Una experiencia campesina y del acueducto comunitario.

CONTENIDO

Introducción
1. Localización del proceso
2. El diagnóstico participativo del territorio
2.1. Identificación – caracterización de actores y socialización de la propuesta
2.2. Reconociendo la microcuenca
2.3. Tensiones sociales y ambientales en el territorio
3. La finca campesina y la microcuenca
3.1. La agroecología
3.2. Los predios experimentales de referencia (PER)
3.3. Las tecnologías apropiadas en la relación fi nca campesina-microcuenca
4. Acciones colectivas para la restauración ambiental de las microcuencas
4.1. El convite como experiencia organizativa en el proceso de la restauración ambiental
5. El futuro del proceso restauración ambiental y agroecológico en los territorios
6. Reflexiones del proceso de restauración ambiental y agroecológico en las microcuencas
Anexo No 1: Especies vegetales predominantes en las microcuencas
Anexo No 2: Propuesta de monitoreo comunitario para el proceso de restauración ambiental y agroecológica de la microcuenca
Referencias bibliográficas
Cibergrafía

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El presente documento se constituye en un primer análisis de la información recolectada en el ejercicio de caracterización sobre “las violencias contra las mujeres campesinas de San Antonio de Prado, San Cristóbal y San Sebastián de Palmitas”, realizado en estos corregimientos de la ciudad de Medellín, durante los años 2014, 2015 y 2016 por las practicantes de Trabajo Social de la Universidad de Antioquia en el Programa Mujeres y Justicia de género de la Corporación Ecológica y Cultural Penca de Sábila.

Contenido


– Introducción
– Referente conceptual
– Marco legislativo
– Hallazgos de las caracterizaciones
– Violencia institucional: Ante las múltiples manifestaciones de violencias contra las mujeres campesinas ¿Dónde está el Estado?
– Los feminicidios como crímenes de Estado Algunas reflexiones finales
– Rutas de atención Referencias bibliográficas

El concepto organización comunitaria es utilizado por las diferentes disciplinas de las ciencias sociales, entre ellas la antropología, la administración y el derecho, y se encuentra estrechamente relacionado con otros conceptos, como comunidad
y desarrollo comunitario. En tal sentido, es importante retomar cada una de las definiciones para evidenciar su interrelación.

Nuestras organizaciones comunitarias que gestionan el agua son exigidas de múltiples maneras por las instituciones públicas. Hemos constatado en años de trabajo y procesos de formación que estas exigencias no están acompañadas de procesos adecuados de información y formación. El Plan de Emergencia y Contingencia se suma al extenso listado de requerimientos por parte de la institucionalidad, no obstante, debemos verlo como una oportunidad para construir una mejor relación con nuestro entorno y estar preparados como comunidad en el momento que se presenten emergencias.

Contenido
– Presentación
– La gestión del riesgo y el territorio
– Conceptos generales
– Normatividad relacionada con la gestión del riesgo
– Plan de gestión de emergencia y contingencia de los acueductos comunitarios
– ¿Por qué es importante un plan de emergencia y contingencia para los acueductos comunitarios?
– ¿Cómo hacer un plan de emergencias y contingencias?
– Glosario
– Referencias
– Anexos

Es los solsticios de invierno y de verano muchas culturas celebran alrededor del mundo. Es tiempo del INTI RAYMI, homenaje al sol en la noche más larga del año, es tiempo del WILKA KUTI, la vuelta del sol en AIMARA y para el pueblo Mapuche el WE TRIPANTU. Invertidos los solsticios, muestran en su manera de celebrarse, los sincretismos que la globalización colonialista y la resistencia cultural a ella, que hace más de 500 años impuso a las Américas. El fuego arde en hogueras desde tiempos de los celtas y los romanos. La vuelta del sol, su cercanía, pues el siempre está allí, dándonos la energía que garantiza los ciclos de la vida en el planeta, es una celebración, una fiesta de la humanidad. La iglesia católica situó allí el nacimiento de Jesús, superponiendo esta fiesta de natividad a la del SOL INVICTUS, el sol victorioso. Tiempo de cercanía del sol y de renacimiento, tiempo de inventarios y nuevos propósitos. Un ciclo.

Un año convulso ha sido este para nuestro país. Un año marcado por el proceso que ha conducido a los acuerdos de paz. Para lograrlo fue elegido el presidente Santos, de otra manera no hubiese sido posible y hasta necesaria su reelección. El voto de opinión, el voto que decide programáticamente, el voto comprometido e informado, se fue a su reelección haciendo de tripas corazón. Y bueno es su resultado a pesar de las zancadillas y la trapisonda de quienes se oponen a una paz negociada. El nobel de paz es una especie de cierre de esta compleja etapa y lo vemos más que un premio a la individualidad del presidente, un reconocimiento al proceso vivido en Colombia, a las víctimas que se han hecho centro del proceso de acuerdo, a la fuerza guerrillera de las FARC-EP que supo mantener la calma y el compromiso con los acuerdos a pesar la agresividad de sus detractores. Qué claridad la que han expresado en el objetivo de convertir la guerrillerada en una nueva fuerza política que asume el reto de aportar a la construcción de democracia en Colombia. Democracia entendida como la comprendió Estanislao Zuleta:

Debemos tener en cuenta que la democracia es un término que se emplea con mucha soltura. Se puede decir, por ejemplo, de un país, que tiene una gran democracia, porque sus leyes permiten, no prohíben la oposición, la libre expresión, la organización política de los opositores, la libre elección de los gobernantes, etc.; pero eso es una democracia en un sentido muy restringido. Ese tipo de democracia me parece necesaria, pero es restringida; no se trata de que no sea valiosa o que deba ser abolida por un totalitarismo. Pero hay otra democracia que ya no piensa solo en los derechos sino en la a participación real de la gente en aquellas cosas que afectan su vida; una democracia no solamente política, sino más real. Este concepto de democracia no tiene solamente en cuenta lo que está permitido o prohibido, sino lo que es posible; es una democracia donde existen posibilidades reales.

El maestro Zuleta nos habla de una democracia posible, de una democracia participativa, de una democracia genuina en la que toda la nación, su pueblo, decida su presente y su futuro. Y en sus palabras siempre nos invitó, nos invita a pensar con autonomía, a educarnos en una cultura política informada, crítica, propositiva. En un diálogo con Aida Calero, publicado en Conversaciones con Estanislao Zuleta, sobre el contexto de negociación durante el gobierno de Belisario Betancurt y describiendo a este personaje suis generis de nuestra historia política que fue pionero, tal vez el pionero de este acuerdo de paz, premonitoriamente Zuleta decía también que:

No nos engañemos en cuanto a Colombia. En nuestro país hay libertad de todo; todo el mundo puede opinar lo que quiera, por ejemplo, pero preguntémonos: ¿Qué puede opinar una población que no puede entender el proceso que vive la nación? Porque para opinar se necesita un mínimo de formación. Una nueva organización democrática no puede ser, por lo tanto solamente política, un partido para votar. Claro que se vota, y dos o diez candidatos exponen sus programas, pero lo hacen a una población ignorante.

Y describe así el primer reto de esta época que estará signada por la aplicación de los acuerdos. Su despliegue, su implementación en medio de un campo minado si se puede aplicar la metáfora a lo que ya vimos en la campaña pasada para refrendar los acuerdos y en el envalentonamiento de sectores que recordaron los aciagos tiempos de Laureano Gómez, que saboteó los acuerdos en aquella con idénticos argumentos. Da tristeza ver cómo se obstaculiza un acuerdo que puede permitir una sociedad reconciliada consigo misma y su entorno. Una sociedad que pueda pasar la hoja de la horrenda violencia y poder discutir asuntos vitales como la defensa de la economía, la cultura y el territorio rural campesino que en el primer punto de los acuerdos permitirá un desarrollo en su aplicación. Ni siquiera estamos hablando de una reforma agraria integral, que no se logra con el llamado desarrollo rural integral, pero sí abre el escenario para las reivindicaciones campesinas, agrarias, que pasan por el reconocimiento de la comunidad campesina y sus derechos a la cultura, la tierra y el territorio. A la legalización de la propiedad sobre la tierra garantizando la propiedad compartida por hombres y mujeres. Es urgente aplicar figuras jurídicas de protección como las zonas de reserva campesina, el Distrito Rural Campesino de Medellín y otras figuras de conservación con la gente y de incentivos a la agricultura familiar campesina.

Que la agenda de país se vuelque a la discusión del llamado modelo de desarrollo, a los problemas que generan graves y dramáticos conflictos ambientales y sociales que desplazan gente de los territorios, que rompen las culturas indígenas, campesinas y negras y generan ciudades invivibles, insustentables.

Cuando decimos que la paz es territorial y la democracia debe ser real, estamos hablando de cómo vivir mejor y es imposible vivir mejor sin agua de calidad, ese mismo Congreso que ha refrendado el acuerdo y debe legislar en esta dirección, acaba de negar por segunda vez el derecho humano al agua, que de alguna manera está implícitamente incluido en el bloque de constitucionalidad pero que merece lugar destacado en nuestra carta constitucional. De nuevo con leguleyadas, ha sido denegado este derecho y la política de privatización de las fuentes y el servicio público de agua y saneamiento avanza erosionando la autonomía municipal y despojando a las comunidades del derecho a la autogestión del agua, histórica garantía del acceso y suministro de agua en la ruralidad colombiana y los barrios populares de nuestras ciudades.

También en estos días escuchamos las palabras ideología de género en boca de quienes lideraron la oposición a los acuerdos y su refrendación el 2 de octubre. Quieren con ella denostar la inclusión de los derechos asociados con las libertades y las diversidades sexuales. Y lograron las iglesias cristianas y la católica, sin que hubiese una relación directa y sin que estuviesen allí incorporadas medidas nuevas, “limpiar” el texto de esta ideología. Limpiar es un verbo que se usa también para justificar la acción criminal contra la gente que delinque en los barrios y veredas y lo que es más grave, contra lo distinto, lo diferente y allí la gente de orientación sexual distinta a lo heteronormativo, es víctima, es objetivo. Es decir todo lo planteado en estos acuerdos de paz está ya legislado, está incluido en nuestro ordenamiento jurídico de manera directa, por la jurisprudencia y por el bloque de constitucionalidad. Pero se dieron el lujo de hacer limpieza. Qué macabro, han caído asesinadas personas de la llamada población LGTBI, muchas mujeres y el indignante caso de la niña yanacona Yuliana que nos tiene consternados pensando en las miles de Yulianas. Por eso compartimos la preocupación de Antonio Caballero cuando en su reciente columna advierte sobre lo que llama la nueva matazón que de manera trágica repite la muerte selectiva de personas defensoras del ambiente, los territorios, los derechos y también vinculadas con movimientos sociales y políticos como la Marcha Patriótica, la UP, el Congreso de los Pueblos.

En su conferencia de abril de 2015 Brigitte Baptiste, en la cátedra Héctor Abad Gómez de la Universidad de Antioquia expresó a modo de pregunta:

¿En dónde quedan en todo este discurso, en toda esta evolución de los sistemas complejos, la mujer, el hombre, lo femenino, lo masculino? A mi manera de ver quedan exclusivamente en el terreno de la creatividad artística y en el sentido del disfrute. Ya no es necesario delimitar la condición de sexo o de género de nada ni de nadie, a menos que la usemos para gozarla. De resto se convierte en un atributo de discriminación y de abuso de poder, autoritario, y por tanto inaceptable. Por ello la verdadera liberación a la que estamos aferrados en este momento es asumir nuestras masculinidades o feminidades como construcciones deliberadas, ricas, llenas de sentidos, con las cuales nos sintamos satisfechas o satisfechos.

Y más adelante señala “No hay realmente ningún contenido moral en la definición de las sexualidades, salvo que atenten contra la voluntad y el bienestar de terceros; esa sería la regla ética”. Es una respuesta clara a las falacias de la ideología de género tan usadas para desinformar y atemorizar a la gente.

Esta mezcla de asuntos morales, religiosos y políticos es nefasta para una cultura democrática que hoy tiene sentidos estéticos, éticos renovados, pues la democracia intensa es respeto a las diversidades, reconocimiento a los derechos de la naturaleza, justicia ambiental, social y de género. Es imposible la paz en democracia sin el reencuentro con nuestra historia y nuestra memoria, con el reconocimiento de las devastadoras consecuencias de la guerra contra las personas, las familias, las comunidades, el territorio y los bienes comunes y públicos naturales y sociales. Renovamos nuestros compromisos con la construcción de un país en paz, sustentable, democrático y justo. Les deseamos un renacimiento en familia y comunidad que permita la renovación de propósitos y vínculos en la construcción de una democracia posible para nuestra sociedad. Felices fiestas y feliz año nuevo.

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Nuestro compromiso feminista y ambientalista se reafirma en esta penumbra que se ha impuesto por el auge inusitado de falacias que van contra la construcción democrática de una sociedad basada en los ideales de la igualdad, la solidaridad, la diversidad, el respeto y reconocimiento a las diferencias y su trato democrático que implica y contiene la comprensión del vinculo con la naturaleza de la somos parte. El reconocimiento ético de la naturaleza hecha territorio, es decir, agua, aire, energía, bosque, vegetación, agricultura, alimentos y entonces calidad de vida.

Entre el pesimismo y la perplejidad  vividas el 2 de octubre y la esperanza y alegría luego, cuando nos encontramos en estas sucesivas marchas y manifestaciones diversas convocadas como para exorcizar ese No que significó dar la espalda a las víctimas de las violencias desatadas en estos años, muchos años, más de 50 años de conflicto bélico. Movilizaciones en las que jóvenes y mujeres de manera principal han puesto el empeño de la resistencia a la mortífera violencia. Hemos marchado como nunca y nos hemos reafirmado en nuestro trabajo.

Estamos en noviembre, un mes marcado por una fecha muy importante definida así como una conquista de los movimientos de mujeres, el día del no a la violencia contra las mujeres, es también un mes definitivo en las negociaciones con las FARC – EP y el ELN. Este 25 de noviembre habrá de ser otro día de movilización creativa.

Nuestro compromiso ha sido siempre con la paz y la democracia. Nuestro sueño, y a él dedicamos todo nuestro esfuerzo colectivo está en la búsqueda de una sociedad pacífica, reconciliada con su diverso territorio, garante de la vida y los derechos de las mujeres, las juventudes, las comunidades campesinas, indígenas y negras, respetuosa de la dignidad del trabajo y las gentes trabajadoras.

La paz para Penca de Sábila tiene nombres, propósitos, claves. La concreción de derechos y políticas y por eso la paz se llama distrito rural campesino concebido como paisaje cultural y natural garante de los derechos de las familias campesinas que habitan en Medellín. Un distrito rural como el perfilado en el Plan de Ordenamiento Territorial puede ser aporte y referente en la lucha por la defensa del territorio, la vida, la cultura y la economía campesina en Colombia. La paz para nosotros se llama Ley propia como así la denominaron los acueductos comunitarios, una ley propia de iniciativa popular que garantice el derecho a la gestión colectiva del agua y el derecho humano al agua.

La paz tiene el nombre de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, de sus derechos humanos, del derecho a la tenencia segura de sus tierras y bienes, a la plena participación social y política. La paz para nuestra organización tiene el nombre de los derechos juveniles. La paz para nosotras tiene los colores del arco iris, de las disidencias sexuales y la defensa de las diversidades y las libertades.

Para Penca de Sábila la paz es Bio-diversidad.

Bio diversidad es permanencia de vida. De la vida en su magnificencia, en su plenitud, en su diversidad. Cuando la sociedad colombiana debiera estar discutiendo asuntos trascendentales de su presente y su futuro como la conservación de la biodiversidad, del agua y los bienes comunes, como la concreción de los acuerdos para una paz sostenible, la discusión discurre por los senderos inhóspitos de la intolerancia, la agresividad y la violencia contra las diversidades, el derecho a la diferencia, las alteridades, las disidencias.

Una discusión contra la vida en democracia, es decir contra la convivencia, la solidaridad y el manejo adecuado de los conflictos promovida por las iglesias y aprovechada por movimientos políticos y personajes que les son afectos y ocupan importantes cargos de los que abusan convocando ilegales acciones contra los acuerdos jurídicos que hoy permiten que podamos afirmar que somos una nación, un país.

En el país de la mega diversidad, en el que la vida fluye a borbotones, paradójicamente, se pavonea la muerte por efecto de múltiples violencias, del enfrentamiento armado, del uso de las armas para despojar de tierras al campesinado y que ha llevado a ser el país del desplazamiento más grande de su población rural y claro también urbana a otra escala y en un continuum de desplazamiento permanente de gentes que ni en la ciudad encuentran el sosiego de un lugar digno para habitar.

Brigitte LG Baptiste define la biodiversidad como “todas las expresiones biológicas en el territorio, todas las expresiones de vida que existen en el territorio.  Pueden ser micro organismos, flora, fauna, animales, plantas y su relación con el suelo, el agua y el espacio”. Los seres humanos somos arte parte de la biodiversidad, somos parte de la trama de la vida y no su centro y la no comprensión de esta clara relación nos ha llevado al extravío y la irresponsabilidad. A la intolerancia y la incapacidad de comprender que es la diversidad la manera de co -evolucionar y que así se ha hecho la vida.

Hoy desde una ideología dogmática que quiere hacer pasar por “natural” una sola forma de familia, la discriminación y sumisión de las mujeres y con supuestos argumentos científicos condenar al 10 por ciento de la población a una condición de anormalidad por sus perspectivas u orientaciones sexuales, de placer, gusto y erotismo. Se promueven manifestaciones agresivas, fanáticamente violentas que en rigor se convierten en acciones ilegales que desconocen nuestro ordenamiento jurídico, basta recordar la sentencia de la Corte Constitucional, Sentencia T-268 de 2000, del magistrado ponente Alejandro Martínez Caballero:” (…) la diversidad sexual está claramente protegida por la Constitución, precisamente porque la Carta, sin duda alguna, aspira a ser un marco jurídico en el cual puedan coexistir las más diversas formas de vida humana”. Para no citar otras recientes.

Nosotras como organización ambientalista y feminista soñamos con una sociedad incluyente, democrática, que resuelva sus conflictos de manera BIO_LENTA y no de manera violenta. La naturaleza ha sido víctima de la guerra y la codicia que en parte la explica y la financia. La manera como nuestra población se ha situado en el territorio haciéndose vulnerable a la dinámica de los ecosistemas, se debe también al conflicto armando, al desplazamiento que les ha llevado a habitar orillas de ríos y quebradas, periferias urbanas que las hacen comunidades en riesgo. El extractivismo que se impone con los grandes monocultivos la mega minería contaminante, las grandes vías y represas, han conducido a un poblamiento del territorio que refleja esas deudas de la guerra con la naturaleza, el territorio y los bienes naturales que podrían garantizar la existencia digna si se re direcciona el rumbo de nuestra sociedad hacia una sociedad sustentable y justa.

Imaginamos y con esperanza creemos con Brigitte LG Baptiste que el “fin del conflicto armado significa el principio del conflicto hablado, la búsqueda de nuevos acuerdos para habitar y compartir uno de los territorios más biodiversos y ricos en aguas e historias del planeta, un vividero inigualable si aceptamos aplicar nuestro ingenio al disfrute colectivo y generoso que aún nos ofrece la naturaleza pese a lo mal que la hemos tratado hasta el momento. ¡Apoyemos la firma de esta paz!”

Goteras

Programas de radio realizados en 2016 para la difusión de los procesos que acompaña la Corporación Ecológica y Cultural Penca de Sábila en la defensa de los bienes comunes y el seguimiento de las luchas sociales.

Moderador: Jorge Montoya


1. Privatización y resistencias

¿Cómo nos afecta la privatización? ¿Qué es el TISA? ¿Cómo se organiza la resistencia ante la privatización?

1. Privatización y resistencias

Participación: Oscar Rodríguez y Juan Diego Gómez, Internacional de Servicios Públicos. 


2. Diálogos con el agua y el clima

¿Cómo afrontar la gestión del riesgo en comunidad? ¿Qué herramientas tienen las comunidades ante el cambio climático?

2. Diálogos con el agua y el clima

Participación: Gustavo Wilches Chaux (Colombia) y Orlando Luizaga (Bolivia). 

 

Tres herramientas construidas en el proceso se recogen en este módulo para enriquecer nuestras capacidades en la gestión comunitaria del agua. El taller de memoria histórica, la encuesta y herramientas para construir una cartografía social.

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