El Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, que se conmemora el 28 de mayo, tuvo su origen en 1987 en el V Encuentro Internacional Mujeres y Salud realizado en Costa Rica. Allí se pactó concretar esta fecha para reafirmar el derecho a la salud como un derecho humano de las mujeres, las denuncias ante las causas de muertes maternas por el retraso en la atención e intervención ante procedimientos sencillos y de bajo costo, las diversas causas de enfermedad y muerte que ellas padecen en relación a los roles y estereotipos asignados socialmente y las complicaciones para la interrupción voluntaria del embarazo por el incumplimiento y la adversidad de la aplicación de leyes que permiten el aborto legal y seguro.

Lamentablemente el panorama no ha cambiado mucho en estos 28 años por tanto continúa siendo más que vigente la importancia de exigir una atención digna, segura y de bajo costo para que las mujeres puedan gozar de una salud integral y con un enfoque diferencial. Año a año la campaña se mantiene y las mujeres señalan la importancia de:

• Instaurar políticas firmes, sostenidas y humanizadas que mejoren las condiciones de vida y de salud de las mujeres.
• Acceder en todas las etapas de vida, a la información y servicios de atención de la salud gratuitos o de bajo costo y de óptima calidad.
• Evidenciar las situaciones de marginalidad y goce del derecho a la salud en la que se encuentran la gran parte de las mujeres.
• Denunciar la manera como instituciones religiosas intervienen en las políticas de los Estados retrasando e imposibilitando que los derechos obtenidos de las mujeres sean una realidad.
• Reconocer el derecho de las mujeres a ejercer una salud sexual y reproductiva sana y libre de violencias.

Por todo lo anterior, este día es de suma importancia, no solo por la conmemoración de lo histórico, sino también para visibilizar la problemática de salud que padecen las mujeres y exigir otras y mejores condiciones para estar en el mundo.