidades campesinas en las 53 veredas de los corregimientos.

Con el movimiento Estamos Listas con su participación en el Concejo de Medellín nos hemos empeñado en hacer el control político del manejo de recursos públicos con destinación a la ruralidad y de la formulación, reglamentación e implementación del Distrito Rural Campesino. Las mesas campesinas y agropecuarias serán los espacios de participación para socializar los resultados de este control político y legitimar la propuesta participativa de Política Pública.  

La crisis de la ruralidad tiene solución. Es claro que no se dimensiona políticamente la importancia social, ambiental y territorial de la economía y vida campesina de cercanías. Medellín aún cuenta con una despensa importante de alimentos y agua, con ecosistemas estratégicos y un territorio para producir bosques y servicios ambientales, todos estos valores y bienes comunes pueden estar a cargo de la comunidad campesina.

Más información:

Alejandra Jaramillo +57 314 656 51 95

Doris Gómez +57 320 605 16 86

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