Del convite a la vídeo llamada: nos adaptamos, pero nos preparamos para volver

junio 24, 2020

Pensar en las estrategias de adaptación a las nuevas condiciones de vida que se nos presentan por la pandemia del Covid-19 ha sido un reto. Durante años, las metodologías y las formas de construcción comunitarias las hemos realizado desde la práctica, el convite, las movilizaciones, los talleres, entre otras. Hoy, ante la emergencia sanitaria, abogamos por el autocuidado y el cuidado colectivo. El distanciamiento físico se ha vuelto una necesidad, pero el acercamiento social y organizativo también.

De esta manera, les compartimos algunas de las formas diversas de diálogo que hemos creado desde cada programa para poder continuar:

Programa de Cultura y política ambientalistas

Reencontrase para tejer lazos de solidaridad: en eso se han basado los encuentros virtuales de la Escuela Comunitaria del Agua, un escenario que se ha consolidado en la lejanía de los territorios, pero en la cercanía que posibilitan las herramientas tecnológicas para contar cómo la pandemia ha llevado a los acueductos comunitarios a implementar acciones de cuidado. Y es que la preocupación de las comunidades organizadas por mejorar las condiciones de vida de las personas ha sido constante, y en medio de la pandemia se evidencia que auto gestionar el agua es también resolver comunitariamente los problemas que aquejan a los territorios, sin perder de vista la importancia de los vínculos de trabajo en redes vecinales y asociaciones municipales.

Por otro lado, continuamos con las asesorías de carácter organizativo, jurídico, administrativo y técnico a los acueductos comunitarios vía telefónica y video llamadas. Así mismo, continuamos nuestra participación en la Red Nacional de Acueductos Comunitarios, como espacio de articulación y de incidencia en defensa de la gestión comunitaria del agua.

Sesión virtual Escuela Comunitaria del Agua

Participación y organización juvenil

La participación juvenil ha tenido retos durante el confinamiento. Se ha identificado la necesidad de mantener el vínculo con los y las jóvenes participantes de los procesos formativos y organizativos, a través de lo que permite la virtualidad. Pero nos hemos enfrentado a las dificultades de acceso a internet y a las capacidades de conectividad, presentes en la ruralidad del país, donde menos de la mitad de la población tiene acceso. Lo que ha dificultado que se mantengan los mismos niveles de participación.

Con el propósito de mantener la reflexión y el debate de los temas relacionados, se han propuesto ejercicios autónomos que se pueden realizar desde casa y ser socializados en encuentros virtuales posteriores, que tratan asuntos coyunturales en relación a la pandemia y la agudización de problemáticas en torno a los ambientalismos, los feminismos y las resistencias juveniles. Algunos de los temas tratados han sido la crisis ambiental, el consumo y generación de residuos, la división sexual del trabajo en relación a la recarga que han asumido las mujeres frente al trabajo de cuidado durante la cuarentena, y las violencias basadas en género que han aumentado durante el distanciamiento físico.

Trabajos individuales estudiantes Diplomado Juventud

Programa de Gestión social y ambiental del territorio

Por fortuna, justo un día antes de la cuarentena, el foro “El Futuro de la Medellín Rural” favoreció los ánimos de la comunidad, y también nuestros ánimos como programa. Sin duda, el inicio de la cuarentena fue complicado, teníamos cosas planeadas, entre ellas, la Asamblea Campesina del Valle de Aburrá. Desde el inicio de la cuarentena, y más adelante, con la participación en los debates del Plan de Desarrollo de Medellín, vimos una oportunidad para evidenciar y denunciar la situación de las veredas de los distintos corregimientos en la crisis. El teléfono, las redes sociales, los diferentes medios de comunicación, y, sobre todo, la respuesta de las comunidades, cobraron un papel muy importante para continuar con nuestro trabajo. Asumir la pandemia como posibilidad para posicionar el tema de la ruralidad y los derechos de la población campesina ha sido un motor que nos ha movilizado para afrontar esta nueva realidad.

Algunas de las intervenciones hechas por la comunidad y la
Corporación en el Concejo de Medellín

Programa de Soberanía alimentaria y economía solidaria

El programa inició por implementar procesos que permitieran garantizar el funcionamiento del Circuito Económico Solidario que dinamiza la Tienda de Comercio Justo ColyFlor, logrando mantener de esta manera un ingreso económico estable para las familias campesinas y el abastecimiento permanente de alimentos agroecológicos a la red de consumidores/as, quienes de forma constante y solidaria le han apostado a esta experiencia de comercio justo y consumo responsable.

Adecuaciones Tienda Colyflor. Viviana Acosta y Yudy Cano.

Por otra parte, se propuso entre los grupos de estudiantes de la Escuela de Agroecología un proceso de formación llevado a cabo desde la virtualidad, experiencia que ha exigido creatividad y adaptación para maestros/as y para los/as estudiantes quienes desde sus viviendas urbanas y rurales intercambian saberes y experiencias que se transmiten a través de videos y audios enviados por correo, WhatsApp y Youtube. Hemos pasado de enseñar y compartir saberes desde la metodología del aprender haciendo en terreno, a tener que usar el teléfono, el audio y la vídeo llamada como herramienta didáctica para poder explicar las cantidades de mierda, melaza, minerales y plantas que se incorporan a un biofertilizante líquido.

Escuela de Agroecología. Izquierda: Videos del profesor Mauricio Londoño.
Derecha: Ejercicios y trabajos de los y las estudiantes.

Programa de Mujeres y justicia de género

Desde que inició el aislamiento hemos mantenido comunicación constante vía Whatsapp, llamada telefónica y Skype con el fin de saber cómo están las mujeres de los procesos que acompañamos y para propiciar espacios de confianza, así como para acompañar casos de denuncia y activar las rutas de seguimiento a las violencias contra las mujeres. Esto ha permitido que entre ellas en los territorios se crearan redes de solidaridad de apoyo económico y alimenticio según sus necesidades.

La escritura y construcción de materiales pedagógicos también fue una alternativa significativa. Así, creamos dos cartillas pedagógicas, de un lado, sobre feminismo y derechos sexuales y reproductivos dirigida a mujeres jóvenes y de otro, una sobre participación social y política, dirigida a mujeres adultas.

Finalmente, la llegada del virus y la cuarentena se juntó con el proceso de construcción y debate de los Planes de Desarrollo Municipales, un espacio que es importante para las mujeres, puesto que es allí donde se posicionan las propuestas que están construyendo y de incidir políticamente. Los debates se realizaron de forma virtual y las mujeres buscaron las formas de adaptarse y estar allí. Lograron incidir y fueron incluidas propuestas que ellas llevaron al espacio.

Redes de Mujeres de Medellín, Girardota y Copacabana interviniendo en los debates de Plan de Desarrollo en los Concejos Municipales.

Aunque hemos logrado continuar el diálogo, la formación, la articulación y la incidencia en medio de la cuarentena con el apoyo de las comunidades, organizaciones y alianzas de las que hacemos parte, esperamos paulatinamente poder volver a los territorios. Esta experiencia nos ha demostrado la importancia de encontrarnos en el cara a cara, de compartir la palabra y el gesto, la sonrisa y la preocupación; y sin duda, ha evidenciado la vigencia y necesidad de cambiar nuestra relación con nuestros ecosistemas y pensarnos en sociedades más justas y sin desigualdades.

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