Por la permanencia de los territorios, de la economía y la vida campesina

Hoy 25 de octubre de 2025, desde la 4ª Asamblea Campesina del Norte del Valle de Aburrá, como espacio de juntanza, reflexión y construcción colectiva, hombres y mujeres de organizaciones comunitarias, sociales, ambientales, productivas, de mujeres y de jóvenes de veredas del Norte del Valle de Aburrá, con especial énfasis y participación del municipio de Barbosa, nos reconocemos como campesinado sujeto de especial protección constitucional como está contemplado en el Acto Legislativo 01 de 2023, que modificó el Artículo 64 de la Constitución Política de 1991.
Es deber constitucional de la nación, proteger nuestra existencia y permanencia en el territorio a través de la garantía de derechos, entre ellos, el derecho al territorio; a la propiedad de la tierra; a la igualdad material desde un enfoque de género, etario y territorial; al acceso a bienes y servicios; a un ambiente sano; a las semillas; a los bienes comunes; al agua; a la participación reforzada; a los medios de comercialización justa de nuestros productos. Estos y otros derechos que deben ser garantizados son la alternativa para poner fin a la histórica desatención por parte de la institucionalidad estatal.
Es evidente la discriminación y la exclusión de nuestra voz y nuestros derechos en instrumentos de planeación, políticas públicas y sociales, acciones y proyecciones que son ajenas a las demandas de las comunidades rurales y campesinas. Esta exclusión se expresa a través de las realidades que a diario enfrentamos y que ponen en riesgo nuestra permanencia en las veredas. En este sentido nos preguntamos:
A pesar de estas incógnitas y de las presiones por la desterritorialización, aún el campo resiste y las comunidades permanecemos en nuestro territorio salvaguardando la cultura y garantizando la soberanía alimentaria y la sostenibilidad ambiental regional y local. En el Norte del Valle de Aburrá la economía y la vida campesina tienen una marcada presencia y continúan siendo pilares del desarrollo rural integral.
Hoy alzamos comunitariamente nuestra voz por un Distrito Rural Campesino incorporado en la actualización del del Plan Básico de Ordenamiento Territorial del municipio de Barbosa que responda a las demandas territoriales, rurales, campesinas, que actúe como garante de derechos en el campo acorde con sus realidades, con recursos suficientes y compromiso institucional.
Como organizaciones exigimos diálogos sociales conscientes entre actores que inciden en el territorio; el respeto y reconocimiento de los liderazgos existentes desde sus saberes y experiencias, así como la formación política como estrategia vinculante e incidente para la movilización en defensa de los territorios rurales y campesinos.
Continuaremos trabajando por la gestión comunitaria de los territorios, avanzando en la construcción y seguimiento de propuestas para garantizar todos los derechos. Seguiremos comprometidos y comprometidas para que Barbosa y el Norte del Valle de Aburrá se asuman y se construyan como escenarios de paz territorial para el país.
¡Por una Barbosa rural y campesina, Distrito Rural Campesino ya!
Corregimiento El Hatillo, Barbosa, 25 de octubre de 2025.

Una vez más nos convidamos para este encuentro y celebración de un tejido colectivo que moviliza la justicia de género, la defensa de los bienes comunes, del agua y los territorios rurales y campesinos. En esta 3ra versión de Asamblea Campesina nos convocamos organizaciones sociales, comunitarias y campesinas, asociaciones productivas, red intermunicipal de mujeres, mesas ambientales, acueductos comunitarios, redes juveniles, organizaciones de mujeres, para nutrir con sentido de realidad la palabra que camina y se convierte en un llamado general para el norte del Valle de Aburrá.
Rechazamos las situaciones de violencias físicas, psicológicas, sexuales, políticas, económicas, institucionales y patrimoniales que se materializan en la vida, el cuerpo y los espacios de participación política de las mujeres y las disidencias sexuales que las ubica en una posición de desigualdad histórica. Denunciamos los feminicidios y la explotación sexual que acontecen en los municipios del norte del Valle de Aburrá.
Rechazamos el abandono institucional de la economía y vida campesina; la pérdida de mercado y capacidad productiva de alimentos; la falta de políticas claras en los usos del suelo y la distribución de la tierra; las altas cargas tributarias que el Estado impone; la corrupción en el manejo de los recursos
públicos; los proyectos que atentan contra la pérdida de la identidad y modos de vida campesina; los espacios de consulta y participación descontextualizados, poco pedagógicos y excluyentes; la falta de control sobre la presencia de actores armados y la violencia en los territorios.
La contaminación y la escasez del agua, la pérdida de los bienes comunes, la contaminación del aire, la pérdida del suelo y de la biodiversidad son consecuencias directas de la expansión urbana, la densificación rural, la irresponsabilidad de la industria, los procesos extractivos y la irregularidad en la aprobación de licencias ambientales y de construcción.
Estas situaciones asfixian y ahogan cada vez más nuestros territorios rurales y campesinos. Resaltamos la importancia de los procesos y espacios colectivos de las comunidades que ayudan al despertar de la conciencia en las nuevas generaciones. La apropiación social del territorio y el intercambio generacional deben permitir que el campo no se quede solo, sin vida campesina, sin el custodio de semillas, y sin protección al patrimonio ambiental.

Esta Asamblea tiene como propósito fortalecer el vínculo con las organizaciones y procesos comunitarios campesinos, y para esto nos proponemos:
Hoy, más de 180 personas reunidas en la 3° Asamblea Campesina del norte del Valle de Aburrá estamos llamadas a resistir, persistir y a no desfallecer ante la dictadura de los modelos económicos neoliberales e imposiciones de los gobiernos que desconocen los procesos de las comunidades; y a continuar con la
permanencia y el arraigo en nuestros territorios.
Hoy con la esperanza de una vida sabrosa, del cambio y la transformación que ofrece este nuevo gobierno, aprobamos esta declaratoria como compromiso para la construcción colectiva y el impulso a la paz territorial, el bienestar de hombres y mujeres, y la dignidad campesina.
¡Viva la Asamblea Campesina!
Sábado, 30 de julio de 2022
