En el marco de la conmemoración del 8 de marzo Día Internacional por los Derechos de las Mujeres, la Red Intermunicipal de Mujeres del Norte y la Corporación Penca de Sábila realizaron tres encuentros con mujeres rurales y campesinas en Copacabana (vereda el Zarzal), Girardota (vereda Encenillos) y Barbosa (corregimiento El Hatillo), logrando abordar de manera pedagógica el sentido político de esta fecha enmarcada en el reconocimiento de los derechos de las mujeres, los avances en la legislación colombiana y los obstáculos que se presentan para su ejercicio efectivo.
La Red Intermunicipal de Mujeres año a año realiza estas actividades conmemorativas del 8 de marzo en las cabeceras de los municipios, en esta ocasión se eligió la ruralidad porque es el territorio donde se presentan mayores barreras para que las mujeres accedan a bienes y servicios que materializan sus derechos. Estos encuentros fueron una oportunidad para replicar saberes en torno a los derechos de las mujeres en contribución al cierre de las brechas territoriales y de género en los municipios.
Una vez más la Red Intermunicipal de Mujeres logra posicionar en lo público las apuestas colectivas por la justicia social y de género en el Norte del Valle de Aburrá. Agradecemos a las lideresas que recibieron a la Red en sus territorios abriendo la posibilidad de seguir expandiendo nuestra organización, por una vida digna y con garantía de derechos para las mujeres rurales y campesinas.
Situación de las mujeres rurales y campesinas en los cinco corregimientos de Medellín
La Red Intercorregimental de Mujeres de Medellín junto con la Corporación Ecológica y Cultural Penca de Sábila, el martes 5 de octubre, llevaron a cabo el encuentro Dialogo: Territorio y Vida Digna, situación de las mujeres rurales y campesinas de los corregimientos de Medellín, un espacio de conversación frente a la vulneración de Derechos y violencias que enfrentan las mujeres y el accionar desde la Secretaría de las Mujeres de Medellín en los cinco corregimientos.
En el dialogo participaron: Marina Molina, lideresa de San Sebastián de Palmitas, y Diana Sierra, lideresa de San Cristóbal; quienes hicieron énfasis en dos de las problemáticas que enfrentan las mujeres en la ruralidad, por una parte los diferentes obstáculos para lograr autonomía económica debido a que el trabajo doméstico, las labores de cuidado y los qué haceres en la finca campesina siguen sin ser reconocidos ni remunerados, además de la persistencia de las violencias basadas en género contra las mujeres y la falta de cobertura de mecanismos de atención en los corregimientos de la ciudad.
Las participantes evidenciaron la constante revictimización a la que se ven expuestas ante los operadores de justicia presentes en los corregimientos. Por su parte, las funcionarias de la Secretaría de las Mujeres aunque llegaron una hora tarde al evento, alcanzaron a manifestar las limitaciones en términos de recursos, ejecución y articulación con las demás secretarías para dar solución a las problemáticas que enfrentan las mujeres de la ciudad.
Entre las violencias contra las mujeres rurales y campesinas se resaltó la violencia política en los escenarios de participación y toma de decisiones como las JAC, las JAL y los CCP, con denuncias concretas de San Cristóbal y San Sebastián de Palmitas donde las lideresas enfrentan situaciones de persecución, hostigamiento y desprestigio por defender los Derechos Humanos de las mujeres. Allí se puso la alerta frente a la necesidad de un acompañamiento permanente a las mujeres lideresas para erradicar las prácticas machistas y misóginas que limitan la participación.
Como alternativa a las diferentes problemáticas evidenciadas, las mujeres retomaron la figura del Distrito Rural Campesino y las diferentes propuestas que han realizado durante todos estos años en sus etapas de diagnóstico y formulación para transversalizar de manera efectiva el enfoque de género; pese a su descontento frentes a la Resolución de aprobación donde no quedó ni una de sus propuestas.
Por su parte, Lesly Lopera, funcionaria de la Secretaría de las Mujeres, anunció que hace parte de la mesa técnica de seguimiento al DRC donde busca posicionar las propuestas de las mujeres. También informó el inicio de la etapa de socialización en todas las veredas priorizadas, espacios donde será fundamental que las mujeres posicionen sus propuestas.
Con miras a promover mayores escenarios para la exigibilidad de Derechos para las mujeres rurales y campesinas, se considera importante seguir fomentando estos espacios de dialogo con la Administración Municipal, con el fin de hacer seguimiento y veeduría a la Política Pública para las mujeres urbanas y rurales de Medellín y a la transversalización del enfoque de género en el Distrito Rural Campesino.
A pesar del avance en el reconocimiento de las mujeres como sujetas de derechos, las problemáticas se agudizan aún más para las mujeres rurales y campesinas. Según cifras del último Censo Nacional Agropecuario, el nivel de analfabetismo en el 2020 en las zonas rurales estuvo en un 18% para las mujeres y en un 15,8% para los hombres, lo que significa falta de oportunidades, afectación de su autonomía económica y agudización de las brechas de género.
El promedio de horas invertidas en trabajos de cuidados no remunerados de las mujeres rurales fue de 7 horas y 52 minutos, mientras que los hombres dedicaron 3 horas y 6 minutos, identificándose así una brecha de 4 horas y 46 minutos en donde las mujeres destinan más del doble de tiempo que los hombres a las labores de cuidados. Además de esto, es importante señalar que de acuerdo a la Mesa de Economía Feminista en Colombia (2020), el 49% del tiempo del trabajo de las mujeres no es remunerado, pero representa el 20% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, aspecto ante el cual valdría la pena preguntarse una vez más ¿qué pasa si las mujeres paran estas actividades que en muchos casos no son reconocidas ni valoradas?
Otro elemento de vital importancia para las mujeres rurales y campesinas se ubica el acceso, formalización y propiedad de la tierra. Las mujeres solo tienen titularidad sobre el 26% de las tierras, y las decisiones sobre la producción en las Unidades Productoras Agropecuarias (UPA) recaen solo en un 26% sobre ellas, un 12,5% en forma conjunta, y un 61,5% sobre los hombres, lo que refleja cómo el poder de decisión sigue estando sobre la figura masculina, subvalorando así el aporte de las mujeres en esta dimensión y su reconocimiento como trabajadoras del campo.
Es por lo anterior, entre otras razones, que es importante visibilizar la desigualdad en el acceso efectivo y real a los derechos las de las mujeres, la opresión y control que se ejerce sobre ellas por medio de distintas violencias, la consecuente necesidad de exigir al Estado el cumplimiento de las políticas públicas y leyes que garantizan los derechos de las mujeres, lo que a su vez, se conecta con la promoción y agenciamiento de transformaciones culturales y sociales que reconozcan que lo personal es político, y que permitan construir una vida libre de violencias para las mujeres del campo y la ciudad y su ejercicio pleno de ciudadanía.
En el marco de la conmemoración del 8 de marzo, redes y grupos de mujeres rurales y campesinas de Medellín y del norte del Valle de Aburrá realizarán las siguientes acciones:
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