
El 9 de junio de 2025 se socializó la investigación “Alimentación de pollos de engorde con microorganismos de montaña: una experiencia de mujeres campesinas para su autonomía económica”. Esta experiencia va mucho más allá de los resultados de una investigación. Se trata de reconocer y visibilizar el conocimiento profundo, práctico y sabio de las mujeres campesinas, quienes, con sus manos, su palabra y su experiencia, han hecho posible este proceso de exploración y aprendizaje colectivo.
Durante meses, siete mujeres campesinas de Medellín, Ebéjico, Bello, Copacabana, Girardota y Barbosa se sumaron con entusiasmo, compromiso y curiosidad a un proyecto que buscaba una alternativa: una forma diferente de alimentar a los pollos de engorde, una forma más saludable, más económica y más en armonía con la tierra. Es el camino de una apuesta técnica y política: producir alimento sano sin depender de insumos industriales, cuidando el bolsillo, el ambiente y, sobre todo, la soberanía.
Y fueron ellas, junto con el equipo de la Corporación, quienes guiaron este camino. Porque conocen la tierra, porque crían con afecto, porque saben cuándo un pollo no está bien, porque inventan, prueban, observan, ajustan. Porque hacen ciencia, aunque rara vez se les reconozca como investigadoras.
Este proceso también puso sobre la mesa un tema urgente: la autonomía económica de las mujeres rurales. Porque no basta con que produzcan —que ya lo hacen, y mucho—. Lo que se necesita es que tengan poder de decisión sobre lo que producen, cómo lo producen y qué hacen con el fruto de su trabajo.
La agroecología que ellas practican no solo alimenta a sus familias: alimenta una forma distinta de estar en el mundo. Una forma que prioriza la vida, que respeta los ciclos de la naturaleza, que resiste a la lógica del mercado y que se sostiene en redes de apoyo, cuidado y comunidad.
Es importante decirlo con claridad: sin el saber de las mujeres campesinas, no hay transformación posible en el campo. Y sin su autonomía, no hay futuro para la soberanía alimentaria. Agradecemos profundamente a las compañeras que hicieron parte de esta investigación.

La investigación demostró que la inclusión de microorganismos de montaña en la alimentación de pollos:
Con el ánimo de replicar la experiencia, estos resultados y aprendizajes serán socializados por las mujeres co-investigadoras a otras mujeres campesinas productoras vinculadas al Circuito Económico Solidario Colyflor.
Co-investigadoras:
Equipo investigación: co-investigadoras y equipo del Programa de Soberanía Alimentaria y Economía Solidaria:
